El INADI Delegación Salta, adhiere y felicita la declaración del Juez Norberto Oyarbide en donde resuelve con entidad de sentencia definitiva que el estado Turco: ha cometido delito de genocidio en perjuicio del pueblo Armenio, en el período comprendido entre los años 1915 y 1923. En el mismo fallo se declara que “en el marco de tramitación de la presente causa n° 2.616/2002, y en el contexto histórico de los hechos comprobados a tenor de la declaración contenida en el punto resolutivo I, que se ha comprobado con idéntica entidad probatoria, la preexistencia y el carácter de víctimas de las familias paterna y materna de Gregorio Hairabedian, integrantes de Pueblo Armenio residente en el territorio del Imperio Otomano, y luego Estado de Turquía.
A tan sólo 24 días del 96° aniversario del genocidio de armenios, la Comunidad Armenia Argentina cierra diez años de búsqueda de verdad en la Justicia argentina con un fallo que reconoce el genocidio de armenios en un contexto que, como expresa el mismo fallo: “Es la resultante de un novedoso segmento procesal inaugurado en la República Argentina, con entidad de proceso esclarecedor de sucesos que indudablemente, adquieren inserción dentro de los denominados delitos de lesa humanidad, y en ese contexto, el puntual tipo del genocidio; cuya evocación y memoria requieren, su consideración en un rango legal acorde a la gravedad del hecho cometido”.
El fallo del juez Oyarbide es la conclusión de un largo proceso judicial iniciado el 29 de diciembre de 2000 por el escribano Gregorio Hairabedian cuando presentó una demanda por la Verdad y por el Derecho al Duelo, relativo al Genocidio de Armenios por parte del Estado de Turquía durante los años 1915- 1923, del cual específicamente fueron víctimas integrantes de su familia paterna y materna radicada en dicha época en los vilayetos de Palú y Zeitún, en Armenia por entonces bajo el dominio del Imperio Otomano.
Esas actuaciones se sustanciaron ante el Juzgado Nacional Criminal y Correccional Federal n° 5, a cargo del Doctor Norberto M. Oyarbide, Secretaría n° 10, a cargo del Dr.Pedro Diani de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Después de apelar resoluciones desfavorables de la primera instancia, la Excma. Cámara Nacional en lo Criminal y Correccional Federal, ordenó al Juez de Primera Instancia se lleve a cabo una investigación, en el marco de lo que se ha dado en llamar «Juicios de Búsqueda de la Verdad».
En 2002, el Juzgado del doctor Oyarbide solicitó al gobierno de Turquía, a través de la Cancillería argentina, informes detallados sobre la suerte corrida por los familiares paternos y maternos de Gregorio Hairabedian, entre 1915 y 1923 y que se pongan a disposición los archivos que posean relativos a tales sucesos. Asimismo, se solicitó información a los gobiernos de Gran Bretaña, Estados Unidos, Alemania y Estado Vaticano. En 2005, se amplió el pedido de información a Egipto, Jordania, la Autoridad Palestina, Irán, Siria, Líbano, el Comité Internacional de la Cruz Roja y la Iglesia Armenia.
Es importante señalar que en diciembre de 2005, las instituciones de la Comunidad Armenia se sumaron como co querellantes a la ampliación de la Demanda por el Derecho a la Verdad relativa al Genocidio de Armenios. Estas instituciones son: La Unión General Armenia de Beneficencia, la Institución Administrativa de la Iglesia Armenia, Asociación Cutural Armenia, Cámara Argentino Armenia de Industria y Comercio, Unión Cultural Armenia, Unión Compatriótica Armenia de Marash, Asociación Tekeyan y Unión de Residentes Armenios de Hadjin, Unión General Armenia de Cultura Física y la Asociación Civil Armenia de Beneficencia de América del Sur.
Durante diez años, se llevó a cabo una exhaustiva búsqueda de documentos oficiales de los estados de Francia, Bélgica, Alemania, Vaticano y Gran Bretaña para obtener documentos que pudieran ser presentados en el juicio a modo de evidencia probatoria. Parte de ese proceso incluyó la recopilación de testimonios orales de sobrevivientes del genocidio armenio residentes en Argentina, trabajo que se realizó con la metodología y la colaboración del equipo del Programa de Historia Oral de la Universidad de Buenos Aires.
También han enviado informes sobre el genocidio armenio la Iglesia Apostólica Armenia, la Iglesia Católica Armenia y la Iglesia Evangélica Armenia.
En abril del año 2010, en el 95º aniversario del genocidio armenio, se presentaron las pruebas recolectadas, traducidas y certificadas ante el tribunal interviniente y en diciembre del mismo año se presentó un «Petitorio» firmado por las autoridades de la comunidad armenia argentina junto a Gregorio Hairabedian, solicitándole al juez que dictara sentencia en función de las pruebas presentadas a lo largo del proceso. Al menos 10 sobrevivientes e hijos de sobrevivientes del genocidio armenio residentes en la Argentina prestaron declaración testimonial ante el Juez Oyarbide.
Asimismo, se presentaron testimonios de prensa del New York Times, Washington Post, Manchester Guardian, Boston Daily, La Nación, La Prensa y La Razón de los períodos 1915-1923. También se agregó un informe detallado con los reconocimientos internacionales del genocidio armenio y particularmente la posición del Estado argentino, expresada en la sanción de la Ley 26.199 y un certificado del Arzobispado de la Iglesia Armenia donde se deja constancia que no cuentan con registros del paradero de los familiares de Gregorio Hairabedian.
Con este fallo, la Colectividad Armenia en Argentina no sólo alcanza una valiosa resolución histórica en el marco de los procesos de los Juicios por la Verdad, sino que también inicia una nueva etapa que es la de la reparación para el pueblo armenio víctima del genocidio.
“El Estado Turco ha cometido delito de genocidio”
Un juicio histórico, en mi opinión. No suelo aplaudir frecuentemente (ni tampoco espaciadamente, a decir verdad) a la Justicia de mi país. Pero esto es un triunfo histórico de la lucha universal por la memoria.
L@s maestr@s deberíamos en-señarlo en las aulas, así como deberíamos contar la historia de Carlos Fuentealba. Y digo en-señar, hacer bandera en el mejor sentido de la palabra. Bandera de vida y memoria.