Enrique Pinti llega a Salta con el espectáculo Pingo argentino, el sábado 17 de mayo a las 21 hs. y el domingo 18 de mayo a las 20 hs. en el Teatro del Huerto.
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El humorista revisita la historia nacional y crea su propio Cambalache con monólogos y canciones.
CON LA FUSTA BAJO EL BRAZO. Pinti-jinete representa al pueblo. El caballo, al país. (Martín Bonetto)
El próximo sábado 17 y domingo 18 de mayo se larga Pingo Argentino, el exitoso espectáculo de Enrique Pinti, ganador del ACE 2007 al mejor espectáculo de humor, y hace su llegada triunfal al Teatro del Huerto de la ciudad de Salta. Pingo Argentino se estrenó en enero de 2007 en el teatro Maipo de Buenos Aires y luego de dos temporadas aclamada por la critica y el público emprendió su Gira Nacional por las principales ciudades de nuestro país .
La metáfora no guarda misterios: Pinti la explica desde el comienzo. Pingo argentino es el título de su nuevo espectáculo y una imagen retórica que encierra el sentido del show. El caballo representa al país y su jinete, al pueblo. «Jinete y caballo/han corrido al cuete/por toda la historia/y la meta ha sido/la gran frustración», reza el tango que abre el espectáculo. Vestido de jockey sobre un caballo de utilería, aparece Pinti; no cambiará su vestimenta en todo el show, sólo pondrá sobre ella elementos que le sirvan para personificar a algún personaje de la historia.
El comienzo de Pingo argentino conjuga entusiasmo (la música, la coreografía, la escenografía, sencilla pero vistosa) y pesimismo (en los versos del tango, en las palabras de Pinti); prepara al espectador para lo que vendrá: una serie de tristes verdades sobre la historia y la actualidad política, dichas con humor.
Si bien los cuadros musicales pasan por distintos géneros, la poesía del tango, explícita e implícitamente, atraviesa toda la puesta. El primer monólogo es brillante. Parado en sus 67 años, el actor avisa que a esta altura de su vida no piensa andar con rodeos —nunca anduvo—, y sus palabras revelan la bronca y el escepticismo acumulados en dos años de no estar frente al público para decir uno de sus textos. Después del éxito de Los productores —comedia musical que protagonizó con Guillermo Francella—, Pinti volvió. La gente lo agradece.
Alterna los monólogos con números musicales y escenas actuadas con artistas del elenco, que le permiten acelerar el repaso de la historia argentina desde Juan de Garay y la Segunda Fundación de Buenos Aires (1580), hasta nuestros días. Por ejemplo, el siglo XIX es retratado televisivamente. Belgrano, Mariano Moreno, Castelli, Rosas, Sarmiento y otros desfilan por un estudio televisivo y hay una parodia de programas actuales.
Todo está tan mal que Pinti se ve obligado a acudir a Dios. Una escalera baja del cielo, pero en lugar de una solución, llegan las vedettes de nuestro tiempo: la globalización, la contaminación, la corrupción, la impunidad y la inseguridad. Y casi no quedan esperanzas…
Rodeado de un elenco talentoso, en el que se sobresalen Diego Hodara y Mariela Moumdjian; con atractivas coreografías de Ricky Pashkus (que logran sacarle buenos y ágiles pasos al propio Pinti), una acertada dirección también de Pashkus y escenografía de Oria Puppo; con vestuario de Renata Schussheim, que no sólo es impecable, sino que además presenta hallazgos interesantes, como el piano incluido en las vestimentas de Blas Parera y Mariquita Sánchez de Thompson, y con música original de Julián Vat y Eduardo Criscuolo, Pinti no se calla nada y hace que Pingo argentino represente la voz del pueblo.
El elenco de Pingo Argentino está integrado por Diego Hodara, Mariela Moumdjian, Andrea Buosi, Veronica Garbarello, Mara Moyano, Carla Noval, Leandro Heredia , Federico Moore, Roberto Peloni, Carlos Perez , Pedro Velazquez, Jimena Gonzalez y Pablo Juin, todo bajo la dirección general y coreografía de Ricky Pashkus.
