En entrevista exclusiva, Salta 21 dialogó con el Mº Luis Gorelik, ex Director de la Orquesta Sinfónica de Salta. Conocimos de cerca su percepción sobre el proyecto sinfónico local y asistimos a la cronología de su actividad laboral, de tinte internacional.
En medio de una apretada agenda artística que mantiene ocupado al actual Director de la Orquesta Sinfónica de Entre Ríos, Luis Gorelik, logramos comunicarnos con él. Recordemos que del 2007 al 2010, estuvo al frente de nuestra Sinfónica. Feliz con su nuevo cargo en la región mesopotámico-litoraleña, responde abiertamente nuestras inquietudes con el mayor de los gustos.
Gorelik: la plenitud de una carrera en apogeo
Tengo entendido que en realidad nunca perdiste el concurso para Director, sino que anunciaste que te ibas a dirigir la Orquesta de Entre Ríos mientras se realizaba tal concurso y por ello ganó Enrique Roel. ¿Es esto cierto? ¿Podrías darme un detalle?
– No. Eso no es correcto. El concurso determinó un orden de mérito que es el que figura en las actas respectivas. Mi decisión de presentarme al concurso, incluso sabiendo que el contexto no era favorable, respondió a un deseo de ser coherente con lo que había manifestado al finalizar el concurso anterior, en 2007, mediante el cual se me ofreció la dirección de la OSS. En ese momento declaré que si había aceptado el sistema concursal desde afuera, debería también aceptarlo desde adentro y por ello sería el primero en presentarme a rendir 3 años después, y así lo hice. Por lo demás, la inscripción en el concurso lleva implícita una aceptación al reglamento, por lo que no corresponde que yo critique el proceso concursal públicamente. Es decir: me inscribí y acepté las reglas, concursé y no gané. Punto. A otra cosa. Ahora bien: si los responsables de la gestión de la Orquesta desean algún día saber mi opinión respecto al concurso se las daré con gusto, pero en forma directa y personal.
Nadie dudó nunca de tu capacidad y se te mencionó como un gran director. Es decir, en el aspecto musical tu desempeño en la Orquesta Sinfónica de Salta fue impecable. ¿Es cierto que por tu caracter- lo cual puede ser subjetivo por el rol- confrontaste con los músicos?
– Hay muchos aspectos que se unieron y generaron situaciones difíciles hacia adentro de la Orquesta durante los años 2008 y 2009. Creo que lo más inteligente y para que todas esas experiencias sirvan para algo, es contemplar la situación desde una perspectiva amplia y no poniéndose a la defensiva ni culpando a los demás. El cambio de gestión de gobierno del Dr. Romero al Dr. Urtubey catalizó una serie de procesos que estaban instalados en forma embrionaria en el interior del organismo orquestal. El más crítico, obviamente, fue el reclamo de estabilidad laboral por parte de los músicos. Además, la Orquesta perdió en buena medida en ese momento la situación de privilegio institucional que había gozado durante el gobierno de Romero, y tuvo que empezar a lidiar con problemas que hasta ese entonces le resultaban desconocidos. A muchos, toda esa situación nos tomó sin las herramientas necesarias para afrontar un proceso de cambio consensuado y que satisfaga los tres intereses primordiales: artístico, laboral e institucional.
Por ello es que en esos dos años, la convivencia se hizo más difícil, porque tanto las autoridades, como los delegados sindicales y yo mismo, actuábamos a la defensiva, y eso genera invariablemente reacciones negativas de la otra parte. Durante la gestión de Gregorio Caro Figueroa al frente de la Secretaría de Cultura se intentó iniciar un proceso de coaching laboral con uno de los especialistas más calificados en la materia que existen en nuestro país, el Dr. Enrique Fernández Longo, pero ya era tarde porque de ambas partes hubo actitudes muy extremas. De todas maneras, prefiero destacar lo positivo de aquel período, que fue mucho. Creo que lo más destacable en ese momento fue que, a pesar de que el clima laboral se había dañado, todos poníamos el máximo para lograr los mejores objetivos artísticos, y en efecto, la Orquesta llegó en esos 3 años a su pico artístico absoluto, que fue coronado por el CD que se grabó para Sony Classical. La cantidad de obstáculos que hubo que sortear para poder llevar adelante este proyecto fue enorme y siempre estaré agradecido por el apoyo que dieron dos de los Secretarios de Cultura de aquel momento: Gregorio Caro Figueroa y Mariano Ovejero. Sin esa comprensión y apoyo, no se hubiera realizado el proyecto.
¿Cuáles fueron tus principales logros en la Orquesta Sinfónica de Entre Ríos? ¿Te sentís bien en ese organismo?
– La invitación a sumarme al equipo de trabajo en Entre Ríos vino de parte del Gobernador Sergio Urribarri en el momento de mi salida de Salta. Con él me reuní en Paraná pocos días después y delineamos un plan de medidas tendientes a poner en valor ese organismo -uno de los dos más antiguos del país- que se fueron cumpliendo una a una, ya que dicha tarea se insertó dentro de los objetivos principales fijados en materia cultural por parte del gobierno entrerriano. En primer lugar, se regularizó la planta laboral, se construyó una nueva sala de ensayos, se compraron instrumentos como un arpa Lyon & Heally, y el principal logro institucional –por lo menos hasta ahora- fue la sanción en tiempo récord de la Ley 10088 el 16 de diciembre pasado, la cual determina el incremento de la planta de la orquesta en 18 cargos más, llevándola al número de 85 músicos. Fue muy emocionante estar presente en la sesión parlamentaria en la cual se trató el tema sobre tablas, el mismo día que se cumplían 10 años de la represión en Paraná que costó cuatro vidas humanas. El contraste con lo ocurrido diez años antes, cuando muchos de los presentes en el recinto habían estado corriendo entre los balazos y ahora, debatiendo sobre el fortalecimiento de un organismo cultural, era inevitable. La ley se votó en ambas cámaras por unanimidad, lo que nos llenó de emoción a todos ya que es una demostración más de que las iniciativas culturales, cuando están bien llevadas, son generadoras de amplio consenso y gozan de un alto nivel de transversalidad. Esto, por supuesto, sin detener el trabajo de la orquesta que es de mucha exigencia y que la lleva por toda la provincia.
La Orquesta Sinfónica de Entre Ríos tiene una particularidad única en el país: por cada concierto que se toca en su sede natural (el bellísimo Teatro 3 de Febrero de Paraná) hay que tocar un concierto fuera de la capital provincial. De esa forma, de los 24 conciertos anuales, 12 son en Paraná y otros tantos en diferentes ciudades del interior provincial.
Ud. me pregunta si estoy feliz en Entre Ríos. Pues sí, lo estoy y mucho. He encontrado un marco extremadamente favorable para desarrollar mi actividad, con un equipo de gestión muy maduro y con ideas claras, buen presupuesto y por sobre todo, un grupo de músicos de excelente nivel, comprometido con su trabajo y con quienes mantenemos muy buen diálogo.
¿Qué te depara el 2012?
– Además de mis compromisos en Entre Ríos, arranco el año en el Teatro Colón de Buenos Aires con el estreno de mi propia adaptación para ballet de la ópera Carmen, junto al gran coreógrafo argentino Mauricio Wainrot. Esta obra se hace cinco veces en el Colón y luego la llevamos al Festival de Ushuaia y en el arreglo orquestal hay música del propio Bizet y de otros compositores como Turina y Albéniz.
En abril, viajo a Chile una semana para actuar con la Orquesta Nacional de Chile. En julio, estaré en Eslovenia junto al Bejart Ballet Lausanne y la Orquesta Filarmónica Eslovena, dirigiendo la más grande coreografía de Maurice Bejart: La consagración de la primavera. En agosto nuevamente en el Colón, pero esta vez para dirigir un clásico: La Bella Durmiente, y a fines de noviembre, nuevamente con el Bejart Ballet Lausanne tendremos 20 funciones en el Teatro Reggio de Turín, en las cuales se alternarán La consagración de la primavera y la otra gran obra de este genial creador: Lo que el amor me dice… , coreografía que Bejart realizó sobre la Sinfonía No. 3 de Gustav Mahler.
Además de esto continuaré con mis alumnos, mi programa semanal en Radio Nacional Clásica y con la escritura de una serie de artículos que quizás algún día se transformen en un libro. En estos días, y tras haber realizado una investigación que me demandó mucho tiempo, estoy escribiendo unos textos titulados: “Dr. Faustus, la música clásica durante las dictaduras”. El tema es apasionante y aborda un temario que ha sido tabú hasta nuestros días y que es el siguiente: ¿Cuál fue el rol asumido por los músicos clásicos durante los gobiernos dictatoriales? Para ello analizo algunos casos emblemáticos como el de Wilhelm Furtwangler y la Filarmónica de Berlín durante el régimen nazi y lo comparo con otros casos ocurridos en nuestro país durante la dictadura militar, especialmente en el período que va desde 1976 hasta 1980.
¿Qué opinión podrías darnos acerca de la renuncia de Roel a la Sinfónica de Salta?
– No puedo opinar, porque no conozco a Enrique Roel, ni tampoco he vuelto a Salta desde marzo de 2010. Por lo tanto, no estoy al tanto de la situación ni he escuchado a la Orquesta desde mi salida del cargo de director. Siempre tengo muchos deseos de viajar a Salta para visitar a algunos de los buenos amigos que tengo allí, pero hasta ahora no pude concretarlo.
– Nota relacionada:
Luis Gorelik entra en la Sinfónica de Entre Ríos para reposicionarla
http://www.salta21.com/Luis-Gorelik-entra-en-la-Sinfonica.html