El CELS, junto con otros organismos de derechos humanos, presentó la siguiente nota ante el Consejo de la Magistratura en apoyo al juez federal Daniel Rafecas con motivo del avance del proceso disciplinario en su contra.
Buenos Aires, 10 de septiembre de 2013
Sr. Presidente del
Consejo de la Magistratura de la Nación
Dr. Mario S. Fera
S/D
De nuestra mayor consideración:
Los organismos y abogados de derechos humanos firmantes tenemos el agrado de dirigirnos a Ud., en el marco del expediente N° 74/2012 y acumulados, a fin expresarle algunas consideraciones sobre el Juez Daniel E. Rafecas, titular del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 3 de esta Capital, con motivo del avance del proceso disciplinario en su contra.
Desde que asumió su cargo en el juzgado federal, el juez Rafecas ha demostrado un férreo compromiso con el impulso del proceso de Verdad y Justicia por los crímenes del terrorismo de Estado. Desde su juzgado cumplió un papel clave para impulsar y desarrollar estrategias de investigación y ordenamiento de los procesos judiciales que avanzaban en forma muy desordenada y despareja en la Justicia Federal del país a partir de la declaración de inconstitucionalidad de las leyes de obediencia debida y punto final en 2005.
Su actuación mostró un empeño atípico por dar racionalidad a este proceso de juzgamiento de violaciones masivas de derechos humanos, y a desarrollar teorías y categorías jurídicas para que el proceso judicial refleje con propiedad el fenómeno criminal, político y económico que se está juzgando.
En este sentido, su desempeño como juez federal ha sido fundamental para el avance de causas centrales en la política de Derechos Humanos desplegada en el país desde 2003. El juez Rafecas está a cargo de la investigación de la «Megacausa Primer Cuerpo del Ejército», en la cual se investigan crímenes cometidos contra más de 1200 víctimas en numerosos centros clandestinos de detención (CCD) en la Capital Federal y la Provincia de Buenos Aires.
En el contexto de esta causa, se ha imputado a más de 160 personas por la comisión de delitos de lesa humanidad, habiéndose llegado a juicio oral por los hechos ocurridos en los CCD «Mansión Seré», «Vesubio», «Atlético, Banco y Olimpo», «Automotores Orletti» y «Hospital Posadas», en tanto que hace unos días Rafecas ordenó la prisión preventiva de cinco ex militares y dos ex policías por las violaciones a derechos humanos cometidas en el CCD «Sheraton».
El mayor desafío de la investigación de una «Megacausa» como la del Primer Cuerpo del Ejército, es la definición de criterios claros en virtud de los cuales organizar la investigación de los hechos, sin perder la visión general de éstos. En este sentido, Daniel Rafecas se destacó por implementar un criterio de investigación que distinguía los hechos atendiendo al centro clandestino de detención donde fueron cometidos. Lo anterior permitió fragmentar la investigación para que fuere factible llevarla adelante, pero manteniendo siempre la unidad de los hechos, afirmando que se trataba de crímenes cometidos en un contexto de ataque sistemático a la población civil. Esto lo diferenció de otros magistrados que en un principio dividían la investigación por cada víctima, lo que hacía engorrosa su tramitación procesal y hacía perder de vista el carácter de plan masivo de los hechos.
El otro aporte importante de Daniel E. Rafecas al proceso de Verdad y Justicia en la Argentina ha sido la incorporación de un concepto amplio de tortura que comprende todos los padecimientos sufridos por los secuestrados en los CCD, en consonancia con lo dispuesto en la Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura. La mirada innovadora de Rafecas permitió considerar como delito de tortura las vivencias del cautiverio que exceden de la aplicación de golpes o picana eléctrica, aportando no solo a la persecución penal sino al conocimiento histórico y social de lo sucedido al interior de los CCD durante el periodo más trágico de nuestro país.
Párrafo aparte merece su actuación en relación con las víctimas del terrorismo de Estado, por cuanto su Juzgado ha sido especialmente cuidadoso en el trato dado a las víctimas que buscaban reparación después de más de 30 años. Este trato accesible y contenedor permitió avanzar en testimonios difíciles, inspecciones oculares inéditas, y el desarrollo de herramientas innovadoras para la reconstrucción virtual de los centros clandestinos de detención, aportando a la comprensión de las pruebas en investigaciones complejas.
Por otra parte, Rafecas integró también la Comisión Interpoderes de Lesa Humanidad, instancia de coordinación institucional impulsada por la CSJN e integrada por representantes de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, junto a la Procuración General, y que tiene como objetivo el resolver las dificultades en la sustanciación de las causas por crímenes de lesa humanidad, para garantizar así una respuesta acorde de todos los organismos y funcionarios involucrados en el proceso de Verdad y Justicia.
En definitiva, la preocupación que nos mueve es el avance de este proceso disciplinario contra uno de los mejores jueces de la Democracia, comprometido con la causa de los Derechos Humanos y con la reparación adecuada a las víctimas de la última dictadura cívico militar.
Esperamos que estas palabras puedan ser incorporadas al trámite y sean tenidas en consideración por los Consejeros al momento de evaluar su actuación como juez federal.
Sin otro particular, saludamos atentamente,
Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS)
Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora.
Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas.
H.I.J.O.S. Regional-Capital Federal.
Comisión de Homenaje a las víctimas de Vesubio, Puente 12 y Comisaría de Monte
Grande.
Comisión Juicio Campo de Mayo.
Buena Memoria Asociación Civil
Fundación Memoria Histórica y Social Argentina.
Memoria Abierta
Pablo Llonto, Leonel Curutchague y Rodolfo Yanzón. Abogados representantes de
víctimas en causas de Derechos Humanos.
– Siglo XXI Editores