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miércoles, noviembre 27, 2024

Diego Bañares: «soy una islita que no está en el mapa y que no se sabe bien si existe o no»

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En exclusiva con el autor de «Un dia en la vida de los únicos habitantes del universo». Cómo siente y cómo piensa su teatro y su dramaturgia. Cómo es un día en su vida. El autor – en el under del under- al que Jorge Renoldi convocó desde la dirección y cuya obra fue muy aplaudida en La Plata.

«Después de todo, el teatro es estar en contacto», dice Diego Bañares en la entrevista de Salta 21 al dramaturgo. Y lo es, lo es. Nos encontramos en la vereda del C.C. Pje. Dardo Rocha, mientras caminaba junto a su novia en compañía del director cacheño Jorge Renoldi, antes de partir a Buenos Aires. ¡Las cosas de la vida! Existen- como dicen por ahí- causalidades. Esta, nos permitió conocer de cerca al autor que eligió el elenco del grupo Concerta2 para llevar a escena, acercarnos a su vida y a su trabajo.

«Un día en la vida de los únicos habitantes del Universo» de Diego Bañares, se presentó en La Plata el 17 de abril a las 19 hs. en el Teatro Argentino, Sala Astor Piazzolla, en el marco de la 25 Fiesta Nacional de Teatro. Bañares llegó hasta La Plata por sus propios medios para ver la puesta de su obra.

Más cerca del Universo en un día de sus habitantes

Antes de hablar de Un día… contános acerca de tu vida: qué estás haciendo actualmente en teatro, a qué estas dedicado y cómo es tu vida en Buenos Aires…

– Actualmente estoy escribiendo un par de obras y empezando a trabajar con una compañera, en la adaptación al teatro de actores y objetos de cierto musical porteño. Doy clases de actuación y hago trabajos de computación y diseño para compensar la difícil parte económica. Soy de Boca.

¿Cómo es Un día en la vida de Diego Bañares?

– Me gustaría responder alguna cosa de gran valor mítico/artístico, pero lo cierto es que la mayoría de las veces siento que pierdo soberanamente el tiempo; el resto me castigo por haberlo perdido -lo que podría ser tema de una de mis obras-. Luego de a ratos escribo, trabajo, doy clases de actuación y cada tanto dirijo o actúo algo. Sí, es cierto, que siempre (de manera activa o de fondo) estoy pensando en teatro.

¿Pensaste que la obra que dirige Renoldi – que es de tu autoría- iba a tener tanta repercusión?

– Al momento de recibir el pedido por los derechos estuve chusmeando y supe del prestigio que tiene él por esos pagos. Por otra parte siempre pensé que ésta era una obra que bien hecha podía funcionar bien -a diferencia de todas mis otras obras que carecen de esa garantía-. Igual el tema de los premios y elogios que ésta puesta recibió es algo que no puede preverse, y eso es puro mérito del elenco.

¿Cuándo escribiste este texto y qué cosas quisiste que el público se lleve de tu propuesta?

– Es un texto viejo para mí, de una etapa alejada -creo que por el 2001- heredero de cierta cosa de sketch que venía haciendo. Quería básicamente actores trabajando, que el público la pase bien -riendo o sufriendo- y que se sorprenda de la misma manera en que yo lo hice al escribirla -y lo hago al verla o releerla- con esa profundidad en capas que se me aparece.

¿Qué sentiste cuando viste «Un día en la vida de los únicos habitantes del universo», en La Plata?

– Un sentimiento muy lindo de relajación: ver que algo que escribí funciona sin haber pasado yo por las angustias de una puesta en escena. La pasé muy bien.

¿Te gustó la puesta despojada y la idea de un trabajo minimalista?

– Claro, así – despojada- es como siempre la pensé. De todas maneras pienso que el tema del minimalísmo se puede aplicar a ciertos aspectos y a otros no. Por ejemplo, la actuación -el más importante- es de un gran despliegue de recursos.

¿Hay un aspecto religioso religado a tu texto que nos hace mirar una culpa establecida por Adán y Eva desde lo Bíblico?

– No necesariamente. Hay elementos que se ponen medio estratégicamente para que el espectador complete con su imaginario, con su visión de mundo. Elementos de cierto valor mítico, descontextualizados. A mí, esta obra me pareció en un momento como una especie de metáfora antropológica y en otro -o simultáneamente- una telenovela. Nunca se me ocurrió pensarla desde lo bíblico, lo que sucede es que la forma en que vivimos las culpas y represiones, está inserta en nuestra sociedad occidental por nuestra herencia religiosa, y actuamos conforme a eso seamos o no creyentes.

Cuando planteás el incesto, hablaste de un tabú a la manera fredudiana o quisiste dejar colar la idea de lo prohibido y por eso tocaste ese tema…

– Principalmente debemos hablar de procedimientos dramatúrgicos, que son como aparatos ocultos -digamos un motorcito- que hacen que funcione el aparato que se ve -digamos, una licuadora-. Yo, a la hora de ponerme a escribir no quiero decir nada, obviamente aparece uno en la escritura, pero los sentidos siempre son posteriores. Sucede que a veces la teória psicoanalítica, el cristianismo o cualquier otra manera de pensar el mundo; coinciden con el sentido común.

¿Te oponés a los mandatos sociales? ¿Sos un rebelde?

– A ver… hay evidentemente en nuestra forma de vivir, condicionamientos que jpg_diego_1.jpgnosotros inventamos y que nos hacen infelices. La evolución hizo que la raza humana pierda la cola, pero no su manía de mordérsela. Ahora; si dijera que soy un “rebelde”, seguramente quedaría como un gran tarado -y lo sería-; sí, puedo ser un tipo que cada tanto pega unos grititos de indignación, la sociedad lo sopapea un poco y se queda tirado y adolorido un buen rato hasta que puede volver a pegar otro gritito medio asustado. Más de una vez a ese tipo le dolió tanto que no se quiso levantar más, pero acá estamos.

Hay una visión satírica sobre la sociedad, por ejemplo cuando ella dice «primero llegan tarde y después ponen bombas en las escuelas» y aparece la figura de la «educadora» y de la «jefa» como las que marcan cierta «peligrosidad» o una especie de superyó que instala mecanismos en la Cultura. ¿Creés que los seres humanos están «En el muro»?

– (Risas) Luego de un buen rato creo que entendí la pregunta y la gran coincidencia encontrada. Te cuento que la figura de la “educadora” en la obra, es más un invento de Renoldi -que repartió entre los dos actores un texto que era sólo de ella-.

Después; seguimos con la utilización de mitos: cuando era chico solía escuchar cosas como que los guerrilleros eran tipos que ponían bombas en las escuelas, y no es difícil advertir que para los predicadores de la productividad, un hippie y un guerrillero entran en la misma categoría de “gente que estorba”. Es notorio, que signos similares puedan funcionar en sociedades tan distantes como la argentina y la británica; eso se lo debemos seguramente a las raíces fundamentales compartidas por todo el occidente -y también Uruguay-.

¿Cómo creés que recibió el público la obra en La Plata?

– Te cuento: al finalizar la función, ejercí desfachatadamente el anonimato, y con una amiga que me acompañó, nos separamos metiéndonos entre la gente y escuchando lo que ésta decía. Así que no “creo”, “sé” que la recibió más que bien.

Si tuvieras que pensar en una estética dirías que esta es una obra absurdista con líneas de lo neo-grotesco o que se trabajó desde el realismo reflexivo con despojamiento de la escenografía?

– Diría que es una obra que trabaja sobre estereotipos, lo que es un procedimiento compartido por varias Poéticas. Me sería muy arduo e infructuoso meterla dentro de una.

Contános acerca de tus otras producciones dramatúrgicas…

– Después de esta obra me dediqué a lo que yo llamó chistosamente “manganetas teatrales”, que -simplificando un poco la cosa- son como especies de tesis subliminales que dicen que en teatro, lo único que importa es lo que pasa “en” el teatro. De ahí “Discusión sobre páramo desolado para actriz y actor” -que en un punto me resultó como el contrario temático de un “Un día…” -, “Exidor y Mundeivader” y algunas otras. Hace poco me dediqué más a hacer cosas cortas. Y ahora estoy escribiendo sobre una idea de realismo (para llevarme la contra) y una especie de tragedia lacrimosa con ribetes históricos que no sé cuando voy a terminar.

¿Qué planes tenés a futuro?

– Poder seguir haciendo esto que me nace de la manera en que me nace, hasta que me canse y me retire a vivir en el campo.

¿Como te ves dentro del mapa teatral argentino y porteño?

– En términos cartográficos, diría que soy una islita que no está en el mapa y que no se sabe bien si existe o no. Hace poco estrenaba unas obras cortas -una obra corta, un monólogo y un trabajo con actores y objetos- en un sótano de la facultad de filosofía y letras, y alguien me dijo con entusiasmo: “Esto es el under del under”. Yo por ahora pienso que ese es un buen lugar, sobre todo porque tengo la manía de pelearme con quien no me conviene pelear. Ahora, que hagan esta obra en lugares tan distantes como Salta o México no deja de ser una satisfacción. Después de todo, el teatro es estar en contacto.

– Notas relacionadas:

Salta se lució ayer en la 25 Fiesta Nacional de Teatro

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Mariano Madrazo y Pía Carballo antes de partir a La Plata: la ilusión de la
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http://www.salta21.com/Mariano-Madrazo-y-Pia-Carballo.html

Renoldi: Mega espectáculo por el Bicentenario y rumbo a la Nacional de Teatro en La Plata

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Renoldi es el gran ganador de la XV Fiesta Provincial de Teatro 2009

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“Un día en la vida…” La apuesta minimalista de Jorge Renoldi

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