23.7 C
Salta
domingo, diciembre 22, 2024

“Entre mi poesía y mi teatro”: libro con el ADN de la autora

Notas más leídas

El 3 de diciembre a las 19:00 hs. se presentó el libro de Romina Chávez Díaz en Manantial, calle Urquiza N° 1882, ante un público muy cálido que luego de la apertura y de la presentación, tomó la palabra para leer poesía y realizar comentarios sobre la escritura.

Rodolfo Ceballos, encargado de la presentación del libro, ha seguido la producción teatral de la autora publicando opiniones sobre sus puestas. Considera que la poesía, escritura, periodismo y múltiples disciplinas ejercidas por Romina Chávez Díaz, se logran por su creatividad y libertad artística y cultural.

 

Presentación de la autora, a cargo de la Ing. Ana Sol Rizzoli:

Romina Chávez Díaz, ejerce la crítica y el periodismo cultural desde el 2003 en medios radiales y gráficos (en el 2006 en FM 93.9 – entre otras emisoras- y desde el 2007 en Salta21.com). Cursó el Seminario “Crítica del Espectáculo Teatral” en la UNSa. durante el 2003 y 2004. Participó -junto a otros autores- en el libro “Ejercicios de Crítica Teatral” (2003), editado por el INT. Trabajó en proyectos de investigación teatral junto a las Dras. Graciela Balestrino y Marcela Sosa, del que surgió la publicación Un siglo de teatro en Salta: memoria y balance” (2000- CIUNSa).  Creó el Grupo Los Otros Teatro Independiente con el que presentó “Sobre el subibaja” en 2005, obra publicada en el libro “Dramaturgos del Noroeste Argentino”, por Argentores (2007). Escribió y protagonizó “Cuando lluevan mariposas” (2004); escribió y dirigió, entre otras, “Reportes de viajeros” (2009, nominada a Mejor dramaturgia en los Premios Latea, 1era edición y por la que la actriz protagónica Ana Sol Rizzoli obtiene el Premio a Actriz Revelación). Fue Jurado en el 2008 del II Encuentro de Arte Contra la Discriminación organizado por el INADI y  en los Premios Victoria (en dos oportunidades); participó, además, de Desmontajes de obras de teatro salteño en Encuentros y Festivales. Entre otras actividades culturales, coordinó el Proyecto Generación Crítica del INT Salta en el 2012, en el que participaron estudiantes de escuelas públicas secundarias, proyecto que abarcó un año de trabajo (Artículo de difusión publicado en la Revista Picadero en el 2013, de su autoría). En 2012  recibió en Bs. As. el Premio “Gota en el mar al Periodismo Solidario” por artículos de Difusión Cultural publicados en Salta 21.

Publicó en 2021 un Poemario en el libro “Taller de Escritura Creativa” coordinado por el escritor Rolando Paciente, presentado el 30 de abril de este año en la Feria Internacional del Libro, Bs. As.

Ana Sol Rizzoli

Presentación del periodista, escritor y psicólogo Rodolfo Ceballos, a cargo de Romina Chávez Díaz

Rodolfo Daniel Ceballos (1950) es periodista, trabajador social y psicólogo. Está especializado en psicología forense y en salud mental. Es consultor en salud mental.

Actualmente acompaña a la Asociación Ragone en proyectos de salud mental. Se dedica a la crítica cultural, especialmente a la literaria y a la dramatúrgica. Sus opiniones fueron publicadas en medios locales.

Es autor de tres ensayos: “2010 Odisea Regional (1996)”, “Volver a la crítica. Ensayos indisciplinarios sobre libros e ideas (1997)” y el “El lector que conjetura. Escritura y obra abierta en Alicia Poderti (1998)”.

 

Presentación del libro

 La búsqueda de las palabras para hacer imágenes y escenas

Por Rodolfo Ceballos, crítico literario y escritor

Es un gusto estar aquí con todos ustedes. Hoy presentamos el primer libro de Romina Chávez Díaz, titulado «Entre mi poesía y mi teatro», ediciones Mundo Editorial, 326 páginas, 2022. Salta. El libro está destinado a aquellos que la siguen -hace largo tiempo- en sus múltiples escrituras. A partir de ahora, algunos de sus textos quedan reunidos en un solo lugar, en forma de poesía y dramaturgia.

Los poemas antologados por ella misma, son 39. Asimismo se publican 7 piezas teatrales -representadas- que configuran un corpus y un texto que llevan la impronta inconfundible de Romina.

¿Y cuál es la marca que vemos en esta producción literaria?  En principio, tanto su poemario como su dramaturgia construyen las mismas imágenes: llenas de nostalgias, de intimismo, de personas que circulan de un estado de dicha a la desdicha; cargadas de pensamientos muy personales, en algunos casos autobiográficos, en otros más distantes de cualquier historia personal… en fin, son dos géneros paralelos que se pueden leer en forma complementaria o no.

El lector entra en materia literaria siempre llevado por vínculos de personas entre sí, con vueltas irónicas también, con breves descripciones donde la lengua da sentido a las preguntas que Romina se hace y responde de una manera sincera. Su poesía muestra una parte de ella, y su teatro, muchas partes de ella. Coinciden como las paralelas que se tocan con temas comunes: las razones de los afectos, las palabras dirigidas buscando al otro, las derivas que el tiempo causa tanto en el espacio poético como en el teatral. La vida simplemente, las ausencias que son llamadas una por vez. Todo eso transcurre para un lector dócil que debe pasar del poema a la dramaturgia y viceversa.

Detengámonos un poco más en la poesía.

Romina, a mi entender, la concibe, al menos en dos aspectos: primero, como memoria de hechos que no se deben olvidar y quedan escritos en consecuencia y, 2) como comunicación expresa de lo que acontece alrededor de su yo poético.

Hay momentos en que algunas líneas de los poemas son para sostener sustantivos. Romina describe cosas que, como dijimos, sustantivan las existencias reales que tejieron etapas de su vida, o son independientes e individuales de personas, seres vivos, lugares, objetos,  sentimientos, etc.

Es por esa cadena de significados que el poema puede retener imágenes y muchos monólogos que son conversaciones de ella misma con ella misma.

El poema le va como una introspección que necesita ser escrita. En eso se nota: son poemas que justifican la literatura del momento en que los escribió.

Y dijimos también que son tomados para comunicar al lector sus opiniones, sus balances políticos inclusive. Hay uno dedicado a la trágica muerte del maestro neuquino Carlos Fuentealba reprimido malamente en una protesta docente. Además, hace extensible la memoria para que abarque otra represión, la conocida Noche de las Tizas, protesta docente en Salta que sigue impune.

Este tipo de poema es un elogio a acciones colectivas que ponen el acento donde escribe Romina.

Hay un tiempo de la entrega personal en sus poemas, más afectiva, que nos trae la subjetividad de ella y se hace concreta, cargada de sensaciones. Todo sucede cuando poetiza a las  caricias, besos y recuerdos que conmovieron a su yo. Más allá de lo que se sustantiva, también puede adjetivarlo.

Así algunos poemas develan las cualidades de un otro acompañante con nombre propio, tiempo propio que predican todo lo que ocurre en el paradigma del poeta. Paradigma que se sostiene en ráfagas de tiempo, en fragmentos memoriosos, en cercanías inciertas, en proximidades convencidas. Ese es el universo poético de este género tan personal que cultiva Romina.  El universo poético que les acerqué con recomendación de conocerlo, producirá un gusto de lectura para ustedes. Son poemas en los que se puede saber su ADN literario e interpretarlo como lectores soberanos que son.

Ese universo se continúa en la segunda parte del libro con la dramaturgia que, en sus distintos tipos, descubre un teatro muy existencial, poético a veces, rampante de sentimientos y alegorías otras.

Ustedes saben que hacer teatro es atender varios aspectos de una misma producción literaria. La escritora tan múltiple, algunas veces actúa su propia obra, otras dirige, siempre lista para que su teatro pueda ser visto y consentido en un público que solo con la escucha y la mirada, tendrá que sumergirse en la puesta. Ustedes leerán en las piezas teatrales algunas determinaciones de tiempo y espacio que la dramaturgia tomó. Y en ese contexto, los diálogos de personajes variopintos, son contundentes para entender qué les pasa en la estructura de la ficción, pero fácilmente extrapolables al sentir de los curiosos espectadores de la trama.

Las actuaciones creadas no evita las muchas inquietudes de la vida: el amor, la muerte, la infancia, las deserciones al deber, el riesgo para la política lugareña y otros ítems fácilmente enumerables.

Cabe citar una obra llena de acción y suspenso: «Reportes de viajeros». Escrita en memoria de dos víctimas de la represión ilegal: Luciano Jaime y Eduardo Fronda. Nuevamente su compromiso con las causas justas, pone a Romina en el desafío de tomar el arte escénico para rescatar la historia social de Salta. Su teatro siempre me pareció de nítidas imágenes, de personalidades actorales muy definidas, un teatro de gestos coherentes con la escenografía, la música, el sonido y la esencia misma del mensaje que debe llevar el espectáculo.

Si la etimología de la palabra griega “teatro” deriva de theatron, que significa «lugar para contemplar», el que siempre tuvo la dramaturgia mundial.

Y en una obra de Romina todo se contempla. Lo interno de cada personaje, lo externo de la historia…

El espectador puede situar perfectamente la época de esa historia, lo que muestra el actor en la puesta, la relevancia que tiene la obra en sí y, también, los imposibles tan humanos y notables con muchas formas dramáticas. Toda características distintivas del universo teatral de la dramaturga.

Es un teatro lleno de signos escénicos. Todos funcionan como mensajeros del alma de la escritora.

Son puestas impresionistas por su volumen dramático, pero no en el decorado ni en otra cuestión externa. Los diálogos, en general, van a impresionar porque son pura emoción y sensibilidad puesta entre las palabras circulantes.

Los personajes al hablar entre ellos, al sufrir y gozar, con la misma intensidad, exponen nítidamente el yo psicológico que Romina les imprime para que nada quede en la nebulosa. Y es por eso, que este tipo de teatro expresa e impresiona por sus  subjetividades en conflicto y en un cambio permanente, todo en un clima a cielo abierto. Y allí, si me permiten, damos un salto diferencial, y podemos decir que sus obras también son expresionistas, hasta cierto punto.

Ese par antitético de intimidad y extraversión, siempre han caracterizado a su teatro.

Yo que soy espectador entusiasta de las obras, las puedo recepcionar con los distintos estados de ánimo y participación comprensiva, tal como se proponen en ese arco imaginario que va desde los personajes al público.

A todas las llevo en mi recuerdo, por el oficio del amante fiel al teatro.

Muchas gracias por asistir a esta presentación que, seguramente en la vida de Romina, resulta de gran trascendencia.

Desde ahora ella rompe con su libro la llamada cuarta pared teatral y se mezcla con sus lectores.

Bienvenida, entonces al mundo de los autores éditos.

El cariñoso público

Palabras de la autora

Primero que nada agradecer. Mucho. Muchísimo. A quienes me precedieron: Alicia, Lucía y Margarita, mujeres que viven en mi alma eternamente, porque heredé el espíritu batallador de mujeres fuertes,  sin ánimos de triunfalismos, complejas en su naturaleza femenina, mis madres.

A mis hijos, grandes personas, me dieron ese empuje poético para anidar por el universo materno, mis pilares vitales, las dos personas a quienes más admiro y de quiénes más he aprendido, son geniales y le aportan tanta frescura a mis días…; a mis nietos por los cuales renací en un amor incontrolable y definitivo: es ese lugar donde el asombro y la ternura se muestran en su simplicidad, un amor primigenio casi mítico donde todo se origina; a mi primer amor porque duele y corre vida y muerte por las venas; al “cariñoso público”[i] y aquí me detengo: he participado con distintas publicaciones en libros como “Ejercicios de crítica teatral”, “Un siglo de teatro en Salta: memoria y balance”, “Dramaturgos del noroeste argentino”… este año en “Taller de escritura creativa” presenté diez poemas y viajé a Bs. As. a la feria del libro y anticipo: el próximo sábado se presenta un libro de haikus donde se publican algunos de mis haikus… pero todos preguntan “¿y tu libro? ¿Has escrito un libro? ¿Cuándo vas a escribir un libro?» Ya no sé si le debo a mi «cariñoso público» este libro o si me debo al cariñoso público porque ciertamente, me pidieron que de una vez haga un libro propio; a Eduardo Singh, un maestro  que con su espiritualidad me animó en el camino de este «nacimiento», escritor, de una sabiduría incalculable y generoso como ninguno, quien me ayudó desinteresadamente con la edición del libro; y a su esposo, Cristian López, quien con Eduardo realizaron el diseño de la tapa y la contratapa; a mi nuera Vicky Sabio Collado, prestigiosa académica y talentosa en el dibujo, fue quien me obsequió el dibujo que está en la tapa del libro; a Ely Collado que me cedió este espacio energético para esta presentación;  a todos ustedes: amigos y amigas, que son parte del recorrido, colegas del día a día, ex compañeros de secundaria que hoy decidieron acompañar este momento tan importante para mí: créanme que lo valoro con todo mi ser; a Rodolfo Ceballos un “observador constante” como lo exige el arte, así decía Van Gogh. Rodolfo es el primer crítico de mi ópera prima, “Sobre el subibaja”, en la que escribo, actúo y dirijo; a Darío Illanes un periodista cultor de las letras quien publicó este evento en los medios donde se desempeña;  y a cada uno de los seres reales e imaginaros que pueblan mi escritura, porque me hicieron vivir en un universo donde hay muchas posibilidades y muchas soledades, donde lo imposible se recupera con la palabra para que sea posible, donde se une lo trágico, lo cómico y lo tragicómico de manera lírica, donde importa el instante que surge y desaparece, donde la palabra, finalmente, nunca muere.

Todo esto es alimento de la creación, hay tanto universo, tanto mundo que puja por salir, que creo esta es la semilla de un árbol que dio este, su primer fruto, que vienen nuevas cosechas que implican mieses y sombras… como la vida misma, dualidades necesarias incluso también para lo literario, si se me permite el término para nombrar mi escritura.

La felicidad tiene rosas y espinas como lo anunciaran tantos con sus plumas  y ambos lados son necesarios para saber la diferencia. De manera que soy muy feliz para siempre, especialmente hoy.

[i]   Término que compartió conmigo Rodolfo Ceballos en este intento por explicar al público que nos rodea  y que nos alienta afectuosa y cálidamente a seguir adelante y nos reclama presencia, escritura, etc.

El cariñoso público

Links de interés:

https://salta21.com/entre-mi-poesia-y-mi-teatro-libro-de-romina-chavez-diaz/

https://www.nortesocial.com.ar/entre-mi-poesia-y-mi-teatro/

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Publicidad -spot_img

Últimos Artículos