Vivir en Argentina es sufrir el eterno retorno, un ejercicio permanente del perpetuo olvido. Casi instalarse en un presente único, sin pasado ni futuro previsible.
¿Seremos un País indolente? O indiferentes a lo inmediato vivido. Algo así como el italianismo “no me frega” con una afirmación corporal del hombro, referida a la indiferencia del entorno. No importa las consecuencias ni el desenlace aunque éste fuera trágico, con profundo carácter de desaprensivo e insensible. De ahí a la intolerancia y a la violencia social, un solo paso. Realmente así seremos los argentinos o nos cuesta asumir los cambios. Es decir, ¿no nos acostumbramos a convivir en Democracia? Si así fuera estamos ante el fenómeno sicosocial de la AUTOPROFECÍA CUMPLIDA.
Podríamos definir a la Autoprofecía cumplida, como el cumplimiento en los hechos de aquello que profundamente pensamos / imaginamos o deseamos Para que produzca su efecto, hay tres elementos que tendrían que darse:
– 1) Pensar / imaginar o desear profundamente
Aquello que piensas profundamente para que tienda a concretarse.
– 2) Creer que lo que pensamos /imaginamos o deseamos se va a realizar.
Cuando creemos en lo que pensamos o imaginamos, dicho pensamiento se hace más poderoso y busca ser concretado o llevado a la realización.
– 3) Expectativa de que se realice.
La expectativa de lo que pensamos / creemos o deseamos es el último componente que hace que la autoprofecía se cumpla.
¿Qué es lo que se pretende obtener? ¿Qué es lo que se desea/piensa/imagina que se realice? Desesperadamente la opción de que este gobierno democrático FRACASE a costa de lo que fuere, permitiendo que la historia repita la tradición golpista de nuestra sociedad. Para la concreción de esta autoprofecía colaboran/ayudan /asisten denodadamente los Medios monopólicos de comunicación, perfectamente identificados en la figura de Clarín y La Nación y sus repetidores provinciales , que no escatiman (ni disimulan) sus intereses económicos para influir descaradamente en la población no advertida, con sus intereses diametralmente opuestos al desarrollo del País. Claramente les interesa, no sólo que la Democracia fracase, sino poner adelante sus específicas ganancias corporativas (negocios) ya que son los conspiradores profesionales internos con intereses transnacionales, o sea esos que responden al capital internacional (aunque a algunos les cueste reconocer). Directamente les dan letra a los otros enemigos del pueblo, como lo son los formadores de precios (entre otras cosas), que repican al son de los Medios desestabilizadores. Los Medios monopólicos escriben la partitura y el resto de los golpistas, tocan la música.
La prueba sine qua non de estas operaciones mediáticas irrefrenables lo valida el hecho de su posición repetida y permanentemente NEGATIVA de las acciones del gobierno vigente. Se resalta, absoluta y únicamente, toda perspectiva contraria a la gestión de gobierno, distinguiendo aspectos nocivos (aunque no los tuvieran) para descalificar la acción oficial. Sus páginas y editoriales siempre serán contrarias, premeditadamente, al propósito oficial, aunque éste sea visiblemente democrático. Su táctica y estrategia política es la recurrencia del mensaje: repetir y repetir hasta el hartazgo la percepción NEGATIVA de la realidad (usando hasta el cansancio imágenes/fotografías que reflejen un panorama siempre tendiente al caos y a la desestabilización). Se pone al ciudadano común (o sea, no militante) en el efecto social de una ruleta rusa, que no previene ni anticipa el tiro suicida final. Estamos ante la estrategia orgiástica de la catástrofe y la maquinaria del derrotismo. Quién no lo ve es porque no lo quiere ver.
NOAM CHOMSKY y las conspiraciones
Este es un escrito ya presentado (oportunamente por Salta21) y vale la pena repasarlo. Bajo el título de Decálogo de la Manipulación Mediática, enumera 10 estrategias de Manipulación. A saber:
1.-La estrategia de la distracción (desviar la atención de lo principal).
2.- Crear problemas y después ofrecer soluciones (inventar forzadas soluciones, siempre asociadas a la represión para fomentar la inseguridad y la sensación de fracaso permanente) 3.-La estrategia de la gradualidad (las soluciones “cuenta gotas”). 4.- La estrategia de diferir (la fábrica de las promesas de campaña) 5.- Dirigirse al público como criaturas de poca edad (infantilizar la realidad/la gente no tiene capacidad para comprender). 6- Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión (victimizar al poder). 7- Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad (la cultura de la banalización). 8- Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad. 9- Reforzar la autoculpabilidad (el pueblo se merece lo que no le cumplen). 10- Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen (el sicologismo al servicio de la política).
Este decálogo de la manipulación mediática es una invitación para todo aquél que le interese profundizar el pensamiento del semiólogo norteamericano a través de Internet y su desarrollo ampliado. Siempre con el propósito de relacionar la manipulación masiva con el fenómeno sicosocial de la autoprofecía cumplida, es ostensible que se pone la carga en el fracaso y la derrota popular en una puntual intención de culpabilizar al pueblo, insistiendo en la afirmación de esa sostenida idea (para los grupos dominantes) de que el pueblo no está capacitado para pensar y organizarse para el cambio, como una forma grosera de amputar la ESPERANZA, cuando el verdadero sostén del pueblo es el grupo humano (herir de muerte a la Autoestima colectiva). En este espacio entran los recurrentes mensajes referidos a los shocks de pánico (la instalación del miedo y la inseguridad), incitando a la desmovilización. Un pueblo movilizado es una situación social (para el poder) muy peligrosa.
El sostén recíproco es una de las funciones del grupo (contrario a la fragmentación desmovilizante), en donde hay, necesariamente, variedad de miradas (debates públicos). Esta es la esperanza que está ligada a sostener un sueño y la posibilidad de ese sueño elevado a los ideales. Esperanza que puede implicar alegría, o también indignación. Luchar desde la dignidad, no sólo por la dignidad y desde una forma de esperanza que no es pura espera. Es esperanza que tiene que planificarse en un proyecto. En palabras de Ana Pampliega de Quiroga (compañera de Enrique Pichón Rivière): “La lucha contra la alineación, la afirmación de lo humano y el fortalecimiento subjetivo transitan, hoy más que nunca, por la dignidad. Por el reconocimiento de sí como sujeto capaz de construir su propio destino y de convertirse, en relación con otros, en hacedor social de su historia”.
– Salta/Noviembre 2012
Conspiradores 8N
muy bien, coincido con su analisis. serge