Una de cal y otra de arena con Felipe Izcaray

Un polémico Izcaray se refiere al stalinismo cultural reinante por estos tiempos en la Orquesta Sinfónica de Salta. El balance 2009, los hilos que se terminan de unir, su trabajo actual, esos «sucesos» vividos y todo el sol de Margarita. Se larga el 2010.

Alguien comentó, después del Ballet Concierto de El Mesías (diciembre de 2009), una frase calurosa acerca de Felipe: «pero este muchacho se trajo toda la buena onda del mar…» Había disfrutado del Cierre de Temporada de la Orquesta Sinfónica de Salta bajo la batuta del salteñísimo venezolano. Mejor olvidar los folletitos que decían Concierto despedida de Felipe Izcaray… no es simple ni claro.

Con Margarita en un clásico internacional, Izcaray delantero

Felipe, ¿cómo creés que se presentará el Concurso para los Sinfónicos durante el 2010?

– Sé que hay buena intención por parte de las autoridades de Cultura y el gobierno provincial. Ellos saben que este asunto de los concursos, sobre todo el de director, en un tema controvertido y desean que sea lo más transparente posible. Por supuesto, existe una gran tensión entre los músicos por tener que someterse, una vez más, a un jurado que definirá el resto de sus vidas. Ese jurado por lo tanto tiene que ser el más idóneo. Pero apartando estas ideas propias, sé de los concursos tanto como cualquier otra persona porque hasta el momento no hay ninguna información, a pesar de que el tiempo apremia.

¿Cada cuánto tiempo se debe concursar el cargo de director?

– Mi opinión siempre ha sido que el director debe concursar cuando esté vacante el cargo, y que su contrato se renueve siempre y cuando cumpla con lo prometido en su proyecto. Otra cosa importante es que las opiniones para definir la continuidad o no del director en su cargo, deben venir de verdaderos artistas, de figuras que tengan una labor reconocida y probada.

Me permito también opinar sobre las reválidas de los músicos, que se ajustan a unas políticas que considero erradas: no se puede continuar sometiendo a unos profesionales honestos que, o son salteños, o hicieron de Salta su hogar, a tener una espada de Damocles sobre sus cabezas cada 3 años con riesgo de perder sus trabajos, tal y como se hizo conmigo. Me quedé sin empleo de la noche a la mañana, a merced de la decisión del gobierno de ubicarme o no en otro cargo. Eso es cruel y desconsiderado. Creo que la ley debe modificarse cuanto antes. La misma debe establecer que luego de un determinado número de reválidas se le garantice al músico su estabilidad, sin necesitad de eliminar la evaluación continua, o la posibilidad de destituir a algún músico si incurre en falta grave. Hace poco el gobierno provincial le ofreció estabilidad a muchos funcionarios que concursaron sus cargos, mientras que la orquesta, que le da presencia y reconocimiento nacional e internacional a la provincia sigue esperando. Creo que es un asunto de justicia y de derecho.

En mi opinión, también Jorge Lhez debería concursar su cargo. ¿Qué pensás de todo esto?

– En realidad, la ley que creó el Instituto de Música y Danza, que es al mismo tiempo la ley de creación de la orquesta, describe el cargo de «Maestro Preparador» (título del cargo) como un asistente del director titular y es escogido por éste. Yo seleccioné al Mtro. Lhez en el 2000 inmediatamente después que gané el concurso de director. Lo había conocido durante el evento y me pareció que era un joven director con capacidad para el cargo y que tenía las condiciones humanas para llevar una relación profesional adecuada con los músicos. Nunca me arrepentí de mi decisión. El Mtro. Lhez ha sido un genuino aporte a la cultura salteña durante todos estos años.

Vos como Director de una Orquesta, te radicaste en Venezuela. ¿Es necesario que un Director sienta apego al lugar y que además viva donde trabaja? ¿Podrías analizar los pro y los contra?

– Siempre defendí esa idea porque considero que es la mejor manera de establecer vínculos con la comunidad. En una orquesta nueva, como es la de Salta, no se pueden manejar las cosas a “control remoto”. La actividad del director debe contemplar también el atraer público a los conciertos ofreciendo propuestas de programación interesantes. Debe ser la persona que proyecte a la orquesta en todos los ámbitos de la comunidad y que sea la cabeza visible de la institución ante las autoridades, ante los Medios y ante el público. Eso es imposible lograrlo si no estás en el sitio. En mi caso, las únicas veces que no viví en el mismo lugar que albergaba a la orquesta, fue porque asumí la temporalidad de esa función, pero en el caso de la orquesta de Salta los llamados a concurso describen el cargo como de dedicación exclusiva, y eso es vinculante.

¿Pensás que los músicos sinfónicos deberían trabajar durante enero y febrero, como lo hacen las mejores orquestas del mundo?

– Eso depende de la zona geográfica y debería tener mucho que ver con los intereses políticos de estrategia turístico-cultural. En el hemisferio boreal por lo general, las orquestas tienen su período de receso entre julio y septiembre. Pero la mayoría de las orquestas famosas tienen actividad en el verano, hacen giras internacionales o participan en festivales de verano. En Venezuela, por ejemplo, prácticamente ninguna orquesta trabaja en agosto, que es época de vacaciones. Lo mismo sucede en Argentina entre diciembre y marzo, con la excepción de algunas orquestas que organizan eventos especiales de verano y luego compensan con un receso posterior. Es simplemente una tradición mundial el que las actividades orquestales coincidan con el calendario escolar. Hay que tomar en cuenta que los músicos son también padres y madres y muchos tienen chicos en edad escolar.

Cuando dirigiste El Mesías en Salta, ¿qué significó para vos?

– Un hermoso reencuentro con la orquesta de la cual soy director honorario y fundador y a la que me atan lazos emocionales especiales. También fue un reencuentro maravilloso con una obra que quiero entrañablemente desde mi juventud, y además una nueva experiencia poder dirigirla con una interesante coreografía.

¿Estuvo el Ballet de la Provincia- a tu criterio- acorde con el nivel de la Orquesta Sinfónica?

– No es mi intención erigirme en juez de danza. Yo estaba muy concentrado en proveer a los bailarines con la mejor ejecución musical posible, sobre todo la constancia en los tempi, que es siempre su mayor exigencia. Lo que vi en escena me gustó y sentí que se logró una buena relación musical con los bailarines. Este comentario lo recibí de ellos y de sus directores. Esa es mi mejor satisfacción, ya que acompañar bien define realmente si eres buen director.

¿Podrías contarme el capítulo Los Nocheros-Orquesta Sinfónica en el Teatro Colón, hace 7 años?

– Esta pregunta se la debes hacer más bien a la que era en ese entonces Secretaria de Cultura de la provincia. Ella fue la que negoció con Los Nocheros. Yo ni siquiera me ocupé de la parte musical. No participé en ninguna de las negociaciones con el empresario del cuarteto, e incluso se le impuso a la orquesta el director en esos conciertos. Que conste que expresé, junto a los Mtros. Alonso-Crespo y Lhez, que esa persona entorpecía la calidad artística del evento porque no era buen director. La Secretaria hizo caso omiso a los que le dijimos. Hubiera deseado que me extendieran la alfombra roja que se le ofreció a mi sucesor, dejándolo decidir absolutamente todo durante el último año del gobierno anterior, incluso se atrevió a exclamar: “ahora sí tenemos un director”, como si ella supiera algo de eso.

En este incidente recuerdo que hubo decisiones vergonzosas y abusivas hacia los integrantes de la orquesta, como por ejemplo obligarlos a tomarse unas fotos en una quebrada alejada de la ciudad, a pleno sol y en smoking, sin ofrecerles ni siquiera agua, justo después de un ensayo y horas antes de un concierto. Cuando estalló la protesta de los músicos por los “viáticos” de 5 pesos, quien dio la cara fui yo, tratando de mediar y de convencer a los músicos de hacer la gira a Buenos Aires, mientras la secretaria se mantuvo encerrada en su bunker. Tuvo incluso que venir el Ministro de Educación de entonces a hablar y negociar con los músicos. El ministro luego expresó en privado: “cinco pesos de viático es una cagada” y decidió aumentar el monto a $25. Sin embargo, se expulsó a unos músicos y a otros se les sancionó con suspensiones. Yo consideré esa decisión tremendamente injusta y luché por meses hasta que se revirtió el caso de uno de los músicos, alguien que paradójicamente siempre se expresó de mí en malísimos términos y que luego decidió dejar la orquesta. También logré que los sancionados retiraran su descargo con el compromiso de no aplicarles la sanción impuesta, e incluso hasta escribí un informe de apoyo a la gestión oficial que la secretaria calificó como “brillante”. Mi intención fue hacer justicia con los músicos, en medio de un problema que había sido generado por otros. Después, en el CD de Los Nocheros no se menciona a la orquesta en la tapa del folleto. ¡Tremenda negociación se mandaron!

Cuando regresés a Salta, ¿a quién te gustaría encontrar como maestro titular de la Orquesta?

– A un director que tenga como norte la excelencia de la orquesta, por encima de su proyección personal. Que cuando invite a artistas, lo haga con el criterio de beneficiar a la orquesta y al público sin velados intereses. A un director que construya vínculos con la comunidad y pague impuestos en Salta. Uno que considere el cargo de director de la orquesta de Salta como la más importante actividad de su vida mientras lo ejerza. Que tenga siempre la verdad por delante y que reconozca la labor de otros. En realidad es muy fácil para mí responder esta pregunta, porque cumplí a cabalidad con lo que me comprometí a hacer en mi proyecto inicial, ese que no fue mutilado por las manos negras y peludas como lo hicieron con el que presenté en el 2007. Por ende, me gustaría ver a un director que tenga al cargo como un proyecto de vida, aún corriendo el riesgo de que ese proyecto sea cercenado por decisiones políticas derivadas de defectos que tiene la Ley 7072.

¿Tendremos a Felipe Izcaray dirigiendo en marzo o abril… aquí en Salta?

– Esa pregunta se la debes hacer a quienes tienen el poder de decisión sobre estos asuntos. Aprovecho la pregunta y el trasfondo que noto en ella para hacerte unas cuantas reflexiones: Mi intención fue pasar el resto de mi vida en Salta y por ello realicé una mudanza internacional con mi familia llevándome todos mis enseres, muebles, libros, partituras, etc. Este factor primordial, según el jurado que me declaró ganador en el 2000, fue lo que determinó mi triunfo. Ahí puedes ver la contradicción que origina la ley y la variación de criterio en un prominente miembro del jurado en ambos concursos. En el 2000 la situación era: «Qué maravilla que este Maestro quiera mudarse a Salta con su familia y ayudarnos a construir esta orquesta como su proyecto de vida», para unos años después someterme a un concurso abierto manipulado y casi clandestino, luego de haber establecido a la orquesta como una de las mejores del país, y de haberla solidificado en el alma del salteño común como un patrimonio propio y muy popular. Todo ello porque la ley establece que debe haber concurso, y conste que no dice abierto por ninguna parte.

Además, el hecho de que ciertos personeros culturales del gobierno comenzaran una campaña maliciosa, diciéndole a mucha gente -incluyendo al Gobernador- que la orquesta estaba en decadencia y que necesitaba un nuevo director mientras se organizaba el concurso, predecía el resultado. Se hablaba de un presunto descontento entre los músicos que no era tal, porque se limitaba a un pequeñísimo grupo de personas, la mayoría de los cuales no querían estar en Salta y hoy en día vierten su bilis y su negativismo en otros lugares. Además, ninguna de estas personas que hablaban de una decadencia musical tiene autoridad profesional alguna para emitir este tipo de juicios. La campaña de anónimos y de improperios contra mí y contra mi familia fue vergonzosa. Hasta el diario El Tribuno fue utilizado para esto con cartas al director enviadas con nombre y DNI falsos; pero hay que acordarse quién era en ese entonces el jefe de redacción. Hubo cómplices cobardes cuya voz tuvo más volumen que la mía. Ese período, que considero una desagradable pesadilla, me afectó mi salud física y emocional, y me hice una promesa de no dejar que me suceda algo similar nunca más. Volviendo a la pregunta si estaré dirigiendo en Salta en marzo o abril, creo que ahí están clarísimas mis ideas. Ese soy yo.

¿Cómo son tus vacaciones en Margarita?

– Mi respuesta será breve para esta pregunta tan difícil… (y la determina la foto de portada).

… ¿Qué querés que te diga?… (risas)

¿Cuál es el balance 2009 de tu carrera artística?

– El 2009 fue un año de cambios, en el que recibí una oferta de trabajo con todas las garantías y la estabilidad acordes con mi trayectoria. Pero te confieso con sinceridad, que una de las cosas que me hizo decidirme a aceptar fue que me cansé de tener que estar rogando que se me asignaran las fechas que me corresponden como director invitado, tal y como lo estipula el decreto de nombramiento como Director Honorario. El hecho de tener que constatar si mi nombre estaba excluido -como lo está ahora- del curriculum de la orquesta en los programas de mano por decisión del director actual, una práctica digna del más depurado stalinismo cultural. Así que me vine a Venezuela, pero esta vez no cometí el error de mudarme con todo. Mi familia se queda por los momentos en Argentina, aunque esto representa para todos una decisión muy difícil, en lo personal por la separación de mis seres queridos que siempre es difícil, y en lo artístico al aceptar el reto de elevar el nivel artístico de una orquesta que lo necesita con urgencia. El año pasado, además de mis dos programas en Salta hice importantes conciertos en Caracas y en otras ciudades venezolanas. Dirigí 10 conciertos en Margarita y grabé un CD con la Orquesta Sinfónica Venezuela.

El 2010 se presenta con muchas posibilidades y lo enfrento con optimismo. El 11 de enero comienzo de nuevo mis actividades con la Sinfónica de Nueva Esparta y tengo planes importantes con la orquesta, entre los cuales está un Festival Beethoven, como el que ofrecimos en Salta en el 2002, la grabación de un CD con obras representativas de compositores margariteños y otros proyectos que daré a conocer una vez que se concreten. Estoy en campaña con las autoridades locales para lograr una sede digna para la orquesta, y el mejoramiento de las condiciones laborales de los músicos. Sé que es una lucha larga la que me espera, pero la asumo a toda orquesta. Lo que si te puedo decir es que una vez más la reacción del público ha sido masiva y muy positiva.

– Notas relacionadas:

Felipe Izcaray: su vida en Margarita, pasado y presente de la Sinfónica

http://www.salta21.com/Felipe-Izcaray-su-vida-en.html

“Hay Felipe Izcaray para rato”: la pasión por la Sinfónica de Salta

http://www.salta21.com/Hay-Felipe-Izcaray-para-rato-la.html