Salta – 28 de abril de 2008
Víctor Manuel Cobos, ex empleado de La Veloz del Norte involucró al empresario Marcos Levin en las detenciones ilegales y torturas que sufrieron delegados gremiales y empleados de esta firma en 1976, cuando el país estaba bajo la dictadura militar. Señaló al ex subcomisario Víctor Hugo Bocos como quien dirigió las sesiones de tortura a las que fue sometido.
Víctor Manuel Cobos es hermano de Martín Cobos, el chico que fue muerto a los 17 años, por un grupo de tareas que el 25 de septiembre de 1976 irrumpió en su casa en esta ciudad en busca de otro hermano, Enrique Cobos.
Actualmente Víctor Cobos integra el conjunto folclórico Los Cantores del Alba y por eso, debido a que viaja mucho, se presentó espontáneamente el 21 de abril en el Juzgado Federal Nº 2, donde se investiga el homicidio de su hermano y la desaparición de su cuñado, el soldado Víctor Brizzi.
Acompañado por los abogados David Leiva y Tania Kiriaca, y por su hermana Cristina Cobos (esposa de Brizzi) y Nora Leonard, Víctor Cobos contó que en 1976 era chofer de La Veloz del Norte, y era también delegado gremial. Estaba en uno de sus viajes cuando ocurrió lo de su hermano Martín.
Como en su familia sabían que buscaban a Enrique para matarlo, ayudó a sacarlo de la provincia. Desde entonces era vigilado. Y tres meses después, en diciembre de 1976, «buscaron originar una causa en su contra para poder detenerlo» y le «armaron», a él y otros compañeros, Miguel Angel Rodríguez, Norberto Justiniano, Manuel Eugenio Modad, Carlos Lídoro Aponte, Juan Alberto Alonso, Jorge Arturo Romero y Rubén Héctor Vrh, «una causa por estafa contra la empresa La Veloz del Norte».
El ex subcomisario Bocos se encargó de la detención. Cobos dijo que vio a este policía «muchas veces en la empresa La Veloz del Norte hablando con Marcos Levin como si fuese dueño de la empresa, (…) que entraba y salía como quería, actuaba como dueño», a tal punto que cada vez que el chofer llegaba de sus viajes lo encontraba a Bocos en la empresa. En su indagatoria, el 17 de octubre del año pasado, Bocos dijo que era empleado de La Veloz del Norte, a pesar de que por entonces revistaba como subcomisario en la Comisaría 4º.
La primera detención de Cobos fue cuando estaban de paro. Iba en el auto del gremio camino a Güemes, sus captores lo llevaron al galpón de la empresa, donde le desmantelaron el vehículo en busca de armas y luego lo dejaron irse.
Pero volvieron a detenerlo poco después, en diciembre. Bocos fue acompañado por otros dos policías, Cardozo y Figueroa. Lo llevaron a la Comisaría 4º, donde lo mantuvieron encapuchado y esposado y fue torturado con golpes y la aplicación de picana. Se les unió otro policía, el «Sapo» Toranzos.
«Este también es subversivo, hay que limpiarlo», escuchó que Bocos les decía a los otros policías. Fue torturado durante una semana y luego obligado a firmar, con una pistola en la cabeza, una declaración en la que reconocía que había cometido una estafa contra La Veloz del Norte.
Cobos obtuvo la libertad en marzo de 1977. Entonces supo que también «abusaron de las azafatas de la empresa a quienes sometieron a vejámenes», y que hubo otros «detenidos torturados» a los que dejaron en libertad «a pedido de Marcos Levin porque si no se quedaban sin choferes».
Sobre Marcos Levin, el testigo añadió que también solía ir por la empresa el policía Cardozo, que una vez fue el represor Joaquín Guil fue a ver al empresario, quien «tenía amistad con distintos jueces, miembros del Gobierno y de la Policía».
– Fuente: Nuevo Diario