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jueves, enero 9, 2025

El Salón Auditórium: cinco años de un teatro en pie

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Anoche, en el Salón Auditórium “Dr. Rafael Villagrán”, se realizó un homenaje a Ricardo Castro. Sus nietos se emocionaron. Ana María Parodi sigue luchando por la cultura de Salta. Como el Ave Fénix, surgió para quedarse en los escenarios salteños. Hoy, alas 11 el homenaje es para el Dr. Villagrán. “Son los dos pilares del aniversario”-dice Parodi.

Las actividades se iniciaron el 26 de marzo, se había previsto un agasajo a la prensa en horas de la mañana pero hubo ausentismo, salvo por un canal salteño que llegó hasta la sala para dialogar con su directora y salir al aire en vivo: “no debo claudicar jamás”-comenta Ana María Parodi. Explica que su proyecto sigue adelante, aquel con el que se embarcó por el año 2003. El año pasado el gobierno de Juan Carlos Romero realizó refacciones en el viejo y caído Salón Auditórium, que bastante había mejorado su directora. Hoy, Ana María festeja con orgullo su «locura»: convertir ese edificio en ruinas en un teatro para la gente que quiere hacer su arte. Y el primer día se convocó a un guitarrista de lujo: Néstor Guestrin, concertista internacional y hubo una selección de poemas por el Lic. David Slodky. “Maravillosos”- es el balance de la noche del festejo del 5° aniversario de la sala querida por los artistas.

“Trabajo aunque vengan unos pocos. En una Salta que se dice culturosa, los espectáculos de lujo y de calidad tiene a cuatro espectadores”-comenta. Pero segura y decidida porque este esfuerzo suma a la cultura y es valioso. Trabaja pese a todo y contra todo por el arte. Fuimos testigos de esta obra que comenzó casi en ruinas y hoy resplandece. Para ello Ana María ha tocado puertas hasta que se las abrieron.

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“Soy la esposa del Auditórium”-dice al cierre del homenaje a Ricardo Castro, en un diálogo más íntimo, junto a Cristian Castro, hijo del pionero de la gestión cultural privada y del fundador del Cine Arte en Salta, y a Salta 21. Cristian reconoce que ni su padre logró en tantos años tener esta sala como se la ve hoy. Su padre también pasaba el cine y lo hacía aunque estén dos personas. Una lucha. El público siempre es sorprendente: llenan sala o se mezquina. Cuando se caía a pedazos, Cristian llevó a su padre, Ricardo, a continuar con su labor en La Fundación. Hoy, la obra de Ricardo se aprecia allí los domingos, lunes y martes, con proyecciones de cine de alta calidad artística.

El homenaje a Ricardo Castro tuvo final con lágrimas de dos de sus nietos: Cristian (Cristiancito) y Monserrat. Los dos mayores están afuera. Matías es tenista profesional y Nicolás estudia en Buenos Aires.

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Ladrón de bicicletas se proyectó a las 22 hs, un film de Vittorio De Sica. Un drama tan humano y actual, pese a que pinta la Europa de pos guerra. Nos quedamos comentando el film, apenas unos pocos entusiastas de las joyas del cine. “Fue una de las primeras películas que trajo mi papá”- dice Cristian, que observa las instalaciones del Auditórium más que sorprendido.

El documental sobre Ricardo Castro fue una perla, realizado por Eduardo Agüero. Entre los conceptos más importantes que vierte Castro, se pueden rescatar el amor por el arte con la valoración de una muestra de cultura no comercial y la idea de realizar un cine club. También se mostró el video exhibido para la reinauguración del Auditórium (17-10-07) con los trabajos de los teatristas desde el 2003, editado por Juan Carlos Sarapura. Omar Pizzorno, el director de ARPI Teatro, realizó la conducción del evento de anoche.

Ricardo Castro escribió acerca de Cómo se gestó el cine: «iniciamos las actividades el 28 de mayo de 1971, con la exhibición del clásico de Jean Reinor: La gran ilusión, y con la presencia de un poco más de veinte personas. Con el correr de las semanas-las proyecciones se realizaban los días viernes-fue aumentando el número de espectadores”.

Continúa y expresa que al cabo de 35 años, cambiaron de 16 mm a 35 mm y recuerda en sus palabras, a María Vaner, Nini Marshall, María Rosa Gallo, Edda Díaz y José María Vilchez (que los trajo a Salta con espectáculos unipersonales). Comenta sobre su mudanza en 1992 de la Sala del Ministerio de Bienestar Social (hoy Salón Auditórium) a la Fundación del Banco del Noroeste (hoy La Fundación Salta).

“Atravesamos momentos políticos álgidos en estos 35 años pero, a pesar de mantener la libertad de expresión, de estra en contra de la censura y, de haber luchado abiertamente contra las prohibiciones que pesaban contra algunos actores en la época del Proceso militar, tuvimos la suerte de no haber sido censurados ni cerrada nuestra institución”- dice el texto de Ricardo, fallecido el 22 de mayo de 2005. Y habla sobre el amor del público por el cine arte, “cineclubistas”, como los llamaba.

Y Cristian, nos cuenta que a su padre en realidad le gustaba más el teatro que el cine (qué cosa!) Expresa que Ricardo Castro no ganó fortuna alguna pero que dejó una obra importante para la cultura y que por ello su nombre se recuerda. Esto llegó a generar mucha envidia de parte de sectores sociales que no sabían qué hacer para figurar. No podían entender cómo un hombre con un proyecto de cine arte era más importante que el dinero que alguien donan para una fundación. Cristian dice: “la pasión de Ana María es como la de mi padre”– por eso sus frutos se ven.

Ricardo Antonio Rubén Castro nació el 20 de setiembre de 1931 en Buenos Aires y desde pequeño fue trasladado a vivir en Rosario de Santa Fe.

Hijo de Narciso Castro, periodista deportivo, y de Elsa Castiglione, ama de casa, amante del cine y la literatura, quine transmitió a su hijo el amor por estas artes. Sus referentes para desarrollar su pasión por el cine fueron: el Cine Club en Rosario y en Buenos Aires el Cine Club Núcleo, los dos más antiguos del país.

Entre sus actividades se pueden destacar: dirigió un programa de TV “Qué veremos esta noche” con comentarios de las películas que se proyectarían en el cine arte; fue docente de la UNSa, escribió innumerables artículos sobre cine para periódicos y revistas de Salta (El Tribuno, Nueva) hasta el fin de sus días. Recibió el premio Santa Clara de Asis, fue presidente de la Alianza Francesa de Salta y Ciudadano Ilustre de Salta. Casado en primeras nupcias con Aída Giuranacci, tuvieron a su hijo Cristian, ella lo acompañó en su pasión por el cine largos años. Luego, contrae matrimonio con la doctora María Beatriz Casadio, en mayo del 2001, con quien continúa su camino por la vida y por la labor por el cine arte.

Hoy, a las 21, 30, en la noche dedicada a la danza, se presentan los Ballet “La Cerrillada” y “América danzas”. Mañana a las 22 se destina al teatro con El acompañamiento de Carlos Gorostiza, bajo la dirección de Jorge Renoldi.

Ana María Parodi, feliz con sus compañeros de trabajo, destaca que son de fierro: Carlos Lazarte, Milena Rufino y Juan Carlos Sarapura. Nunca deja de admirar el mural “Escenarios posibles” de María Laura Buccianti, realizado en abril de 2004, al cual con sus manos, fue colocando parte por parte para restaurarlos luego de las refacciones.

Tal como vaticinó Buccianti, los escenarios en el Salón Auditórium se hicieron posibles: una cadena de artistas participantes y la vehemencia y constancia de Ana María, lo hicieron realidad. Agradecida a la prensa sostiene, la directora del salón, que la han ayudado a crecer con la difusión de los eventos.

Anoche, una vez más, la sala de Parodi estuvo de pie. Cuánto amor.

– Para visitar la página del Salón Auditórium, ver el video de los actores, la programación del festejo del 5° aniversario y otros eventos publicitados, haz click en el link:

http://infovipsalta.com.ar/oscommerce/product_info.php?products_id=1155

Fotos: en la radio la Sra. Parodi (portada), Las que aman hasta morir (Parodi como actriz) y la tercera «Ladrón de bicicletas».

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