Sólo dos actores y una partitura a dos voces. ¿Humor moderno? ¿Teatro moderno? ¿Actores modernos? ¿Quiénes son ellos para decir qué es moderno y qué no? Sin embargo, desde que embistieron en la escena cordobesa, dejaron un mojón de modernidad, y el eco sobre lo que ellos proponen.
El dúo que integran Alejandro Orlando y Pedro Paiva logró instalar un estilo, una forma de humor y una estética, después de pelear cuerpo a cuerpo con las reglas de juego de la escena independiente. Después de giras internacionales, premios ACE, funciones en las carteleras de las principales ciudades del país, Los Modernos se preparan para ofrecer al público salteño: “Fo”, su última producción.
“FO” los pone en un escenario ganador, glamoroso, donde vuelven a cumplir los pasos de una ceremonia teatral exquisita.
El espectáculo tiene una estructura donde los dos actores comunican un texto, cada 10 minutos, una canción. “Con las canciones divertimos y hacemos descansar al público. En lo actoral, el teatro es un hecho vivo, es para verlo», explican Pedro Paiva y Alejandro Orlando.
Durante una hora y media el dúo tiene en vilo al idioma castellano y le pone vértigo al arte de hablar de pie, acompañando la gran conferencia sobre temas diversos –traídos de los pelos–, con tonos de voz, ritmos y canciones. Las palabras, un diccionario apócrifo, instrucciones para el lavado de cerebro y hasta un evangelio recién inventado pasan por el escenario.
Alejandro Orlando es un comediante completo, entregado al texto de Paiva. Por contrapunto, con diástole y sístole, así funcionan Los Modernos que inventaron un filósofo, al que llamaron FO, para coquetear con la pura filosofía del humor.
Los Modernos vuelven a Salta, para traer un espectáculo inteligente y original, apto para todo el público salteño.
Salta 21 dijo en el 2008 sobre Los Modernos*
Para definir su espectáculo diré lo siguiente: un trabajo en el que apelan a la virtual inteligencia del espectador donde se fusionan lo vital del ser humano, y su singularidad creativa signada por un lenguaje que le es dado como capacidad para pensar. Una amalgama de fineza y riqueza lingüística ligada con la historia del ser humano en el que la estupidez es cambiada por la sensatez y la subversión de los sentidos se torna inteligencia in situ, rapidez y elocuencia verbal, acierto vocáblico y goce estético. La memoria de los espectadores es depositaria de este texto generado por un ritmo histórico de la palabra, bella, exquisita y sumamente rica.
Pero hay una palabra que reduce y traduce a Alejandro Orlando y Pedro Paiva: genialidad (y andan sueltos por el mundo, abrazando y besando gente, charlando como hijo e´ vecinos, seduciendo con sus arte, así son las cosas… entre los genios…).
Hablan a dúo sin parar, ritman y riman, cantan y vociferan, alteran y niegan sentido, crean y descrean la palabra; juegan, pasean y levantan frases; parafrasean y se vuelven cómicos, actúan y son actores, se enmascaran y desenmascaran; fingen voces y relampaguean, musitan y tornean palabras, fabrican inteligencia y humillan al verbo, te hacen pensar riendo y todo, al mismo tiempo.
Y dijimos en el 2009…**
Alejandro y Pedro, ponen sobre el escenario los dos instrumentos más preciados del actor: la voz y el cuerpo. En esa vigorosa búsqueda del mínimo movimiento, logran el ensanche preciso al proyectarse sobre sus personajes con sus textos bien compuestos.
Deshilachan sentidos entre freses y palabras, encuentran ese otro rasgo peculiar que sólo puede ser visto con la mirada del ingenio.
– Sobre Los Modernos
* Los modernos: Alejandro y Pedro, un optimismo que arrasa
http://www.salta21.com/Los-modernos-Alejandro-y-Pedro-un.html
** El humor Fo de Los Modernos emboca al cultismo popular
http://www.salta21.com/El-humor-Fo-de-Los-Modernos-emboca.html