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lunes, noviembre 25, 2024

Mujer, para vos (este homenaje de parte de Salta 21)

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Un regalo por el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer: un poema de una escritora chilena nacionalizada costarricense que nos invita a la reflexión. «Me gusta que me digan chismosa, porque nada de lo humano me será ajeno». «… y lo que me hace más feliz es que me digan loca…»

ME AGRADA

Me agrada que me digan que soy histérica

porque entonces puedo

lanzar los platos a la cabeza

de quien intenta hacerme daño.

Me gusta que me llamen bruja porque

puedo quemar el lecho

donde me abusan.

Me gusta que me llamen débil,

porque me recuerdan que la unión hace la fuerza.

Me gusta que me digan chismosa,

porque nada de lo humano me será ajeno.

Pero lo que más agradezco, lo que más

me agrada, lo que más me gusta

y lo que me hace más feliz es

que me digan loca,

porque entonces ninguna libertad me será negada.

Me agrada saber que mi cerebro es más pequeño

que el cerebro del hombre,

porque entonces mi cerebro cabe en todas partes…

Me agrada que me digan que carezco de lógica,

porque entonces puedo crear una lógica

menos fría y más vital.

Me agrada que me digan que soy vanidosa,

porque puedo mirarme al espejo

sin sentirme culpable.

Me agrada que me digan que soy emocional

porque puedo llorar y reír a gusto.

Una y mil veces me quemó la Inquisición

y aprendí a nacer de las cenizas.

Me encerraron en un harem

y encerrada no dejé de reír.

Me pusieron un cinturón de castidad

y adquirí las artes de un cerrajero.

Cargué fardos de leña

y me hice fuerte.

Me pusieron velos en la cara

y aprendí a mirar sin ser vista.

Me despertaron los niños a medianoche

Y aprendí a mantenerme en vigilia.

No me enviaron a la Universidad

y aprendí a pensar por mi cuenta…

Transporté cántaros de agua

y supe mantener el equilibrio.

Me extirparon el clítoris

y aprendí a gozar con todo el cuerpo.

Pasé días bordando y tejiendo

y mis manos aprendieron a ser más

exactas que las de un cirujano.

Segué trigo y coseché maíz,

pero me quitaron la comida

Y con hambre aprendí a vivir.

Me sacrificaron a los dioses y a los hombres

Y volví a vivir.

Me golpearon y perdí los dientes

Y volví a vivir.

Me asesinaron y ultrajaron

Y volví a vivir.

Me quitaron a mis hijos y en el llanto

volví a la vida.

Agradezco ser un animal

porque los hombres han puesto en peligro

la supervivencia del planeta.

Agradezco ser hembra, porque el hombre

no es el centro del universo,

sino apenas un eslabón más en la cadena de la vida.

Agradezco que me digan que soy irracional,

porque la razón ha conducido a los peores actos de barbarie.

Agradezco no haber inventado la Tecnología,

porque la tecnología ha envenenado el agua y el ozono.

Agradezco que me hayan colocado

más cerca de la naturaleza,

porque nunca estaré sola.

Agradezco que me hayan confinado al hogar y la familia,

porque puedo hacer de toda la tierra, mi hogar y mi familia.

Estoy feliz que me llamen ama de casa

porque puedo apoderarme de la mía.

Estoy feliz de no ser competitiva

porque entonces seré solidaria.

Estoy feliz de ser el reposo del guerrero,

porque puedo cortarle el pelo mientras duerme.

Estoy feliz de que me hayan excluido del campo de batalla,

porque la muerte no me es indiferente.

Estoy feliz de haber sido excluida de este poder patriarcal,

porque lejos de éste, me alejo de la ambición y de la codicia.

Estoy feliz de que me hayan excluido del arte y la ciencia,

porque los puedo inventar de nuevo.

Con tantas fortalezas acumuladas,

con tantas habilidades y destrezas aprendidas,

Mujer, si lo intentas,

puedes volver el mundo al revés.

Tatiana Lobo,

Escritora chilena nacionalizada costarricense

NdR: gracias Fabiana por compartirlo!

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