Con este nuevo poemario Gustavo Rubens Agüero reafirma una vez más su oficio de poeta que ya despuntara en 1985 con “Resurrección de la soledad” al que le siguieron otros libros cuya calidad ha resaltado la crítica especializada y le ha valido su inclusión como una voz significativa y potente en antologías regionales y nacionales.
Su obra está signada fundamentalmente por lo social, por su preocupación por el llamado campo popular. Obsedido por el drama de los desposeídos, del genocidio de la dictadura, de la guerra de Malvinas y por la realidad histórica del país y del mundo, su escritura ha dado testimonio con coraje y belleza. Si consideramos esta veta de su producción tenemos que ubicarlo en el espectro de las corrientes literarias que asumen la estética del compromiso. Pero su “ars poética” no se limita a denunciar la crisis epocal. También su pluma explora, indaga y canta lo que transcurre en los pliegues de la subjetividad cuando ella es alcanzada por el relámpago de la pasión.
En sociedades líquidas como las de nuestro siglo sostener un discurso lírico sobre el erotismo se ha convertido en algo subversivo. Roland Barthes en su famoso libro “Fragmentos de un discurso amoroso” nos muestra como el amor devino obsceno a los ojos del conformismo contemporáneo. La censura ya no recae sobre el sexo que ha dejado de ser tabú, sino sobre “el intratable”, “el indomesticable”: el amor.
El primer agrupamiento de poemas de “Heroína de capa roja” que se intitula “Decir adiós el día menos pensado” se centra en ese acontecimiento fundante de verdad que es el amor.
La escritura de Agüero tributaria de los surrealistas, de Molina, de Vallejo, de Castilla, despliega imágenes osadas, analogías insólitas, ensoñaciones incandescentes. La urgencia del deseo arma la mente del que escribe con riqueza de vocablos, variedad de fraseos, sintaxis distorsionada por el oceánico que habita la subjetividad del sujeto enamorado. En este “tembladeral del alma” “los cuerpos se construyen en la pira”, viajan en su nave carnal al único país donde se es derrotado por el éxtasis. El azar, caro a Bretón y sus seguidores, es un enmascarado que juega a los dados y sus números instalarán la ausencia o la presencia, la dicha o el dolor, lo transitorio o lo que permanece. El poeta a pesar de la lengua dañada por la banalidad de su uso mediático restaura el resplandor de las palabras: deseo, alma, acantilados, diáspora, risa, luna – “Dar un sentido más puro a las palabras de la tribu” como dijo Mallarmé es la tarea de los entregados a la diosa poesía-.
Agüero lejos del modernismo rubendariano y del minimalismo o el realismo atolondrado de un Cucurto ejercita una prosodia donde se funden el mester de clerecía y el mester de juglaría. De esas nupcias de la poesía culta y de la canción popular brota la escritura que abomina del hermetismo o de los vocablos prestigiosos y le complace más ser escuchada por la gente común que por los frecuentadores de cenáculos literarios.
Sus textos poéticos de estilo decantado y fluido, instrumentan herramientas retóricas y guiños provenientes de su vasta cultura literaria. Alguien dijo que en un poeta debe notarse que por allí pasó Homero. Por aquí, no sólo Homero, los clásicos y el Siglo de Oro español sino también la tradición y la vanguardia, los aullidos de la generación beat y la melancolía de Spinetta, el árbol encantado de la copla y los cuentos de Perrault, las voces combativas y dolidas de Vera y Aparicio y el erotismo solar de Neruda.
La segunda parte del libro se titula “Noche de los descamisados”. Aquí ya lo señala su nombre el poeta aborda cuestiones relacionadas con lo social e histórico. Abre esta sección un magnífico canto a la papa, ese tubérculo americano de quien dice Neruda en su Oda: “papa te llamas, papa y no patata, no naciste con barba, no eres castellana”. El texto de Agüero, de gran calidad literaria y novedad exalta a “esta incansable viajera de la tierra/ la heroica en los banquetes// Eres madre de los pueblos andinos/ hecha pan de cada día/ Si escribe la tierra tu historia/ Yo te canto alimento de los pobres”/.
A la celebración de este alimento terrestre que estuvo en la última cena de esos trágicos amantes Camila y Ladislao, le sigue el de ese instrumento musical que el genio poético de los condenados de la tierra supo fabricar a partir de un roedor, el charango. Dice Agüero “los descamisados sólo conocemos la vihuela del pueblo/ Toca charango mis noches, tu sinfonía alegría del mundo”/. El poema “Nación Araucana” que evoca el genocidio de pueblos originarios es un diamante negro cuyo resplandor lancinante nos sacude –como un cross a la mandíbula nos despierta del letargo de nuestra conciencia- (página 50)
Agüero, comprometido con los que luchan por un país y un continente justo y soberano sabe que la poesía puede ser compañera de ruta en la medida en que abra su registro al viento de la historia y del presente, pero sin deponer las armas de la belleza y la crítica real.
Flor y puñal en un mano a mano con la vida y sus cuestiones, esta poesía nos convoca parafraseando a Char a “poner en camino la inteligencia y el corazón sin ayuda de los mapas del estado mayor”.
(Texto de presentación del libro: Heroína de capa roja, poemas, Salta, Septiembre de 2012)
– Teresa Leonardi
(Salta, 11 de septiembre de 2012)
Gustavo Rubens Agüero
Su obra poética:
Resurrección de la soledad, 1985; Realidad a pedazos, 1986; Todas las celebraciones, cuadernillo, 1993; Huéspedes sin regreso,1995, Primer Premio Poetas Éditos, Dirección Gral., de Cultura de Salta; Con cierto glamour, poesía, 2000, Gran Premio de Honor Literario de la Municipalidad de Salta; La Bayadera y Ella lo tenía todo, plaquetas, Salta, 2002-03; El imaginero, itinerario poético 2002-03, Antología, Selección y Prólogo, Salta, 2004; Bajo la estampida, poemas breves 1985-2000, Salta, 2006; No huyas bajo la luna, plaqueta, Salta, 2006 y Atrapasueños, CD de poemas con música, leídos por el autor, Salta, 2007 ; Espejos de sal, poemas, 2007 ; Arpegios de la noche, canciones, 2008 y Ese ilusorio tatuaje, trovas, Salta, 2012.
En narrativa:
Santa Ana de Yacuma, 1996; Luz de vela, 1997; Cuerpos de arena, 2001; Primer Premio Provincial de Cuentos, Secretaría de Cultura de Salta y Una bocanada de aire, Antología personal de Cuentos, Edición: Secretaría de Cultura de Salta, 2005. Tiene en prensa una antología de su obra poética. Figura en más de 40 publicaciones colectivas: libros, plaquetas, cuadernillos, antologías, Pág. Web, separatas de diarios y revistas del país y el extranjero.
Obtuvo el Primer Premio Iniciación, Imaginación en Prosa, Secretaría de Cultura de la Nación; bienio 1993-95. Colabora en diarios y revistas literarias y culturales del país con textos periodísticos, comentarios de libros, cuentos y poemas. Participó en recitales, conferencias y en charlas con docentes y alumnos en colegios, bibliotecas, centros vecinales y municipios de distintas localidades del noroeste. Fue el autor y conductor del programa radial “La buena memoria”. Es compositor de temas musicales. Es Director de la revista Cultural El imaginero. Fue Presidente de la Sociedad Argentina de Escritores, filial –Salta. Es el Creador del Proyecto Cultural El imaginero y Ediciones Artesanales Colección: VEREDAS.