Y sí, luego de seguir hace tiempo las publicaciones de Salta 21, últimamente a diario, no podía ser de otra forma, que la postura (felizmente) de sus directores no está expresada en esta nota* que democráticamente se da a conocer, en este medio que considero realmente democrático.
Es también un hecho que la postura de los que apoyamos la lucha por la igualdad de derechos de una de las tantas minorías, injusta y perversamente discriminadas, en este caso la de los homosexuales, sea “minoritaria”. Y por eso la lucha. Para que quede claro, apoyo expresamente el proyecto de ley que permitirá a personas del mismo sexo, contraer matrimonio, con todo lo que ello implica.
Si hay algo de lo que estoy convencido es que la condición u orientación sexual de una persona, no determina su valor o desvalor como ser humano. Eso no lo hace mejor o peor persona, ciudadano, padre, madre, hijo. No es una enfermedad, ni física ni mental, no es una patología, ni degeneración, deformación o abominación, o algo por el estilo.
De la misma manera que ser negro, rubio, amarillo, boliviano, peruano, paraguayo, argentino, salteño, jujeño, porteño, provinciano, flaco, gordo, lindo, feo, morocho, yuto, judío, protestante, comunista, zurdito, ateo, joven, viejo, casado como dios manda, o divorciado como lo normado por ley, o mujer, madre soltera, fértil o estéril, huérfano, rico o pobre, etc., etc., etc., te hace superior o inferior a nadie.
Nuestra sociedad está atravesada por todo tipo de prejuicios, preconceptos, hipocresías, sobreentendidos, de discriminaciones dogmáticas, de “naturalizaciones” que se pretenden eternas e inmodificables, sin posibilidad de discutirlas o debatirlas, y por eso dogmáticas. Y ahora, felizmente, se debaten.
Yo nací y crecí en Salta, y mi formación es netamente salteña, y no por eso me siento representado por los actuales legisladores (senadores y diputados nacionales) salteños. Y me parece que esa postura, paradojalmente, es mayoritaria entre los salteños.
Tampoco me siento representado por la “salteñidad” expresada por distintos componentes de nuestra sociedad que tuvieron su posibilidad de expresarse en el debate, sobre todo por aquellos que hablan de “gauchos viriles” y “mujeres fértiles”. No reniego de las tradiciones (hay que tener en consideración que por el solo echo de ser “tradiciones” no significa que sean buenas), disfruto de muchas, y ello no me impide estar abierto a los cambios.
En fin, tal vez será que pienso de esta forma (y lo quería expresar democráticamente), porque soy salteño… soy argentino… y soy homosexual, negro, judío, comunistas, travesti, transexual, lesbiana, tortillera, yuto, gordo, feo, puto, reputo, y gay!!!
¡La salteñidad al palo!
– Dalilo Vica
* La unión de personas del mismo sexo se debate en Salta
http://www.salta21.com/La-union-de-personas-del-mismo.html
Matrimonio gay: «La salteñidad al palo»
Los gays tienen que entender que este gobierno no los defiende otorgándoles ley de matrimonio, sino que los manipula para llevar a claro sus objetivos, está claro. El echo de entrar en debate ya es lo que ellos quieren: fomentar división.
Matrimonio gay: «La salteñidad al palo»
No podemos negar que los salteños tenemos un importante apego a lo tradicional y a lo religioso como una marca de calidad. Ello no nos deja ver ni mirar mas allá de los parametros establecidos dentro de este marco contrictor que nos envuelve. Esta realidad, por cierto, es lamentable ya que obliga a que muchos de nosotros olvide que existen preceptos que nos indican amar al otro, al projimo, tanto como a quien no vemos. Tambien hay un precepto que reza: no juzgaras, y sin embargo juzgamos a los que son diferentes de una manera enfervorizada y atroz tildándolos de ser amantes de lo antinatural o de tener practicas antinaturales. Tambien en este mismo sendero intentamos proteger a las ovejas descarriadas? de los males que ellas mismas prohijan, sin mirarnos interiormente primero. Siempre recuerdo la parabola de la paja y la viga y ello a veces me permite mirar la realidad de otro modo y a los que son diferentes? tambien, es decir con una cuota acorde a lo que el sentido de pertenencia a una especie común indica. Alguna vez entenderemos que todos tenemos sentimientos y que una agresión brutal como una discriminación duele mas que una estocada de frio acero en las entrañas y tambien que vale mas este ser que me mira con sus ojos buscando en mi otro que lo mire del mismo modo: con amor y comprensión.
Matrimonio gay: «La salteñidad al palo»
SI SE APRUEBA ESTA LEY, ESPERO QUE LOS GAYS RESPETEN SUS VOTOS , SEAN FIELES, HONESTOS Y NO LE PRODUZCAN A SUS PAREJAS VIOLENCIA FISICA NI PSICOLOGICA .
ALGUNOS HETEROSEXUALES SALTEÑOS, (AUTODENOMINADOS GAUCHOS VIRILES), LLEVAN UNA VIDA DENTRO DEL MATRIMONIO QUE SE CONTRADICE TOTALMENTE CON ESTOS VALORES, SE SIENTEN ORGULLOSOS Y LO LLEVAN COMO BLAZON.
BASTA DE QUERER DIRIGIR LA VIDA AJENA CUANDO LA PROPIA NECESITA UN PROFUNDO ANALISIS Y ABRAMOS LA CABEZA, POR FAVOR!.
Agrandado como miga en agua!
Estoy más agrandado que miga de pan en agua.
Un emocionado agradecimiento a los directores de Salta 21 por la deferencia que me hacen. Nunca imaginé que el comentario de “un periodista de ficción” como soy yo, sería merecedor de estar publicado como nota o artículo, como los de los periodistas o columnistas reales de esta destacable página web o diario virtual (si así podemos llamarlo). ¿No será que por ser “virtual” encajó mi “ficción”?
Uyyy, cuando se lo cuente a los changos!!! A mi queridísimo y entrañable pareja (ojo, de ficción, pareja periodística) el Candelario Coca, y al “cumpa” Adrián López.
Sea como sea, muchas gracias por la oportunidad.
Un afectuoso saludo.
Dalilo Vica.
Matrimonio gay: «La salteñidad al palo»
Los desmontes son antinaturales, los transgenicos tambien… Insto a la pacata sociedad salteña a percatarse de eso tambien.
Saludos.