Histeria con los medidores de agua
La anónima Aguas de Salta publica en Diario El Tribuno (días 13 y 14) un comuinicado de «advertencia» a los usuarios que le devolvieron los medidores de agua, instalados en forma clandestina e ilegal en toda la ciudad.
Manotones de ahogado. Siente que se le viene, posiblemente, el alud de esos aparatejos desde toda Salta. No oculta la sensación de que los salteños somos calmos, despaciosos, pero no opas. Y encima, quetenemos la tradición de un Güemes y sus guerrillas gauchas que, con sacudones inesperados, corrieron a los «godos», vencedores de Napoleón. Esa raigambre de rebelión libertaria por los derechos avasallados seexpresa en cada medidor devuelto.
Y se seguirá expresando, malgrado los admonitorios mensajes extorsivos y de apología del delito, que unen la obra ilegal y clandestina a convivencia social y buenas costumbres.
Las buenas costumbres que esgrimen para amedrentar a los vecinos usuariosdel derecho humano del agua, convertidos en clientes cautivos ycompulsivos de un mega negocio privado impuesto por los señores de la privatización de la democracia, esas buenas costumbres, para la anónima Aguas de Salta, equivalen a dejarse sustraer indebidamente la llavemaestra de bronce y el cubículo de hierro fundido, además de laimposición de las tarifas más altas del país y de miles deirregularidades, con un Ente Regulador que no fiscaliza ni controla esemasivo robo de materiales a los salteños, sin diferenciar barrio nicondición social o económica.
Seguirán, posiblemente, lloviendomedidores a la empres, que, hasta el momento, hubo de verse obligada a recibir una tanda de 35 aparatos el 19 de julio, otra de 31, el 1° deagosto, 11, el 3 de setiembre y 44 el martes 11 del mismo mes, como reconocimiento del derecho que tienen los usuarios a regularizar la situación de sus viviendas, alterada -repetimos- ilegal y clandestinamente, por la Dictadura de las Aguas en Salta.
Son pasos y escaramuzas que nos conducen firmemente a la recuperación del estado dederecho en las aguas de Salta, cuando el mismo grito libertario se haga realidad y resuene por cerros y valles de esta provincia gaucha que volvió, al fin, ¡el agua de Salta, al pueblo de Salta!
Para Salta 21-Correo de lectores
