El actor Brad Pitt defendió su «vida privada» pese a disfrutar «del lado público» de su profesión.
«Disfruto del lado público, pero me gusta preservar mi vida privada», declaró Pitt en la multitudinaria rueda de prensa que dio hoy, con motivo de la presentación del filme, que se presenta fuera de la Sección Oficial del Festival Internacional de Cine.
Emparejado con la también actriz Angelina Jolie, con la que tiene seis hijos, Brad Pitt prefiere, como si de una máxima se tratase, «preservar ante todo la vida de los niños y sacar tiempo para estar con ellos».
«Al principio, todo esto de la popularidad era muy confuso y complicado, incluso me obligaba a ocultarme, ahora todo es diferente», añadió el actor.
La estrella, que, cuando mira «hacia atrás», cree que ha «tenido suerte» y ha realizado «una carrera interesante, unas veces con aciertos y otras no», tuvo, a su llegada al hotel donde se aloja, un cordial comportamiento con los numerosos admiradores -en su mayoría mujeres- que le esperaban bajo la lluvia.
Ataviado con una visera negra, grandes gafas de sol y una poblada barba, el actor estadounidense posó unos segundos para la prensa, saludó a la gente que le esperaba y firmó numerosos autógrafos.
En la última película escrita y dirigida por Tarantino, una visión sarcástica e irónica en tono de «western» de la Francia ocupada por la Alemania nazi, Pitt es el teniente Aldo Raine, un militar muy violento que dirige un grupo de soldados judíos, a los que se les encarga acabar con el Tercer Reich.
La película tiene un reparto coral formado por Christoph Waltz, Eli Roth, Diane Kruger, Daniel Bruhl, Til Schweiger y Melanie Laurent, sobre los que Pitt comentó que son «de máxima calidad, cada uno de ellos con una especial relevancia en la historia».
«Inglourious Basterds», que llegará en octubre a la mayor paret de las salas de Latinoamérica, está rodada en los míticos estudios Babelsberg de Berlín, en donde Josef von Sternberg dirigió «El ángel azul», con Marlene Dietrich, o Fritz Lang «Metrópolis», e incluso el propio Goebbels hizo sus películas.
«El rodaje -comentó Pitt- fue fantástico, porque el plató era como una iglesia y en la iglesia estaba Dios, que era Tarantino, y siempre, de Dios, se aprenden muchas cosas», demostrando algo que hoy pudo verse hoy en la rueda de prensa, durante la que se adularon mutuamente: que actor y director también son buenos amigos.
Brad Pitt, que como productor e intérprete tiene en ejecución proyectos como «Money ball» y «La ciudad perdida de Z», confesó que no es un actor «metódico».
«No me llevo los personajes a casa, los dejo en el plató. Eso sí, cuando acabo una película, estoy deseando encontrar una buena historia nueva», añadió el protagonista de «The curious case of Benjamin Button».
«Para mí no es complicado trabajar con estrellas, quizá para el equipo pueda resultar un tanto raro», comentó Tarantino, quien señaló que, con Brad Pitt, tenía «la deuda pendiente de rodar juntos y encontrar un personaje. Ese personaje ha sido el teniente Raine».
– Fuente: EFE