Manifestamos nuestro repudio absoluto al homenaje al general de brigada Miguel Ángel Arévalo Clodoveo, organizado por la Asociación civil veteranos de guerra Toas Plaza de Mayo.
El militar fue ejecutado por el ejército británico en las Islas Malvinas y, lejos de considerarlo un “héroe” a quien rendirle honores, se lo debe recordar como un activo partícipe en las torturas y asesinatos de la última dictadura.
El General de Brigada encabezaba la lista de las diez primeras bajas del Ejército Argentino durante el conflicto de Malvinas, que fueron homenajeados con una misa el pasado 30 de abril. Arévalo fue un genocida que actuó durante la Dictadura, y su muerte en Malvinas no puede ser concebida como un acto de heroísmo. Nadie que haya participado del terrorismo de Estado, implementando planes macabros y asesinos, merece ser reivindicado, sino repudiado para siempre.
Arévalo estuvo a cargo del asalto a la vivienda de la familia Avellaneda, con el objetivo de capturar al dirigente político y sindical Floreal Avellaneda, del Partido Comunista. Al no lograr este cometido, su mujer Iris y su hijo Floreal fueron capturados y trasladados a la comisaría de Villa Martelli, donde fueron sometidos a torturas y humillaciones. Finalmente, el cadáver de Floreal (hijo) fue hallado en la Ensenada de Montevideo, junto a otros cuerpos que habían sido arrojados al Río de la Plata.
En el juicio oral de 2009, se condenó a los represores que pertenecían al mismo grupo de tareas de Arévalo Clodoveo, entre ellos, los generales Verplaetsen y Riveros. En consecuencia, si el destino de Arévalo no hubiera sido morir en Malvinas, hoy se encontraría condenado por terrorista de Estado.
Nosotros reivindicamos la plena soberanía sobre las Islas Malvinas pero no permitimos ni permitiremos ningún acto de reconocimiento a los participantes del Genocidio, a quienes la Justicia los condenó como asesinos y que tanto dolor han causado en el pueblo argentino.
– Comisión de Derechos Humanos
Consejo Integral Asociación Argentina de Actores
