Después de casi 10 meses, las comunidades aborígenes qom, pilagá, wichi y nivacle el domingo levantarán su acampe en 9 de Julio y Avenida de Mayo. Pese a haber asegurado que no se irían hasta que los recibiera la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, ayer anunciaron que en la madrugada de este domingo cargarán sus pertenencias en dos camiones y un micro, y partirán de regreso a su tierra natal, en Formosa. Los referentes indígenas volvieron a criticar al kirchnerismo, al que trataron de “discriminador”, y agradecieron a Mauricio Macri, con el cual llegaron a un acuerdo para tener más participación. Igual, aclararon que esto no significa que apoyen al PRO, y que el objetivo primordial es seguir visibilizando su lucha.
Ayer, en una conferencia de prensa, el cacique de la comunidad Qom La Primavera, Félix Díaz, volvió a denunciar que los pueblos originarios son víctimas de una política de persecución y exterminio. Y anunció que hoy harán una fogata para agradecer a la Madre Tierra y que el domingo desarmarán el campamento. Los aborígenes, nucleados en la organización Qopiwini, se instalaron en el centro porteño en febrero para pedir que los reciba la Presidenta. Reclamaban el cese de las persecuciones y despojos territoriales, agua, salud, educación y el cumplimiento de sus derechos. El Ejecutivo nacional no los recibió. “Ojalá que el gobierno que venga nos escuche y trabaje con nosotros”, reclamó Díaz.
Hace un mes, en plena campaña, Macri había aprovechado los oídos sordos de Cristina ante los reclamos de la comunidad, y visitó el acampe. “Se hizo un acuerdo y él tuvo un muy buen gesto con nosotros viniendo acá. Nos dijo que está a favor de darnos participación y se mostró interesado en escucharnos y ver qué decisión tomábamos. Agradecemos el gesto que tuvo el nuevo mandatario con nosotros”, manifestó a Clarín Pablo Asijark, de la comunidad qom. Pero aclaró que el levantamiento del acampe no es una movida política a favor de ningún partido, sino que “la idea es que la lucha sea visible”.
– Clarín