El país asiste a una declarada rebelión policial. Acuartelándose en las provincias para exigir mejoras salariales, los uniformados han sacado a la luz el pus que ha venido gestándose en estos 10 años de kirchnerismo:
Las fuerzas de represión siguen siendo tan -o aún más- corruptas como lo eran hace 30 años, cuando se retomó la institucionalidad democrática burguesa. Agregada a sus viejas actividades corruptas, su papel en la instalación de los carteles del narcotráfico fue y es fundamental.
Ni los gobiernos anteriores, ni mucho menos el actual lograron cambiar esa realidad. Por el contrario, la profundizaron.
La corrupción es tan grande que los mismos policías actúan como punteros de la delincuencia: la convocan mientras se acuartelan, como herramienta de presión para posicionarse mejor en las negociaciones.
Los uniformados piden un salario básico de $10.000 como mínimo, $12.500 en pcia de Bs As. Una muestra de lo que debería percibir todo trabajador de verdad, cuando el 90% está por debajo de los $6800 según el propio Indek.
Como el Estado debe contener el descontento social, seguramente los conflictos policiales se arreglarán: hay que tener en cuenta que estos individuos son los perros cancerberos del Sistema de explotación, y que están pidiendo mejoras salariales para reprimirnos, no para cuidarnos.
El kirchnerismo ve cómo se derrumba el castillo de arena que quiso crear, totalmente alejado de la realidad: lo único que creció en estos 10 años son la entrega, el endeudamiento, la delincuencia y la pobreza.
“El modelo” no cierra sin REPRESIÓN.
La déKada, muy lejos de ser “ganada”, es “DEVASTADA”.
No cabe ninguna duda que el papel de la Izquierda en este conflicto debe ser el de REPUDIO al alzamiento policial, que ya tiene apoyo de algunos sectores de la población civil, y convocar a movilizarse EN CONTRA del mismo, al tiempo que debe dar un programa de salida a este proceso que, obviamente, ni el gobierno ni NADIE dentro del Sistema Burgués puede dar.
Cualquier otra cosa puede abrirle paso a un proceso de mayor derechización de nuestra realidad concreta, lo que hay que cortar de raíz antes de que sea tarde.
– Partido Comunista de los Trabajadores
