Un juez argentino declaró «inexistente» la primera boda gay de América Latina celebrada el 28 de diciembre pasado en la ciudad de Ushuaia, 3.100 km al sur de Buenos Aires, informó este jueves una fuente judicial, aunque los contrayentes anunciaron que apelarán la medida.
El juez Marcos Mellien, de la provincia de Tierra del Fuego, donde se ubica Ushuaia, se basó en un artículo del Código Civil argentino que no contempla el casamiento entre personas del mismo sexo, añadió la fuente, citada por la agencia estatal Télam.
«Hay un fallo de un juez que no tiene ningún valor porque vamos a apelar. Seguimos casados y estamos seguros de que la Corte Suprema de Justicia nos dará la razón, aunque seguramente también nos darían la razón instancias inferiores», dijo a la AFP Alex Freire, uno de los contrayentes.
Freire (39 años) y José María Di Bello (41) obtuvieron en diciembre un permiso del gobierno de Tierra del Fuego para contraer enlace en Ushuaia, la ciudad más austral del mundo, luego de que una jueza de Buenos Aires anulara un fallo de una colega que autorizaba la boda en la capital argentina.
La abogada de la pareja, Carolina von Opiela, dijo estar «totalmente convencida de que (Freire y Di Bello) están bien casados» y ratificó que apelarán el fallo y «si fuera necesario» llegarán a instancias internacionales.
Otros dos casamientos entre personas del mismo sexo, uno de ellos de lesbianas, se llevaron a cabo en los últimos meses en Argentina a través de apelaciones judiciales.
En tanto, una comisión de la Cámara de Diputados debatía este jueves un proyecto que será llevado al pleno en las próximas semanas y por el que se intentará consagrar por ley los matrimonios gay.
– AFP – 15.04.10
– Foto: Alejandro Freyre (der) y José María Di Bello durante su matrimonio en Ushuaia, Tierra del Fuego, el 28 de diciembre de 2009.
Argentina: juez anula primera boda gay de América Latina pero pareja apelará
No me importa en absoluto lo que dos personas mayores, en pleno uso de sus facultades, hagan con sus vidas. Lo que no me explico es porquè los homosexuales se emperran en que su uniòn se llame matrimonio. Su postura en èse aspecto, es totalmente incoherente e inmadura. En efecto, ellos dicen que una de sus banderas de lucha (y meta principal)es el reconocimiento y el respeto a SUS DIFERENCIAS. En particular, A SUS DIFERENCIAS en lo referente a la vida sexual en pareja. Tambièn afirman que se sienten bièn y orgullosos de su condiciòn sexual, de modo tal que no quieren tener vìnculos sentimentales ni sexuales con gente del otro sexo. ¿Porquè corno pues, quieren ser diferentes en TODO, menos en algo tan banal como en la ETIQUETA: «Matrimonio», que le quieren poner a su uniòn? ¿ No se dan cuenta que con esta postura irracional e infantilmente irreductible han embarrado su propia cancha? ¿Les parece màs fàcil y banal tener que cambiar el vocabulario de toda una lengua para dar cabida a su capricho (que si no se cumple no produce consecuencias tràgicas de ningùn tipo)que llamar a su uniòn formal de otro modo? Pues no, yo no acepto esa postura. No es asì. Creo que es una actitud desafiante estùpida. La lengua es una instituciòn, nos pertenece a todos y no debemos, ni podemos, modificarla bajo presiones y/o caprichos de nadie Me contestaràn que sòlo si se convierten en un «matrimonio» tendràn acceso garantizado a las ventajas sociales de esta instituciòn. Pero, eso no es cierto. Pueden conseguir exactamente lo mismo si luchan para que se legisle en favor de que su uniòn (llamandola otra cosa que «matrimonio») garantize derechos sucesorios, etc, etc. Esa serìa la vìa madura de resolver el problema.