Estimados:
Acaba de llegar hoy, 21 de enero, un correo donde sesuma el parecer de un supuesto lector de un tal «Diario Front», que ante la gravedad de lo que sugiero que presuntamente ocurriría en la universidad, opina si no será oportuna alguna «intervención» federal -el e/mail del supuesto lector aludido es cachomo43@hotmail.com.
A los que estarían acaso detrás de la orientación de ese periódico digital, les escribí un correo solicitándoles me informen si cuentan efectivamente, con una página web o «portal»de alguna clase. Cabe aclarar que en su momento, procuré comunicarme con la Fiscalía Nacional de Investigaciones Administrativas (FIA), la que recibe exposiciones, denuncias o consultas por «hostigamiento laboral», pero lamentablemente, los primeros contactos no avanzaron más allá de eso… (ir a los documentos de marzo-abril del año anterior).
Lo que rescato de lo que viene sucediendo hace unos meses es lo que sigue. Al principio, nadie o casi nadie, quiso hacerse «eco» de lo que estaba ocurriendo conmigo, excepto Nuevo Diario, Salta Libre, una que otra radio local y en un momento inicial, Canal 11.Tampoco determinadas organizaciones del «campo popular» querían saber mucho del tema, a pesar que fijaban posición y me trataban en los hechos, como si fuera el responsable de lo que sucedía y hasta les era «sospechoso» de las acusaciones acerca de discriminación de género.
Acá y si no es irritante, sería adecuado enunciar que pocos militantes varones en la izquierda, se esmeran en cultivar relaciones elevadas de trato con las mujeres, tal cual adopto por norma en mi pobre vida…
Pero para las defensoras cuasi «fundamentalistas» de los derechos de género, que en su práctica cotidiana actúan como si las diferencias biológicas fuesen motivo de «culpa» para los varones y como si tales diferencias fuesen «excusa» para una «guerra» entre los sexos al estilo de una «lucha de clases», mi trato delicado para con las mujeres fue ignorado y objeto de las apreciaciones más crueles.
Por suerte, otras militantes por los derechos de género no compartieron esa perspectiva. Poco a poco, fui recibiendo más y más apoyo, que ahora se está volviendo cada vez más público.
Es factible que en esto haya incidido el primer revés judicial de la institución, al que le seguirán otros, dado que mi abogado es muy lúcido y en simultáneo, prudente en sus exigencias jurídicas.
Por ejemplo, en el recurso interpuesto en la Exma. Cámara Federal de Apelaciones, por los inauditos exptes. 4455/05, 2544/05 y 5042/06, mi patrocinante no solicita que no se haga sumario, sino que los exptes. en escena se cierren, puesto que el 4455/05 fue archivado en su momento. Y un pedido así, es muy difícil de rechazar… Sea como fuere, ahora estoy algo más aliviado y ya no tengo la sensación de tristeza y audaz melancolía que me embargaba, cuando la solidaridad costaba a tal extremo, que casi «debía» presentar «certificado de’buena’ conducta»…
¡Gracias a los que se atrevieron a conocer lo que pasaba, a no emitir juicios infundamentados y a ser genuinos compañeros, ante un individuo que está siendo «triturado» por un fragmento de un Estado de clase y clasista!
Realmente, el «mobbing» es algo que afecta a todos.
http://blogadrianlopez.blogspot.com
– Dr. Adrián López
– DNI: 24.138.809
