En una noche llena de emociones en Ciudad de México (CDMX), la joven danesa Victoria Kjaer fue coronada como Miss Universo 2024, destacando no solo por su impecable belleza, sino por una historia de resiliencia que resonó en millones de corazones.
Con solo 21 años y una estatura de 1.72 metros, Victoria logró superar a 83 competidoras de todo el mundo, incluyendo a la mexicana María Fernanda Beltrán, quien llegó a la final, ganándose los aplausos de su país natal. Sin embargo, Kjaer brilló por su autenticidad, preparación y un poderoso mensaje que inspira a trascender las adversidades del pasado.
La formación detrás de la reina
Desde los 5 años, Victoria ha sido una constante en los certámenes de belleza, combinando esta pasión con su formación como bailarina. Su participación en competencias como Miss Grand International, donde alcanzó el top 20, la posicionó como una figura prometedora en el ámbito de los concursos internacionales.
Apodada durante el certamen como la «Barbie humana», Victoria no solo deslumbró por su apariencia “perfecta de pies a cabeza”, sino también por su calidez humana y valores. Su personalidad carismática y su habilidad para conectar con la audiencia la colocaron rápidamente entre las favoritas.
Belleza con propósito
Más allá de la estética, Victoria es una mujer multifacética y comprometida. Empresaria con un título en Negocios y Marketing, es activista por los derechos de los animales y voluntaria en un refugio animal, además de colaborar con una asociación deportiva en su localidad. Con más de 47 mil seguidores en redes sociales, utiliza su influencia para promover causas relacionadas con el bienestar animal y la salud mental.
Su historia de vida, marcada por un entorno familiar problemático y experiencias traumáticas, la llevó a abrazar la causa de la salud mental como una prioridad. “Vengo de un entorno muy problemático, una familia disfuncional con muchos adictos. Mi mensaje es: siempre hay un nuevo día mañana. No dejes que tu pasado defina quién eres o quién quieres ser”, compartió en una emotiva entrevista durante el certamen.
La preparación de Kjaer fue meticulosa. Antes de su llegada a México, se dedicó a perfeccionar su oratoria y mantenerse en óptimas condiciones físicas. Estas decisiones estratégicas, junto con su autenticidad, fueron determinantes en su victoria.
Una final memorable
La final de Miss Universo 2024 fue especialmente emotiva para el público mexicano, que celebró la destacada participación de María Fernanda Beltrán, una de las grandes favoritas. Aunque la corona fue para Dinamarca, Beltrán dejó una huella imborrable, recordándole al mundo la fortaleza y talento de las mujeres mexicanas.
Con su triunfo, Victoria Kjaer no solo se lleva el título de la mujer más bella del universo, sino la responsabilidad de representar valores de fortaleza, altruismo y superación. Su historia nos recuerda que la belleza verdadera va más allá de lo físico: se encuentra en la capacidad de transformar el dolor en inspiración.
