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domingo, noviembre 24, 2024

¿Qué te pasa Nilda Garré?

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El flamante Secretario de Seguridad es especialista en movimientos sociales y no en delito, por eso su primera decisión fue ir a desactivar una protesta en la Villa 31.

El desplazamiento de la ex fiscal del caso Mariano Ferreyra y la designación de otro funcionario de pasado macrista. El «modelo haitiano» de control del conflicto social.

Con las denuncias aún latentes de espionaje a militantes de Derechos Humanos y sindicales por parte de la Gendarmería, la ministra Nilda Garré designó al funcionario de carrera militar que más conoce sobre movimientos sociales al frente de la Seguridad Nacional.

El médico del Ejército Teniente Coronel Sergio Alejandro Berni fue mano derecha de Alicia Kirchner durante 8 años, desde donde mantuvo relación directa con Néstor Kirchner primero y con la presidenta Cristina Fernández después.

Sumó méritos poniendo freno a las organizaciones sociales no kirchneristas, aunque también supo confrontar a grupos como el Movimiento Evita cuando sus cuadros escalaban posiciones en el Ministerio.

El propio Emilio Pérsico responsabiliza a Berni por “ningunear a las organizaciones sociales” y por haberle hecho la vida imposible cuando el dirigente del Evita diseñó uno de los programas más ambiciosos de la cartera social, el Argentina Trabaja.

La confrontación silenciosa terminó, en octubre de 2009, con Pérsico fuera del Gobierno Nacional a partir de un escándalo con su hijo y con Berni fortalecido. Después de un breve lapso como vicepresidente del Senado bonaerense, el funcionario que durante más años batalló contra las protestas sociales se convirtió en el nuevo Secretario de Seguridad, una suerte de viceministro de Nilda Garré.

Rodeado por el jefe de gabinete Abal Medina, el ministro de seguridad sciolista Ricardo Casal y el vicepresidente Boudou, asumió el cargo jurando “por Néstor Kirchner”.

Oriundo de Santa Cruz, como su ex jefa Alicia Kirchner, ahora Berni deberá dedicar menos tiempo a su emprendimiento empresarial, Logística Integral Río Turbio SA, una compañía radicada en Lomas de Zamora de la que es socio. La empresa, según consta en el Boletín Oficial, se dedica a una amplia e imprecisa gama de negocios inmobiliarios, turísticos, de transporte y de prestaciones médicas.

Sube Berni, baja Caamaño

Estos nombramientos, conocidos el jueves pasado mediante el decreto 329/2012, implican la pérdida de poder de la ex fiscal del caso Mariano Ferreyra, Cristina Caamaño, cuya dependencia a cargo no es más la Secretaria de Seguridad Operativa, área que absorbe ahora Berni, sino una instancia de menor importancia en el nuevo organigrama: la Secretaría de Cooperación con los Poderes Judiciales, Ministerios Públicos y Legislaturas.

Caamaño dejó de tener bajo su cargo al estratégico subsecretario de Delitos Complejos y Lucha Contra la Criminalidad Organizada, el ex policía Miguel Ángel Robles, quien pasó a depender directamente de Berni.

De esta forma la funcionaria pierde la relación de gestión con gendarmes, prefectos y policias federales: instituciones proclives a resistir los controles civiles y más si su mando es una mujer.

En cada caso, la reestructuración pone estas relaciones de autoridad en manos de Berni, después de todo, un Teniente Coronel que con sus formas militares de mando compartirá mayores códigos de cercanía con los jefes de las fuerzas de seguridad.

Al mismo tiempo, el sector más reaccionario de dichas fuerzas va a festejar que Ileana Arduino, hasta la semana pasada Secretaria de Políticas de Prevención y Relaciones con la Comunidad, haya sido degradada a Subsecretaria de Articulación con los Poderes Judiciales y los Ministerios Públicos.

Tras ser reemplazada por el nuevo subsecretario, la presidenta ofreció a Caamaño seguir en un rango menor, sufriendo un recorte de sus atribuciones, limitadas al mantenimiento del diálogo con los fiscales y a las pericias en causas que involucren a la Policía, pero perdiendo la relación de autoridad con la fuerza.

En los papeles, la designación de Berni pone bajo su órbita lo estrictamente relacionado con la seguridad: la parte operativa, la cantidad de agentes, la coordinación con la Policía de la Provincia, el número, ubicación y duración de los diferentes operativos.

Aunque su primera decisión de gestión no tuvo que ver con esas facultades: después de asumir se hizo presente en el piquete del día viernes en la villa 31 de Retiro para desactivarlo. Esa tarea no corresponde a su responsabilidad actual pero sí en cambio se enmarca en lo que se especula será su verdadero aporte en un ministerio clave: el control político y policial de las protestas sociales.

La ex fiscal Caamaño había llegado a trabajar con Garré por su rol en la investigación de las responsabilidades de la Policía Federal en el asesinato de Mariano Ferreyra en una protesta de ferroviarios en 2010.

Berni, en cambio, construyó un perfil político que lo muestra más dispuesto a poner la lupa sobre los manifestantes que sobre las fuerzas de seguridad.

Macristas con K: sale Schiavi, entra Darío Ruiz

Junto a Berni trabajará Darío Ruiz, de brevísimo paso por el Ministerio de Desarrollo Social y, en cambio, una más extensa vinculación con Diego Kravetz, el legislador artífice de los pactos entre macristas y kirchneristas en la Ciudad de Buenos Aires.

Ruiz fue nombrado en el año 2005 como Director General de Políticas de Seguridad y Prevención del Delito por el entonces jefe de gobierno porteño Aníbal Ibarra. En 2009, Mauricio Macri lo designó en el directorio de Subterráneos de Buenos Aires, bajo la órbita de Juan Pablo Piccardo.

Ruiz ya había formulado un guiño al kirchnerismo cuando sostuvo que la propuesta formulada por el Gobierno nacional para el traspaso del servicio a la Ciudad «guarda la razonabilidad necesaria».

En la AFIP consta que su actividad principal es prestar “servicios inmobiliarios realizados por cuenta propia, con bienes propios o arrendados” y la secundaria son los “servicios de asesoramiento, dirección y gestión empresarial realizados por integrantes de los órganos de administración y/o fiscalización en sociedades anónimas”.

Ahora se encargará de Políticas de Seguridad e Intervención Territorial, justamente uno de los detonantes de la disputa entre los ejecutivos nacional y de la Ciudad.

También fue nombrada María Cecilia Rodríguez, que proviene al igual que su superior Berni del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, donde fue Directora Nacional de Asistencia Crítica de la Subsecretaria de Abordaje Territorial.

Rodríguez estuvo en Haití cumpliendo “funciones humanitarias” en el marco de la misión de los Cascos Blancos de la Cancillería, como parte del entramado de la intervención militar con el que varios países, entre ellos la Argentina, ocupan el país caribeño.

La funcionaria fue condecorada por la Presidenta por sus tareas allí, en donde se combina la ayuda social no universal con un control militar sistemático llevado adelante por las tropas de la MINUSTAH.

Dirigentes sociales opositores que durante años mantuvieron trato con Berni afirman que el modelo haitiano que combina asistencia social focalizada y manejo de fuerzas de seguridad para evitar protestas no es ajeno a los métodos que el actual Secretario de Seguridad siempre desarrolló.

Para quienes conocieron sus formas militares de gestión, será curioso verlo ahora hablando desde del marco conceptual del Acuerdo de Seguridad Democrática que promueven el CELS de Horacio Verbistsky y la Comisión Provincial para la Memoria.

– Marcha.org

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