Tras la aparición de esta plaga en el sector vitivinícola de Cafayate, el Programa Nacional de Prevención y Erradicación de Lobesia botrana, elaboró una serie de consejos con el objetivo de evitar su ingreso y dispersión.
La Comisión Provincial de Sanidad Vegetal, informó que el Programa Nacional de Prevención y Erradicación de Lobesia botrana, confeccionó un volante para ser distribuido entre los productores del área vitivinícola de Cafayate, con la finalidad de evitar el ingreso a las fincas, y la dispersión de Lobesia botrana, conocida como polilla de la vid.
Las recomendaciones son las siguientes: Cosechar toda la fruta sin dejar restos de uva en las plantas. No hacer pasas de uva en planta. Eliminar los orujos y escobajos enterrándolos o colocando cal sobre ellos. Lavar tijeras, gamelas y bins con agua y lavandina luego de cada cosecha. Eliminar todos los restos de fruta que queden al finalizar el lavado. No permitir que el personal saque fruta del establecimiento. No sacar restos de poda y estructuras de los viñedos fuera del establecimiento. Trasladar la carga de uva hacia la bodega en camión cubierto con media sombra, malla antiáfida o encarpado. No permitir el ingreso de vehículos ajenos al establecimiento.
Autoridades del Ministerio de Ambiente y Producción Sustentable, explicaron que aconsejan en caso de que exista una sospecha que la plaga puede estar en el campo, informar inmediatamente Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA). Dirigirse a la oficina local Cafayate SENASA, Rivadavia 369, comunicarse al teléfono 03868-421056 o escribir a lobesiacafayate@senasa.gob.ar, de lo contrario comunicarse al Programa Nacional de Prevención y Erradicación de Lobesia botrana, al teléfono 0800-999-2386 o escribir a lobesia@senasa.gob.ar
Lobesia botrana es una plaga que ataca principalmente el cultivo de vid, por ello se la conoce comúnmente como «la polilla de la vid». Es una plaga de importancia cuarentenaria para la República Argentina que se encuentra bajo control oficial.
Produce daños directos provocando pérdidas en los volúmenes de producción, menor rendimiento por planta, afectando además la calidad de la fruta tanto para consumo en fresco como para vinificación. Favorece el ataque de diversos hongos patógenos que provocan la podredumbre del racimo. En uva para vinificar, los residuos que dejan estos hongos transmiten mal olor y sabor a los vinos (daños indirectos).
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