La presidenta Cristina Fernández cerró hoy (25) los principales festejos por el Bicentenario acompañada por Néstor Kirchner y siete mandatarios latinoamericanos, con un agradecimiento a «los millones de argentinos» que se volcaron a las calles y un mensaje a la oposición, al destacar el marco de «absoluta democracia» en que se realizaron los festejos. Se estima que casi tres millones de personas asistieron hoy a los festejos por la Revolución de Mayo.
Al inaugurar la Galería de Patriotas Latinoamericanos en la Casa de Gobierno, con un breve discurso que se difundió por cadena nacional, la presidenta destacó que este Bicentenario «estamos mejor que en el Primer Centenario», que se celebró según advirtió «en Estado de Sitio» con la «persecución de inmigrantes que habían llegado de la vieja Europa en busca de trabajo, con sus ideas del viejo mundo».
En su exposición estuvo flanqueada por los presidentes José Mujica (Uruguay); Fernando Lugo (Paraguay); José Inacio «Lula» Da Silva (Brasil); Hugo Chávez (Venezuela); Fernando Piñera (Chile); Rafael Correa (Ecuador); Evo Morales (Bolivia).
Destacó la coincidencia del 25 de Mayo con el aniversario del gobierno que inició Kirchner en 2003, consideró que la Argentina y los países de la región «están mejor que hace cien años» e hizo un llamado que pareció estar dirigido a la oposición: «Seguramente nos equivocamos, seguramente cometemos errores y aciertos, pero todos, aún aquellos que no están de acuerdo con nosotros, saben que jamás tomaríamos una sola decisión en contra de los intereses de la nación y del pueblo, que son la misma cosa».
La jefa de Estado habló al cierre de una jornada histórica repleta de actos que comenzaron por la mañana con la división en dos, del tradicional Tedeum.
Asistió a la Basílica de Luján acompañada por su esposo, el ex presidente Néstor Kirchner y todo el gabinete nacional, aunque sin la presencia de ningún dirigente de la oposición.
Ante el gobierno, el arzobispo de Mercedes-Luján, Agustín Radrizzani, exhortó a defender «a cualquier costo» el bien común y la unidad nacional, y reclamó también «un nuevo proyecto de país» fundado en valores «sólidos y verdaderos» que hagan posible «un justo y solidario desarrollo de la Argentina».
En tanto, el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, encabezó la lista de dirigentes opositores que asistieron al Tedeum ofrecido en la Catedral por el cardenal Jorge Bergoglio, distanciado políticamente del gobierno.
Bergoglio, también pidió a la dirigencia que tenga «una actitud de grandeza» que permita «superar el estado de confrontación permanente», pero bajó el tono a la polémica por los dos Tedeum, al destacar como «un hermoso gesto» que las autoridades nacionales, encabezadas por la presidenta hayan ido a la Basílica de Luján a rezar por el bicentenario de la patria.
Entre los no asistentes a ningún Tedeum se ubicaron el jefe del bloque de diputados del Peronismo Federal, Felipe Solá y la jefa de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, según explicaron, para evitar cualquier imagen de «fractura» política en el país.
Por su parte, el vicepresidente Julio Cobos al no ser invitado por el Gobierno a los festejos oficiales, prefirió asistir al Tedeum de su provincia, Mendoza, desde donde pidió «reflexión» a la jefa de Estado y se quedó sin la cena de gala ofrecida a la noche por la presidenta en el Salón Blanco de la Casa Rosada.
Mientras una multitud volvía a copar hoy, por cuarta jornada consecutiva, el microcentro porteño para participar de los eventos organizados sobre la Avenida 9 de julio y la Plaza de Mayo, una columna de piqueteros de la agrupación Aníbal Verón y JP Evita, entre otros, fueron interceptados por la Policía Federal cuando pretendían avanzar hacia la Plaza de Mayo.
A partir de las 17,15 la presidenta recibió en el Salón de los Bustos el saludo de los 7 mandatarios latinoamericanos con sus respectivas delegaciones. No asistieron, aunque estaban invitados, los presidentes de Perú, Alan García y de Colombia, Alvaro Uribe ni la ex presidenta de Chile, Michelle Bachelet.
En la Casa Rosada se pudo observar a los únicos dirigentes opositores, invitados al saludo con los presidentes visitantes, como Ricardo Alfonsin (UCR), Juan Carlos Marino (UCR) y Federico Pinedo (PRO).
El ex presidente Kirchner fue el único ex mandatario argentino que participó de las actividades, pero lo hizo en su calidad de secretario general de Unasur, aclararon en el gobierno. Carlos Menem, Fernando de la Rúa, Eduardo Duhalde, Adolfo Rodríguez Saá no fueron invitados.
Tras el saludo protocolar, los mandatarios latinoamericanos escucharon el discurso de Fernández de Kirchner en la Casa Rosada, donde inauguró la Galería de los Patriotas Latinoamericanos del Bicentenario, una muestra pictórica con obras de arte donadas por los distintos países.
Luego, los jefes de Estado cruzaron caminando la Plaza de Mayo hasta el Cabildo, donde se proyectó con un show de luces y sonido en 3 dimensiones, pasajes de la historia argentina (vea el video). En una caminata inédita, Cristina Fernández y sus colegas de América Latina se trasladaron, en medio de una multitud, hacia un palco ubicado sobre la Diagonal Roque Sáenz Peña (Norte) y Esmeralda, para presenciar el «Desfile de los 200 años» , el show musical y de fuegos artificiales.
Por la noche la mandataria participa de una cena con los visitantes, junto con funcionarios, gobernadores y legisladores, unos 200 invitados especiales de los tres poderes del Estado, la cultura, empresarios, periodistas.
– Fuente: DyN. Perfil