Sábado 4 de agosto a las 20 horas en el Salón Victoria del Teatro Provincial.
La destacada Camerata Lazarte continuará con otro gran estreno. Se trata del concierto inaugural del “Ciclo Antonin Leopold Dvořák” con los Últimos Cuartetos para Cuerdas, donde se interpretarán en primera audición los Cuartetos Nº 13 en Sol Mayor Opus 106 B192 y Nº 14 en La bemol Mayor Opus 105 B193.
En este concierto auspiciado por el Ministerio de Cultura y Turismo de la Provincia participarán los violinistas Franco Ruiz Falci, Gerardo Solórzano, la violista Mercedes Isabela Lemos y Valeria Buriek Parés en violonchelo.
La entrada es libre y gratuita con comentarios del Mtro. Julio Lazarte.
En los primeros cuartetos de cuerdas Dvorak tiene gran influencia de Beethoven, Schubert y Mendelssohn; pero más tarde funde el flolklore checo con su gran producción creativa. En esta oportunidad escucharemos los cuatro últimos cuartetos donde el Cuarteto para Cuerdas Nº 11 en Do mayor es el más significativo de los 14 cuartetos de Dvorak antes de los dos ejemplos finales completados en 1895 luego de su regreso de América. Presenta un gran desafío a los instrumentistas, lo cual explica sus interpretaciones relativamente infrecuentes; pero igualmente es tal vez el más gratificante para el oyente receptivo de su maestría compositiva. Hacia 1881, el año de su composición, Dvorak estaba bien establecido como compositor y recibía pedidos de obras, incluyendo cuartetos de cuerdas. El anterior Cuarteto “Eslavo” No. 10 en Mi bemol op. 51, B. 92 fue el resultado de un pedido de Jean Becker, el líder del Cuarteto Florentino en 1878. En el otoño de 1881 Dvorak accedió a un pedido de Josef Hellmesberger (padre), Maestro de Capilla y líder del Cuarteto Vienés que también llevaba su nombre, a escribir un nuevo cuarteto aunque luego olvidó el proyecto mientras estaba ocupado escribiendo su ópera Dimitrij, op. 64, B. 727.
En octubre de 1881 Dvorak recibió un gran susto cuando leyó en el periódico “Neue freie Presse” que el cuarteto de Hellmesberger iba a interpretar el nuevo cuarteto el 15 de diciembre y ¡él aún no había escrito siquiera una nota! No había más solución que detener el trabajo de la ópera y comenzar el nuevo cuarteto. En Vysoka comenzó el trabajo el 7 de octubre y dos días después había finalizado un movimiento en Fa mayor. Sin embargo estaba insatisfecho con el resultado y comenzó la obra de nuevo, esta vez en Do mayor. El movimiento descartado se conoce hoy como Movimiento en Fa para Cuarteto de Cuerdas. Habiendo preparado borradores y utilizando algunas ideas descartadas de otras obras debido a la escasez de tiempo, comenzó la partitura final del primer movimiento el 25 de octubre, el segundo movimiento el 27, el tercero el 29 y el último el 4 de noviembre, completando toda la obra el 10 de ese mes.
El resultado, aunque abandona el carácter eslavo del cuarteto previo, no demuestra ningún signo de apuro sino más bien una fuerza y una profundidad extraordinarias, casi beethovenianas, permaneciendo al mismo tiempo como producto de un compositor checo. En esta obra Dvorak es el maestro y señor de su material y de su medio. El estreno vienés, planeado originalmente para el 15 de diciembre, no tuvo lugar debido a que el Ringtheater fue destruido por un incendio con trágicas pérdidas de vidas. Después de un razonable período de duelo, el Cuarteto Hellmesberger realizó el estreno aunque la fecha y los detalles no son conocidos. El 2 de noviembre de 1882 la obra recibió su estreno alemán en Berlín, interpretado por el Cuarteto Joachim (Joseph Joachim, Heinrich de Ahna, Emanuel Wirth yHugo Dechert), repitiéndola cuatro días después en Bonn. El estreno en Praga tuvo lugar el 3 de enero de 1884 durante una de las famosas veladas de música de cámara den el Um Plecka Beseda, en la que los intérpretes fueron Ferdinand Lachner, Julius Rauser, Josef Krehan y Alois Neruda.
Dvorak nació en Nelahozeves, pequeña población al norte de Praga, el 8 de septiembre de 1841. Su padre, Frantisek Dvorák, poseía un reducido establecimiento hotelero. En Zlonice recibió las primeras enseñanzas musicales y aprendió a tocar el violín, el piano y el órgano. De 1857 a 1859 residió en Praga en casa de un tío suyo mientras estudiaba en la Escuela de Órgano de la ciudad. Cuando su tío no pudo mantenerle por más tiempo pasó a integrarse en la orquestina de Karel Komzák como medio de ganarse la vida, adquiriendo cierta reputación como intérprete. En 1886 pasó a la orquesta del Teatro Nacional de Praga que dirigía Bedrich Smetana. En 1873 saltó a la fama con su composición “Himno Patriótico”, de hondo calado nacionalista, ese mismo año obtuvo el reconocimiento internacional con su colección de “Danzas eslavas”.
En el verano de 1874 obtuvo una beca del gobierno austriaco de 400 florines en mérito a las composiciones que presentó. Visitó Inglaterra en nueve ocasiones, generalmente para presentar y dirigir su propia música, la primera fue en 1884, cuando fue nombrado miembro de honor de la Sociedad Filarmónica de Londres. Más tarde, en 1891, recibiría el título de Doctor Honorario de Música por la Universidad de Cambridge. También, en 1889, la Orden de la Cruz de Hierro otorgada por el emperador Francisco José I, en 1891 el doctorado “honoris causa” por la Universidad de Praga, y un sillón en la Academia de Ciencias y Bellas Artes de Checoslovaquia y de Berlín. Invitado por Tchaikovsky estuvo en San Petersburgo y Moscú ejecutando sus propias obras. Una etapa singular de su vida fue la que pasó en Estados Unidos, Jeannette Thurber, fundadora del Conservatorio de Nueva York le ofreció la dirección del centro, lo que le determinó a trasladarse allí en 1892. Bajo la influencia de los “espirituales negros” y de la música popular compuso la «Sinfonía del Nuevo Mundo» y el conocido “Cuarteto americano”.
Regresó a su país en 1895 para hacerse cargo de la dirección del Conservatorio de Praga. Alli murió de una congestión cerebral el 1 de mayo de 1904.