La heredera de Ernestina de Noble participó de la misión de la Sociedad Interamericana de Prensa en Chile. El multimedios usa todos los recursos a su alcance para ocultar la verdad sobre la identidad de la joven.
Antes de desembarcar anoche (3 de mayo) en la Argentina, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) hizo una escala en Chile, donde promovió la Declaración de Chapultepec, un decálogo de lo que esa organización considera “los principios fundamentales para que una prensa libre cumpla su papel en la democracia”.
El documento, que firmó el presidente chileno Sebastián Piñera, fue el cierre de las actividades que la cámara empresaria llevó a cabo en Chile. El Grupo Clarín envió dos representantes: Saturnino Herrero Mitjans, director de Asuntos Corporativos del multimedios, y Marcela Noble Herrera, heredera de Ernestina Herrera de Noble, cuyo origen está en duda, ya que la justicia investiga si fue apropiada durante la dictadura.
Herrero Mitjans, en una reciente entrevista con el diario El Litoral de Santa Fe, reconoció que en general las empresas “suelen tener una gestión humana autoritaria, muy poco democrática”.
Teniendo en cuenta que la representación sindical en las empresas del Grupo está vedada, sus palabras sonaron como a una confesión de parte. En tanto, la elección de Marcela Noble Herrera para representar al Grupo Clarín en la delegación internacional de la SIP, que viene a denunciar una supuesta falta de libertad de prensa en el país, parece una paradoja. En especial, si se tiene en cuenta que el poderoso multimedios usó hasta ahora todos sus recursos para impedir que se conozca la verdad y entorpecer la causa judicial que investiga la supuesta apropiación de Marcela y su hermano Felipe. Una investigación que el sábado pasado cumplió diez años, durante los cuales sorteó todo tipo de obstáculos, entre ellos la negativa rotunda de los herederos del grupo a someterse voluntariamente a una prueba de ADN. Si se llegara a probar que los hermanos Noble Herrera son hijos de desaparecidos, la dueña del grupo y su CEO, Héctor Magnetto, podrían ser procesados por un crimen de lesa humanidad imprescriptible.
– Tiempo Argentino
Marcela Noble defiende la libertad de expresión en nombre de Clarín
Noble, Magnetto, devuelvan a los nietos