No se debe confundir el cocaísmo (abuso de la cocaína) de los países “desarrollados” con la costumbre cultural del coqueo de los Pueblos Andinos.
La JIFE (Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes) de las Naciones Unidas pretende –sin fundamentos científicos- que en nuestro país se prohíba el uso de la hoja de coca. Ante tan absurda pretensión, cabe en primer lugar preguntarse porqué motivos las Naciones Unidas no hacen cumplir, especialmente a los EE.UU., la resolución por amplia mayoría de levantar el absurdo y criminal bloqueo a Cuba.
El organismo “fiscalizador” de la ONU, desconoce en principio los términos del uso de las hojas de coca. El chajchado (chajchar), designado como coquear en nuestra región y mal traducido del quechua chajchay como mascar o masticar, es el más habitual. Los otros usos de la coca son: la ofrenda ritual a la Pachamama, el uso medicinal, etc.
Con respecto a que la JIFE, en su pobre fundamento, se apoya en la vieja Convención sobre Estupefacientes de 1961 , que no establece como delito el consumo de coca y que nuestro país por Decreto 7672/63 hizo uso de la reserva prevista en el artículo 49, inciso c) de aquella Convención, en el sentido de permitirlo, por ello queda sin fundamento la “fiscalizadora”.
Si el gobierno pondría en vigencia la prohibición del coqueo, tendría que construir y habilitar miles de cárceles para “castigar” a millones de coqueros, ya que la Erythroxylum coca tiene una vigencia milenaria heredada de las culturas preincaicas, difundidas posteriormente por el Imperio Incaico por todo su vasto territorio, enseñando el uso medicinal, alimenticio, religioso y la costumbre mítica del coqueo, aún vigente.
Los hijos del Sol, Manco Cápac y Mama Ocllo (igual al invento de Adán y Eva, porque no), primeros habitantes, se dice que trajeron la “la planta de las plantas”, la planta sagrada para combatir el hambre, el frío, las enfermedades y el cansancio. Pero fue el advenimiento de la Conquista española que transformó lo sagrado en mercancía como una estrategia más en la primitiva acumulación del capitalismo naciente.
Recordemos que ya el Inca Gracilazo de la Vega escribía en sus Comentarios Reales: “…la mayor parte de las rentas del obispo, de los canónigos y demás ministros de la Iglesia del Cuzco, provenían de los diezmos de la coca, y su transporte y venta enriquecía a muchos españoles”.
En cuanto a las propiedades nutritivas y medicinales de la coca realizadas por la Universidad de Harvard, el Servicio de Agricultura, el Museo de Botánica de EE.UU., el Instituto de Patología Regional “Dr. Oñativia” de Salta y tantos otros, por ser conocidos no redundaremos en ellos. Simplemente recordar el alto contenido en proteínas, hidratos de carbono (azúcares), vitaminas y minerales, en algunos casos superiores a varios vegetales.
Además los estudios clínicos y de laboratorios realizados a “coqueros crónicos” resultaron normales, con la ventaja de longevidad en personas que coqueaban desde la adolescencia. En definitiva, tampoco se observaron modificaciones físicas ni psíquicas, ni el menor indicio de dependencia y/o abstinencia por su interrupción, parámetros esenciales para definir una toxicomanía.
Por otra parte, todos los estudios realizados coinciden en que los alcaloides que contienen las hojas de coca no producen los efectos de la cocaína en la acción del coqueo, produciendo en todo caso la neutralización de la misma.
Viene oportuno transcribir un párrafo del Diario de Sesiones de la Cámara de Diputados de la Nación de septiembre de 1989, cuando se trataba la Ley de Estupefacientes, donde se liberó la tenencia y el consumo de hojas de coca destinada al coqueo, que había sido prohibido por la Dictadura. En ella, el Diputado por Salta, Dr. Juan C. Castiella, interpretaba las costumbres y necesidades del pueblo cuando exponía entre otros conceptos:”…coqueo desde los 20 años, me gradué de abogado, fui dos veces Diputado provincial, Convencional Constituyente y Diputado nacional; casado, tres hijos, excelente salud, y si algún grado de idiotez me puede encontrar algún científico, desde ya quedaré agradecido a quien me lo pueda señalar…” El Diario de Sesiones dice que fue aplaudido y felicitado por sus pares y el público presente.
Pero la incoherencia normativa continúa: por una parte se despenaliza el coqueo y por otra se penaliza el ingreso de la hoja de coca!!!!!?????…
Finalmente cabe preguntarse si es correcto y conveniente destruir una sana costumbre autóctona, nada más porque en otras culturas se utilice la transformación química de la coca en un gran negocio. Realmente paradójico.
– El autor es Médico Forense
– Notas relacionadas:
La coca es la hoja sagrada de los incas y tiene efectos medicinales
http://www.salta21.com/La-coca-es-la-hoja-sagrada-de-los.html
La ONU pidió a Argentina prohibir el coqueo
http://www.salta21.com/+La-ONU-pidio-a-Argentina-prohibir+.html
La ONU confunde cocaísmo con coqueo
Cocaismo: mascar las hojas de coca mezcladas con sales como bicarbonato de potasio.
Cocainomanía: adicción a fumar o esnifar la cocaína.