150 personas repudiaron anoche en la Legislatura la designación de los abogados romeristas Ferraris y Catalano en la Corte. En otra marcha -que terminó frente al Cabildo- se pidió justicia para la travesti Pelusa Liendro, a un año de su asesinato…
La marcha contra la designación de Gustavo Ferraris como ministro de la Corte partió de Belgrano y Balcarce a las 19 y se dirigió a la Legislatura, donde sesionó el Senado, que prestó acuerdo anoche en medio de la repulsa de los manifestantes a otro abogado ligado a Romero: el doctor Catalano.
Los manifestantes, en su mayoría docentes y militantes de partidos de izquierda gritaron consignas contra los senadores y en el momento de mayor tensión e indignación, cerca de las 21,40, se agruparon en la parte posterior del edificio legislativo, en medio de la semioscuridad. Allí realizaron pintadas contra los senadores, a quienes acusaron de ladrones y delincuentes.
Ferraris es un abogado mediocre y un funcionario fuertemente cuestionado -al que muchos consideran como uno de los emblemas de la corrupción del gobierno saliente- por lo que su designación como miembro de la Corte de Justicia causó estupor e indignación.
El funcionario romerista fue objeto de una investigación periodística del Nuevo Diario por el uso irregular de automóviles que se encontraban en guarda judicial, se le considera responsable de la represión a los docentes desatada el 1º de abril de 2005, del brutal desalojo de San Expedito, de la intimidación policial contra un testigo de delitos de lesa humanidad y nunca dió explicación alguna por el espionaje ilegal a huelguistas y periodistas.
No se sabe que el flamante ministro de la Corte de Justicia (que si bien no causa asombro por la valía intelectual ni la independencia total del Ejecutivo nunca había llegado a estos niveles) haya escrito algún libro ni realizado ningún aporte de peso en el ámbito jurídico ni tampoco recibió -que se sepa- ningún premio por labor académica o tarea destacada en el ámbito judicial.
La designación de Catalano, apoderado del partido Justicialista, fue otro golpe a la credibilidad del máximo tribunal de justicia de la provincia y un ejemplo de su utilización como reaseguro de un poder que sólo formalmente parece cambiar, ya que sigue colocando hombres de su confianza en funciones fundamentales dentro del organigrama gubernamental.
La abogada Virginia Singh, líder de la agrupación política «Cabildo Abierto» criticó al gobernador Romero por intentar cubrir su salida del Poder Ejecutivo designando a obsecuentes en la Corte, asegurándose así la impunidad a costa del descrédito total de una insititución judicial ya fuertemente cuestionada. En un primer momento los candidatos a ocupar cargos en el máximo tribunal de la provincia fueron Javier David y Ricardo Gómez Diez. Pero finalmente los ungidos fueron Ferraris y Catalano.
«Es irónico e inadmisible que ahora Ferraris sea el garante de los derechos constitucionales», expresó el profesor Víctor Gamboa, vocero de la Asamblea Provincial Docente.
Las críticas contra la designación de Ferraris en la Corte no cejan. En el programa «Piquete y Cacerola» (FM Noticias) la periodista Marta César dió su opinión acerca del nuevo cortesano: «este sujeto más que antecedentes tiene un pronturario…»
No se olviden de Pelusa
La marcha por Pelusa Liendro partió a las 20,15 del del Teleférico hacia el centro de la ciudad. La manifestación -integrada por unas 50 personas que portaban un gran cartel y banderas multicolores- se realizó a un año del asesinato de la dirigente travesti, cuando la investigación del caso parece empantanada e incluso -según algunos observadores- manipulada desde el poder.
La travesti fue asesinada el año pasado, poco después de que denunciara atropellos policiales en la Tercera Marcha del Orgullo Gay. Liendro venía tramitando la creación de una zona roja para el trabajo sexual en esta capital.
Ante una pregunta del periodista Jorge Oliver (en el programa Hora 7 de FM Noticias) acerca de si cree que la policía tuvo algo que ver en el crimen de Pelusa su madre, María Hortensia Martínez de Liendro, dijo que si bien entiende que hay pruebas suficientes para llevar adelante la investigación ella no tiene conocimiento acerca de quién es el culpable del asesinato de su hijo.
«Nadie tiene derecho a quitarle la vida a una persona», dijo Martínez y destacó la labor de Pelusa en favor de los derechos de las travestis salteñas. Se mostró decepcionada por el apartamiento del comisario Choque de la investigación porque -señaló- tenía puestas sus esperanzas de esclarecimiento del caso en la labor de ese policía.
Un año atrás Pelusa Liendro era asesinada en una madrugada lluviosa. La travesti fue atraída a una celada por alguien que la conocía bien. Cerca de la medianoche fue a sacar su auto de la casa de una vecina que lo guardaba. Esa vecina, que era su amiga, trató de disuadirla: «No salgas Pelusa, quedate en tu casa, está lloviendo», le dijo. «Tengo que ir a ver a un cliente» le constestó la travesti.
Poco después era atacada a cuchilladas en inmediaciones del Estadio Delmi y moría tras ser ingresada en la guardia de emergencia del hospital San Bernardo.
Una travesti que se encontraba detenida, acusada como responsable de ese criminal ataque, recuperó su libertad el viernes pasado.
«En el careo, Gómez -el denunciante- dijo que no era esa la persona que había atacado a mi hijo, ya que la otra era más alta y tenía un lunar», comentó a Salta 21 el padre de Pelusa, Marcos Liendro
Los padres de la travesti cuestionan la investigación que de nuevo volvió a fojas cero, así como la aparición de testigos que quieren cobrar los 50 mil pesos de la recompensa -como el que acusó a la travesti o el secretario del abogado Pedroza- y terminan obstaculizando la causa o distrayendo su rumbo. También denuncian que hubo una demora -que aseguran fue de 25 minutos- de la ambulancia para trasladar a un Pelusa agonizante al San Bernardo.
«Yo creo que él dijo quién la atacó a los que fueron al lugar del hecho» dice la madre de Pelusa y afirma que hay pruebas como restos de cabellos, el pulpejo de un dedo, o la piel en las uñas de la travesti que resistió al ataque, y que esos elementos no ayudaron todavía al avance de la investigación.
Se barajan varias hipótesis: el crimen pasional, el arreglo de cuentas por venta de drogas, el ataque por celos o envidia y el crimen por encargo. Pero no parece haber demasiado interés en investigar a la propia policía por el crimen.
La señora Martínez de Liendro dice que a su abogado le comentaron que el auto -que permaneció en poder de la policía mucho tiempo- fue lavado para borrar huellas.
«Hay una planilla de llamadas de policías de la 5º y de la 2º para rastrear sus comunicaciones 10 días antes y 10 días después del crimen que todavía no se logra completar», dice el señor Liendro. Y acusa: «El juez lo citó a declarar al comisario Tolaba y no se presentó. Pienso que a esta altura de la investigación debería hacerlo comparecer a la fuerza…»