Ethel Rojo se fue una mañana de domingo, la del 24 de junio, a los 74 años. La recordaremos como una figura estelar y multifacética, que supo cómo deslumbrar al público de varios países del mundo. Sus restos son velados el domingo desde las 17 hs en la casa Zucotti (Av. Córdoba al 5000) e inhumados el lunes 25 a las 11 hs en el Panteón de Actores del Cementerio de la Chacarita.
Ethel Rojo nació en Santiago del Estero en 1937. Llegó a Buenos Aires en la década de 1950 para debutar en el escenario del Teatro Maipo. Pronto se convirtió en un emblema de la revista, como primera figura o compartiendo protagonismo con su hermana Gogó, con quien formó una de las duplas más recordadas del género. En “El Maipo Super Star” con Dringue Farías, Jorge Porcel y Osvaldo Pacheco, las hermanas aparecían completamente pintadas de dorado, con sus cuerpos cubiertos de polvo de oro. Fue un cuadro que causó sensación y que representa un hito de la revista porteña hasta el día de hoy.
Ethel fue una artista completa y versátil, una mujer que llevaba el espectáculo en su alma: deslumbró como vedette, compuso efectivos personajes en decenas de comedias, cantó y bailó con pasión, dictó clases en su centro de formación artística y dirigió shows de revista.
Debutó en cine en la película “Pobre pero honrado” con Pepe Iglesias y Beatriz Taibo, y luego participó de casi 20 filmes argentinos y extranjeros, entre ellos “El satélite chiflado” con Jorge Luz y Beba Bidart, “Amor se dice cantando” con Julia Sandoval y Luis Dávila, el western “Minnesota Clay” dirigido por Sergio Corbucci, “Casa Flora” con Lola Flores, “Hay que romper la rutina” con Alberto Olmedo y Jorge Porcel. Su última aparición en la pantalla grande fue en 2008, en la película “Luisa” con Leonor Manso, dirigida por Gonzalo Calzada.
En televisión, participó de “No toca botón” con Alberto Olmedo, la telenovela “El duende azul” con Lucía y Joaquín Galán, “Sólo un hombre” con Carlos Calvo y Marita Ballesteros y como conductora en “Gánele al 2”.
Su carrera teatral fue extensa y variada. Desde que llegó a Buenos Aires siendo una adolescente hasta los últimos meses de vida, pisó los escenarios en forma casi ininterrumpida, llenándolos con su talento. Sus últimas apariciones teatrales fueron en “Por amor al Maipo”, celebrando los 100 años del tradicional teatro porteño, la comedia musical “Pimpinela, la familia” en 2010 y “Fortuna 2” en 2011.
– Asociación Argentina de Actores
