Los tentáculos de José Alperovich siguen arrasando con los medios y
programas independientes en Tucumán. El objetivo es que sólo se pueda
escuchar la voz del gobernador y sus sirvientes.
Por segunda vez en pocos meses, la periodista Beatriz Silverstein se
quedó sin programa radial. Antes se había tenido que ir de Radio Nacional
Tucumán, y ahora abruptamente le levantaron el programa que se emitía de
10 a 14, de lunes a viernes, por Radio Rivadavia Tucumán.
Alperovich no quiere oir voces independientes. Utiliza la millonaria
publicidad oficial como herramienta para someter a las empresas
periodísticas.
Su visión sectaria lo lleva a querer imponer en todos los medios privados
la política de censura y burda propaganda que desde hace años aplica en
Canal 10, la telemisora que supuestamente pertenece a la Universidad
Nacional de Tucumán, pero que ha sido “entregada” por el rector Juan
Cerisola a su socio Alperovich.
ACTUALIDAD
La conexión Alperovich-«Flay» Roldán: Vargas Aignasse admite que el
barrabrava trabaja para el PJ
07 de Junio de 2010 |
El diputado nacional Gerónimo Vargas Aignasse (PJ) admitió que conoce a
Sergio «Flay» Roldán, principalmente porque su padre, Ramón Roldán, es
un dirigente emblemático de Villa 9 de Julio. Esta es la zona de
influencia política del parlamentario; de ahí su conocimiento de la
familia Roldán. «Son ocho hermanos que trabajan políticamente», acotó.
En cuanto a la presencia de «Flay» en Sudáfrica, manifestó su sorpresa,
y recordó que promovió un proyecto de ley para impedir que los
barrabravas viajaran a ver el Mundial.
Roldán no sólo se había ganado el reconocimiento como líder de «La
banda del camión». También exhibió su perfil solidario organizando
chocolates o espectáculos para los familiares de los reclusos en los días
de visita mientras estuvo detenido en el penal de Villa Urquiza. En los
últimos tiempos se había transformado en un activo puntero político del
Justicialismo en las siempre difíciles barriadas de Villa 9 de Julio. «Me
interesa mucho la política. Estoy trabajando para ser concejal. Se
necesita mucho tiempo cuando no hay dinero para hacerlo», reconoció hace
poco tiempo durante una charla informal.
El barrabrava siempre encontró lazos protectores en los políticos del
PJ. Cuando fue detenido después del enfrentamiento en el que murió Luis
Gerardo Caro se comprobó que era empleado «ñoqui» del por entonces edil
capitalino Antonio Alvarez (PJ).
Los primeros tiempos de detención no fueron felices. Sus compañeros de
encierro confirmaron que él y los otros implicados en el caso habían sido
golpeados por otros reclusos. En su rostro y en distintas partes de su
cuerpo «Flay» acarrea huellas de los malos momentos que debió soportar en
Villa Urquiza.
Al salir del penal, con Roldán a la cabeza, «La banda del camión» ganó
espacios e importancia en las tribunas de La Ciudadela. Pero hace más de
un año, cuando el «santo» estaba en Primera, se rompió la unidad. El y
toda su gente, como nunca antes había ocurrido en la historia del club, se
mudaron de cabecera. Dejaron en poder de «La Brava» las gradas que dan a la
calle Rondeau y se adueñaron de la popular que da a Bolívar. Gracias a
acuerdos con otras hinchadas y organizando la movida en la cancha, sus
adeptos fueron creciendo.
Quienes lo conocen no dudan de su capacidad de movilización. Muchos de
los referentes políticos de Villa 9 de Julio recurren a él para organizar
actos, darle participación en conflictos gremiales y ofrecer protección a
personalidades que intentan conquistar terrenos que no les son propios.
– Contexto: 9 de junio