Desde el Boletín del INADI realizamos una entrevista a Hugo Fiamberti, quien visitó nuestra ciudad para presentar el libro “Los derechos de las personas con discapacidad” el pasado 20 de agosto, y disertó en el marco de la “Jornada de buenas prácticas contra la discriminación hacia personas con discapacidad en el Marco de la Convención sobre los derechos de las pcd” organizada por la delegación en Salta del INADI y la Dirección General de Políticas Públicas para Personas con Discapacidad de la Provincia, un día después.
El Licenciado Hugo Fiamberti es Trabajador Social, Responsable del programa de “Participación Ciudadana” de la Fundación Par, Integrante de la Comisión de Discapacidad de la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS), Docente de la “Especialización en gestión de Servicios para la Discapacidad” en el Instituto Universitario de Salud (ISALUD) y Secretario de Organización de la comisión de Discapacidad de la Asociación de Personal Legislativo (APL) en el Congreso de la Nación.
Boletín INADI: ¿Cuáles son los objetivos del libro?
– HF: Cuando pensamos con Carlos en hacer un aporte a partir de la sanción de la Convención, pensamos en un libro, y para escribirlo pensamos en la participación, por lo que invitamos a la jueza María Villaverde y a muchos militantes que trabajan vinculados a la temática como lo hacemos nosotros.
Otro desafío fue lograr el financiamiento del libro que nos llevó un tiempo, pero un libro de 60 o 70 pesos no llega a todo el mundo y nosotros lo que queríamos era que llegara, por suerte lo conseguimos y ahí está.
De todas maneras tomamos como una excusa el hacerlo y hacer las presentaciones porque genera esto, acercarnos a referentes que vienen trabajando, en definitiva generar debate, esa fue la intención, junto con el aporte que hicieron gente especializada que trabaja en cada una de las áreas.
BI: Hablemos de la Jornada
– HF: Con respecto a la jornada de hoy, se dio lo que esperaba, generar debate, yo empecé con la Convención y sus puntos principales, cómo fue su construcción, que se hizo con la participación de los movimientos de personas con discapacidad, cosa que no sucedió con los otros tratados de derechos humanos, lo que no significa que los desvalorice pero esto le da más legitimidad a la convención porque 45 de los 50 artículos fueron construidos con los técnicos.
BI: Pasemos a La Convención sobre los derechos de las pcd entonces
– HF: La convención está construida sobre un modelo ideológico, conceptual que es el modelo social de la discapacidad, esto es fundamental y se ve reflejado en cada uno de los artículos y en su conjunto. Pone la cuestión no en el déficit de la persona sino en la discapacidad que generan comportamientos y prácticas de la sociedad conforme a un modelo instalado, médico hegemónico, que pone el énfasis en el déficit, que no puede ver la capacidad de la persona, que no lo considera como un sujeto de derecho. Esos son los ejes de la convención, en donde se determina que la discapacidad está determinada por los obstáculos que genera la sociedad y que al sujeto con discapacidad lo considera un sujeto asistencial y no un sujeto de derecho.
Ahora, estamos obligados, como país, como provincias y como municipios a adecuar las legislaciones que hay conforme a esos ejes, que son la autonomía, la participación, el modelo social, considerar al otro como sujeto de derecho. Estamos obligados también a reformar las políticas públicas, no volarlas de un plumazo, hay que analizar, hay algunas muy buenas.
BI: Hablaste mucho de la Construcción de Normalidades
– HF: Claro, desde que te levantás hasta que te vas a dormir construís normalidades, no sólo con respecto a la discapacidad, por ejemplo con la naturalización de la pobreza en la calle, de la pobreza misma, la injusticia. Establecemos que es normal ver chicos en la calle. En el caso de la discapacidad lo que dice la “normalidad” es que hay que asistirlos siempre porque ellos no pueden, siempre vamos por la negativa, en los términos médico hegemónicos es “no puede ver”, “no puede caminar”, “no puede oír”, “no entiende, no comprende”, entonces nosotros somos los que los asistimos, los que construimos por ellos porque encima “no participan”, los que nos metemos en sus vidas privadas porque “ellos no saben”.
BI: En cuanto a la Convención, y para nosotros los periodistas, ¿cuáles son los conceptos falsos y cuáles los legítimos? Vos hablás de “Persona en situación de Discapacidad”
– HF: Claro, estos son conceptos un poco contradictorios… en realidad no es tan contradictorio, a ver, la convención no determina literalmente “persona con discapacidad”, es la que acepta porque es universalmente la que está, sí deja libre dentro del modelo social, otro tipo de denominación, pero de alguna manera legitima la actual que es “persona con discapacidad”. Yo, como otra gente de la Universidad Nacional de Colombia, hemos trabajado con “Persona en situación de Discapacidad”, para mí hubiera cerrado mejor la cosa porque la situación la crea el entorno, es un concepto que viene de la psicología, por ejemplo “persona en situación de pobreza” porque no surge sola, viene de una situación de injusticia, creada por una sociedad, la discapacidad en los términos del modelo social también. Por eso digo que hace un poquito de cortocircuito con la convención, de todas maneras no es “capacidades diferentes” ni “personas especiales” ni “discapacitados”, ni todas estas cuestiones que nos cuesta poner en palabras, por eso en definitiva “persona con discapacidad”, más allá de que pone el énfasis en la discapacidad, denomina a la persona y la pone en primera persona, pasa que si queremos avanzar en el concepto deberíamos utilizar “persona en situación de”.
La sociedad ¿está preparada para afrontar y adaptarse a la convención?
– Todos los puntos no. Muchos están ya en la legislación, por ejemplo el de la accesibilidad edilicia, falta mucho pero hoy día nadie se plantea ¿para qué una rampa? Hoy discutimos si está bien construida o no, si tiene mucha pendiente. Pero por ejemplo, el tema de la educación inclusiva es un punto que ya se viene trabajando hace rato y tenemos muchos problemas, la cuestión de integración e inclusión. Otro es el de la capacidad jurídica, hasta que a eso lo comprendamos y podamos crear un sistema de apoyo para la toma de decisiones va a ser duro, como el tema de la sexualidad, esta cuestión de intrometerse en la vida privada del discapacitado mental, de manejar su sexualidad, eso va en contra de los derechos que establece la convención. Esos puntos son, creo, los que van a ser más difíciles de abordar. ¿Cómo son los tiempos de esto? No lo se, depende de cuanto más rápido la gente conozca la convención, mientras los profesionales, las personas con discapacidad no la adopten como un modelo a seguir, con un pensamiento crítico desde donde cada uno de los que estuvieron acá direccione y accione, mientras no hagamos eso, bueno, serán logros parciales en una provincia, en una localidad, a nivel nación. Esto queda sujeto a cómo lo tomemos y a cómo decidamos accionar, es la lucha de los movimientos y la lucha de las minorías.
Va a depender de la difusión también, cuando vos instalás un tema, tiene que provocar la discusión, que no te asegura llegar a donde vos pretendés llegar, pero si no provocás discusión, si no instalás el debate, no direccionás la atención hacia ese lugar. Después necesitás otras cuaestiones, una vez generado el debate, tenés que generar espacios donde seguir generándolo, buscar referentes. Esto es en términos de militancia que se trabaja, poder avanzar estratégicamente y buscar referentes que sigan la lucha. ¿Hasta dónde vamos a llegar? no lo se, depende después de las capacidades, de las condiciones y las oportunidades que uno pueda crear, hay muchos factores, pero la construcción en políticas públicas en términos de minorías es así, tenés que estar en todos los espacios y en el momento justo y a veces el momento justo hay que crearlo.