Dieciocho cuadros sucesivos con un exquisito glamour, transformaron la Casa de la Cultura en un cabaré internacional en el que se dio cita a una multiplicidad de personajes interpretados por tres artistas. Entre el music hall y el café-concert, el asombro y el deleite fueron las vedettes de la noche del 27 de marzo.
¿Es el cabaré un lugar donde sólo se puede disfrutar de espectáculos de varietté o de revista? ¿Hay algo más? ¿Por qué nos sentimos atraídos de “espiar” lo que acontece en estos tipos de shows? Quizás porque fueron recintos que admitieron el travestismo y la homosexualidad antes que ningún otro, porque además, es artístico y alguna vez hasta fue “político”. Como fuere y como es, circulan lenguajes conjugados que se yuxtaponen y encierran algo de cada cosa y ninguna en particular.
Salta 21 gusta de la belleza y de lo estético, virtudes halladas en los artistas que pusieron su carne detrás de las aceitadas coreografías y esquetchs, porque piel y plumas fueron parte de bailarinas y estrellas de revistas en pantomimas creadas con excelencia. Estos hombres, Jean François Casanovas y Eduardo Solá, se transformaron en mujeres de la “noche” e hicieron un culto a la belleza con la calidad del vestuario, irremediablemente alucinante y con las actuaciones lucidas. Como partenaire, el actor Diego Nocera le puso un punto en la “i” a la estética conseguida, logrando el target del conductor bizarro de un night club o de un personaje de opereta, acaso un musculoso streeper nueva ola.
Como una especie de tributo, sucedieron cuadros en el que se exaltó a artistas como Carmen Miranda, Isabel Sarli, Barbra Streisand, Liza Minnelli y Édith Piaf. Lo hicieron a través de canciones en las que usaron o temas originales o fragmentos de films o letras propias con música conocida.
El play back tiene un sentido, ya que no se trata de meras gestualizaciones sino de verdaderas interpretaciones que se agilizan en el amplio desfile de numerosas figuras del cabaré.
Eduardo Solá dijo a Salta 21 que este espectáculo, con ciertos cambios, se presentará en la calle Corrientes, en el Teatro Tabarís. “Nosotros queremos brindarle lo mejor al público, algo que lo saque de lo que leen en los diarios o ven en la TV”– expresó.
Descubrimos en los camarines, los enormes canastos que transportan el imponente vestuario que precisan de un vehículo para su traslado. También es subrayable, dentro del espectáculo, el maquillaje usado y los llamativos accesorios, como pelucas y joyas de fantasía.
Entre los cuadros, aparecen monólogos estilo soliloquios rimados o cantados y parodias como la de Martha Graham, o una sátira como la de la elección de Miss Mundo con su contrapartida de “Miss Bicentenaria”.
El cierre completó la secuencia artística con un último e impactante cuadro de revistas para este Cabaret de París que hace gala del transformismo preciosista.
– Fotos tomadas por Salta 21 durante el espectáculo.