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domingo, noviembre 24, 2024

A la memoria de Omar Calabrese

Notas más leídas

– Memoria compartida

Estimados colegas y amigos:

Unimos estas palabras a las muchas que se están escribiendo a la memoria de Omar Calabrese, colaborador de la revista Tópicos del Seminario y quien fuera nuestro invitado a dictar el curso anual de especialización en Semiótica en junio de 2006. Su estancia en Puebla será imborrable pues su seminario, dictado en español, fue esperado con gran expectación y escuchado atentamente por un gran auditorio proveniente de distintas provincias mexicanas. Sus libros La era neobarroca, El lenguaje del arte y Cómo se lee una obra de arte son utilizados en nuestro medio como textos indispensables para las materias de semiótica de la cultura y del arte. Su presencia en este grupo quedó marcada: quiso la desgracia que a Omar Calabrese le tocara vivir junto a nosotros un trágico suceso que ocurrió durante sus días aquí. Omar supo acompañarnos con solidaridad, calidez y entereza y dio término a su curso con toda la responsabilidad y el ánimo con el que lo había comenzado.

Reencontrarnos en Venecia en 2010 fue una grata experiencia, lo vimos fuerte y apoyando, junto con otros colegas, proyectos de gran futuro para la semiótica. Hace apenas tres semanas envió una colaboración para el número de Tópicos que se está preparando dedicado al color. Nos queda su valioso trabajo, su obra y su amistoso gesto.

– Raúl Dorra, María Isabel Filinich, Iván Ruiz, María Luisa Solís Zepeda y Luisa Ruiz Moreno.

– Programa de Semiótica, SES.

– Puebla, México. Abril de 2012

Murió Omar Calabrese

Ha muerto durante la noche del sábado, de un infarto, el semiótico
italiano Omar Calabrese. Florentino, tenía 62 años. Era catedrático en la Universidad de Siena, y había enseñado anteriormente en la de Bolonia. Como conferenciante había recorrido gran parte de las mejores universidades europeas y americanas.

Estaba muy relacionado con los ambientes culturales y académicos españoles, y especialmente con la Universidad del País Vasco y con la Asociación Vasca de Semiótica. Varios de sus libros han sido traducidos al español, con notable repercusión: ‘La era Neobarroca’ (ed. Cátedra, 1989), ‘Cómo se lee una obra de arte’ (ed. Cátedra, 1993) y ‘El lenguaje del arte’ (ed. Paidós,
1997, 2003). Otros más merecerían ser traducidos. Ha publicado sugestivos artículos en ‘La Revista de Occidente’ y en otras más. En Italia sus libros, más de veinte en editoriales de prestigio, son una referencia en el ámbito del arte, de la comunicación y de la política.

También ha sido estimado al norte de los Pirineos. Además de mantener relaciones frecuentes desde hace casi cuarenta años con la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales (EHESS) de París, publicaba igualmente en francés. ‘L’art de l’autoportrait’ (2006) y ‘L’art du trompe-l’œil’ (2010) son dos buenos ejemplos. Este último libro recibió el premio Bernier de la Académie Française.
Destacado especialista en el análisis semiótico del arte, se había formado aunando las tradicionales escuelas italianas de estética con los novedosos estudios audiovisuales del DAMS de Umberto Eco en Bolonia, y con la escuela parisina de semiótica estructural de A.J. Greimas, sin descuidar las enseñanzas de Claude Lévi-Strauss y Roland Barthes.

Omar Calabrese, como Umberto Eco, o incluso mejor, podía realizar el
análisis más especializado e inteligente sobre un ínfimo detalle en una
pintura de Giotto, o bien la más comprensible e interesante de las
divulgaciones sobre cualquier artista contemporáneo.

Ciudadano progresista, se había implicado varias veces en responsabilidades públicas: concejal en el ayuntamiento de Bolonia, asesor de cultura en el de Siena, consejero de política editorial y comunicación del gobierno de Romano Prodi. Había realizado programas divulgativos de arte en las cadenas italianas, y colaboraba en los mejores periódicos y revistas de su país:
‘La Repubblica’, ‘Il Corriere della Sera’ y ‘L’Espresso’. Era un promotor cultural de primer orden, dirigía importantes instituciones, y poseía un instinto artístico, intelectual y sociológico irrepetible, capaz de comprender antes que nadie el espíritu y los movimientos de la cultura contemporánea.

Quizá la mezcolanza de intereses y experiencias entre lengua, televisión, cine, fotografía, pintura, moda, periodismo y política, sumada a su capacidad de adaptarse a los públicos más dispares, al rigor y a la claridad, a la cultura del pasado y a la del presente (a la de la ultimísima hora), a lo elitista y a lo popular, a lo espiritual y a lo
material, quiza todo ello es lo que le otorgaba su carácter especial,
inconfundible como su figura.

Era un dandi en su aspecto y un izquierdista en su corazón: un exquisito en medio del pueblo. Muy educado, considerado, acogedor y elegante, parecía un aristócrata nada altivo ni pretencioso, sacado de una película de Visconti o de Bertolucci. Sin embargo, podía resultar directo e incisivo cuando la ocasión lo requería, y no era raro verle polemizar con temible ardor en los debates académicos.

Con afecto, muchos le recordamos mientras paseaba de noche, al final de los años 80, por las Siete Calles, y, no hace mucho tiempo, bajo el sol filtrado por las hojas de los árboles, entre el Museo de Bellas Artes y el Guggenheim.

– José María Nadal

www.elcorreo.com 1 de abril de 2011

1 COMENTARIO

  1. A la memoria de Omar Calabrese
    fue un buen escritor del arte me han hablado en clases de le de el señor omar calabrese y me eh dado cuanta de que fue un gran escritor

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