Sábado 3 de noviembre, 20:30 hs. en el Salón Auditórium. Estética del absurdismo en el marco de la 18º Fiesta Provincial de Teatro Salta 2012. La obra obtiene el 4º puesto en la Fiesta organizada por el INT, según criterio del jurado: Beatriz Lábatte, Diego Bernachi y Ale Tovi.
¿Quién manda?
– Por Adriana Cecilia Pica
Con la actuación de Natasia Rivero, Carlos Delgado y Juan Nicastro, se presenta la obra “Encadenados” de Alejandro Manzano, la cual exhibe la problemática de un ser manipulador y dominante o la de un desgraciado que siempre quiso tener la atención de todos.
Son tres protagonistas, relacionados entre sí. ¿De quién se trata? Del padre, de la madre, del niño o de la pobre mujer. El “hombre de la casa” Axel (Carlos Delgado), está atrapado en un mundo de hipocresía e ingratitud, se preocupa sólo por sí mismo sin importar lo que ocurriese en su entorno, discrimina a las personas que son de una clase social baja, y se aprovecha de la inocencia o tolerancia de su hijo/amigo/compañero de casa. El mundo está lleno de seres similares a este, se aprovechan y pisan sus derechos. David (Juan Nicastro) un individuo generoso, siente algún temor por Axel, representa la bondad, amabilidad y sensibilidad de hombres y mujeres; expresa el deseo que tiene de conservar a su madre a toda hora y momento. Laura, la madre, esposa y necesitada mujer (Natasia Rivero), personifica la pobreza. Ella se encuentra en la miseria, muestra cómo es sólo una parte de la vida de gente similar a ella. Todos tenemos nuestros miedos, el de ellos es la soledad. ¿Cuál es el tuyo?
Encadenados… como quitarle a alguien la capacidad de accionar ante la discriminación o desigualdad para con ellos. Como el tema de Luis Miguel “Mi suerte necesita de tu suerte y tú me necesitas mucho más”. Igual que Prometeo “El dolor que siente encadenado es mucho más profundo que el simple sufrimiento, mientras tanto nunca pierde la esperanza de recobrar la libertad en algún momento que se apiaden de él”. Una propuesta atrayente.
Dimensión desconocida
– Por Laura Guzmán
El grupo Bajofondo Teatro Inc. nos presentó “Encadenados”, una historia de mutaciones imprevistas que no me resultaron del todo agradables por el hecho de que los actores no transmitían demasiado, sus expresiones fueron poco fluídas y en algunos momentos inexpresivas.
Muy buena la escenografía para la cual se empleó solamente un sillón, al cual se lo multiplicó para diferentes funciones y escenas, haciendo de él algo muy sutil. En cuanto a la iluminación, hubo cierta descoordinación, por ejemplo cuando esta marcaba la salida al exterior de la vivienda, no coincidía en algunos momentos.
El vestuario definía ciertos rasgos de la personalidad de cada personaje.
Si bien la actuación de los actores no me pareció convincente, la temática de la obra me resultó muy buena. El hecho de mostrar una realidad que va penetrando más en la sociedad: el MALTRATO hacia la MUJER y la FAMILIA, y la tolerancia por parte de esta, son dos situaciones que lamentablemente existen hoy en día en la vida de muchas personas y que lo seguirá siendo mientras que estas lo permitan. Pudiendo, incluso, llevar a momentos extremos, como la muerte… ¿Por qué permitirlo y no evitarlo? Quizás sea por temor, o quizás no. Sólo sé que siempre será mejor sublevarse en contra del maltrato, tanto verbal como físico, y no dejar que este siga cada vez más y más. Por eso, será mejor no llegar a estar “Encadenados”.
Parricidio
– Por Romina Chávez Díaz
Por momentos sentí que Axel, David y Laura (Carlos Delgado, Juan Nicastro y Natasia Rivero) vivían en un country. Axel quiere vivir seguro y pregunta si las sucesivas puertas fueron perfectamente cerradas. Recordé la novela “Las viudas de los jueves”, en la que se muestra cómo las familias más acomodadas ponen vallas para alejarse de los peligros, pero eso no impide que les ocurra lo mismo que a los que viven en las villas miserias: maltrato, crimen, drogas, abusos…
El texto de “Encadenados” y la puesta que Bajofondo presentó, son excelentes. El director (Juan Comotti) debió haber acentuado la interioridad de los personajes, cuyas composiciones actorales se basaron en lo exterior, que dicho burdamente es “tirar texto” y accionar. Igualmente desde el estreno hasta aquí, los artistas mostraron un crecimiento impresionante que los ayudó a mantener un buen ritmo, cosa no fácil cuando interpretan más de un personaje al mismo tiempo en situaciones simultáneas.
Axel representa una especie de paralelismo moderno de la Nona (la viejecilla insoportable de Cossa), un personaje que engulle todo, succiona la bebida, la comida, el abrigo, el dinero y hasta las almas de quienes lo rodean. Axel es como el perro del hortelano: no come ni deja comer…
La obra plantea muchas problemáticas actuales: esta es una familia disfuncional. Los padres exigen a los hijos que trabajen mientras ellos se opifican en la TV y no sacan el trasero del sillón, que no es un elemento más. Los personajes viven en un sillón: duermen, comen, juegan a las cartas, miran TV, desayunan… Es hasta kafkiano cuando David lo usa de caparazón… especie de animalización grotesca del niño castigado, al cual obligan que se levante solo…
Hay una inversión de sentidos importante: el que vive adentro de un country es más peligroso que un clochard mal vestido. Y esta es la gran paradoja: la inseguridad habita dentro de los hogares de las supuestas familias “bian”. Los sentidos de la obra apuestan a que los hombres ejercen el maltrato a la mujer, los hijos cometen un parricidio. La madre encubre al hijo. La violencia es circular.
La simultaneidad de acciones/personajes/situaciones llevan a los protagonistas a un encadenamiento monstruoso por el que el hombre es el demonio de sí mismo.
– Generación Crítica es un Proyecto del Instituto Nacional de Teatro para la formación de jóvenes críticos de escuelas secundarias públicas. Somos un equipo integrado por Emil Rodríguez, Adriana Pica, Brenda Godoy, Rocío Alfaro y Laura Guzmán, bajo mi coordinación.
– Foto de portada tomada por Salta 21 durante la puesta