Por la reincorporación del compañero despedido y el cumplimiento del acta acuerdo
Ayer miércoles 11, los trabajadores de la salud tucumana realizaron una jornada de protesta por la reincorporación del delegado del Movimiento de Trabajadores Autoconvocados de la Salud Carim Asus. El gobierno solo respondió con mentiras y agresiones.
Desde cerca de las 6:30 de la mañana, los trabajadores del Centro de Salud fueron concentrándose en el Hospital para llevar adelante las medidas decididas en asamblea del día martes para protestar por el despido del Dr. Carim Asus.
Carim, es delegado autoconvocado por el Hospital, elegido democráticamente por las bases y uno de los principales referentes del Movimiento. Evidentemente, es este rol de luchador el que “molestó” al impresentable ministro de Salud Pablo Yedlin, quien firmo su destitución, ya que el cuento de que se le “rescinde” el contrato por que sus servicios no son necesarios para el sistema, no lo puede creer nadie, ya que es uno de los solo cinco cirujanos toráxicos con que cuenta la provincia.
De la manera más burda y autoritaria posible, el gobierno busca golpear a un Movimiento que cada día con su lucha y denuncias, pone en evidencia el estado de descomposición, de incompetencia e ignorancia de los “dirigentes” de la salud pública tucumana, así como de todo el gobierno. Busca golpear en el flanco que cree más débil, el de los precarizados, ya que al igual que otros cientos de trabajadores del estado provincial, el delegado despedido trabaja en esas condiciones, cumpliendo un reemplazo llamado “permanente”. Pero el autoritario gobernador ignora la potencia que reside en la unidad de los trabajadores, y desde la altura de su soberbia es incapaz de percibir que en el Movimiento se lucha de manera unitaria, y que cuando tocan a un compañero, nos están tocando a todos.
La jornada de lucha
Desde temprano el Hospital permaneció cerrado al público, atendiendo únicamente en la Guardia. Se cerraron todas las puertas de acceso, se cerraron los quirófanos suspendiendo previamente las cirugías, y se clausuraron los accesos a Dirección, Personal y Administración. Por supuesto, el Director del Hospital, Dr. Ricardo Figueroa, y toda su cúpula de secuaces, demostraron de qué lado están en este conflicto, y siendo fiel a su ya tradicional obsecuencia al poder ejecutivo, no pisaron el Hospital para dar la cara e intentar arreglar la situación.
Pero temprano comenzaron las provocaciones. Un grupo de integrantes de la “seguridad” privada del Hospital, comandados por el dueño de la empresa Cóndor, Jorge Soria, pretendieron por la fuerza abrir los pasos al Hospital. En el acceso de la Guardia al Hospital se produjeron forcejeos, y varios trabajadores fueron agredidos por estos patoteros a sueldo del Ministerio de Salud. Soria, que ahora detenta el “ostentoso” titulo de “empresario”, no puede ocultar el fascista que lleve adentro, lo que se percibe en cada gesto y en cada palabra que dirige hacia los trabajadores. Claro que no se puede esperar otra cosa de este personaje, hermano del siniestro “feto” Soria, integrante de la banda del “Malevo” Ferreyra. A pesar de esto, los trabajadores se mantuvieron firmes en su decisión de mantener clausurados los accesos.
Con el transcurso de las horas, el Hospital se fue poblando de trabajadores de Caps y Hospitales de puntos tan lejanos de la provincia como Ranchillos, Simoca, Concepción, de toda la Capital, que llegaban a demostrar su apoyo a los trabajadores del Centro de Salud. Una muestra más de que en el Movimiento se puede discutir, tener opiniones diferentes, expresarlas apasionadamente y con firmeza incluso, pero cuando hay que demostrar solidaridad, cuando hay que luchar, los trabajadores autoconvocados están todos unidos.
En asamblea Interhospitalaria en el hall del Hospital, todos los trabajadores decidieron marchar a la sede del Siprosa -Sistema Provincial de Salud-. En repetidas oportunidades, representantes del gobierno plantearon que iban a recibir a una comisión de los Autoconvocados para negociar la reincorporación del delegado despedido. Así, una vez en el Siprosa, se informó que el Ministro Yedlin se encontraba en Casa de Gobierno, y que allí se reuniría con una comisión de cinco delegados, por lo que la manifestación se dirigió hacia Plaza Independencia. Pero tras más de tres horas de espera, nadie del gobierno se hizo presente a negociar. Los trabajadores hicieron gala de una paciencia y una serenidad encomiables, soportando una tras otras las mentiras y las maniobras dilatorias del gobierno, que apostó al desgaste y a la desmovilización. Pero la paciencia tiene un limite, y los trabajadores avanzaron y pasaron por sobre las vallas de la policía, la cual contesto con algunos golpes. Fue solo una pequeña escaramuza, pero debe ser un indicio para el gobierno de que no debe tentar la paciencia de los trabajadores cuando se organizan y luchan de manera digna y convencida por los que les corresponde.
¿Cómo sigue la protesta?
Este miércoles no hubo respuesta por el gobierno. Incluso el ministro reafirmó en declaraciones a la prensa que no se reincorporará al Dr. Asus. Tras la protesta, en Asamblea frente a la casa de gobierno, se decidió cerrar totalmente todos los Hospitales de la Provincia a partir de este jueves, decidir en Asamblea Interhospitalaria- a realizarse el jueves a las diez en el Centro de Salud- los pasos a seguir, y después volver a marchar a Plaza Independencia.
Este gobierno ha dado sobrada muestras de su carácter autoritario y contrario a los intereses de los trabajadores. No le tembló el pulso en reprimir, apretar, despedir y en someter a los trabajadores a deplorables condiciones laborales, y por las perspectivas actuales, tampoco tendrá problema en hacerlo de aquí en más. Todos somos concientes de la justeza del reclamo del cumplimiento del acta acuerdo, así como del pedido de reincorporación de Carim. Pero debemos ser concientes que no basta con tener la razón. Que no basta con que el reclamo sea justo. Tras un año y medio de lucha, no basta con mirarse y decir que de este lado estamos los dignos y del otro los corruptos, los miserables. La única forma de conseguir el triunfo es avanzar en organización, desde abajo y de manera democrática. Así el reclamo se incrementará, masificándose aun más. Cuando en noviembre pasado el gobierno se vio obligado a firmar el acta acuerdo, fue porque tuvo las calles llenas de trabajadores y los hospitales cerrados. Ese es el camino. ¡¡¡Porque si el presente es de lucha, el futuro es nuestro¡¡¡
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