Notable homenaje al Día de la Tradición.
Farolito
El jueves 8 de noviembre, en la Biblioteca Provincial, se presentó al público la Sociedad Farolito integrada por ahora, por Ángel Lapadula, contrabajo de la orquesta sinfónica local, Inés López y el plástico Julien Guinet. Lo hizo con un recital a cargo del Cuarteto de Cuerdas Salta integrado por Víctor Muradov e Inga Iordanishvili (violines), Aleksandre Urushadze (viola) y Martín D’Elía (violonchelo). Este grupo inicial, intenta aportar lo suyo al desarrollo cultural de la ciudad, hecho de por si altamente gratificante y plausible.
Se abrió la atractiva noche con “Pequeña Serenata Nocturna» de Mozart, luego una reducción interesante del primer movimiento de la Sinfonía nº 5 de Beethoven, también valses vieneses del inefable Johan Strauss (h) y páginas del argentino Piazzolla mas otras obras no tan conocidas del público de cámara. Buen comienzo para una intención que merece apoyo.
Día de la tradición
El sábado 10 y ya en el Teatro Provincial, conmemorando el Día de la Tradición que se da anualmente el 11 de noviembre, una velada totalmente argentina, de punta a punta. La Orquesta Sinfónica, el Ballet Folclórico Provincial que conduce con sabiduría y buen gusto el Mº Roberto Lazo Jiménez más los solistas Juan Carlos Marín (bandoneón), Mariana Márquez (guitarra) y Ana Issa (cantante).
Con un importante aforo invitado, la noche comenzó con la Suite Argentina de Eduardo Falú que ya se hiciera en Salta (bailecito, misachico, zamba y carnavalito) en la que destacó el último número más la guitarra de Mariana Márquez que hace mucho dejó de ser “la hermana de Pablo Marquez” para convertirse en ejecutante de méritos propios. Luego paginas del Cuchi Leguizamón comenzando con esa particular chacarera trunca llamada “Corazonando”, de canto que bordea permanentemente la disonancia, tal vez una jocosidad del autor, pero altamente atractiva. En esa y las siguientes, destacó la cantante Ana Issa, afinada, con un manejo del tempo irreprochable, hasta que apareció una nueva sorpresa, los hábiles y artísticos arreglos de conocidas piezas del folclore de nuestra región por parte del músico Javier Kamienski, respetuoso de los compositores elegidos como el caso de “La Tempranera” de Carlos Guastavino que mereció un bellísimo trabajo del nombrado arreglador, en los no menos bellos pentagramas del elegante Guastavino.
En la segunda parte apareció el notable bandoneonísta Juan Carlos Marín que derrochó musicalidad en temas de Piazzolla y otros autores hasta llegar a la sentida Ave María a telón cerrado, solo con la orquesta conducida con la certeza y la larga visión de siempre por el Maestro Jorge Lhez, (así fue todo el concierto). Las coreografías de Lazo Jiménez, estrechamente ligadas a las temáticas sonoras y sus caracteres fueron resueltas con elegante finura y un cuerpo de baile de elevada línea. Baste como ejemplo las figuras, movimientos, gestualidad en Libertango (Piazzolla) que rescata el espíritu libertario y rebelde del hombre del puerto.
Todo cerró con esa esplendida suite sobre los temas del Ballet Estancia que representa al gaucho en su febril desborde patriótico vinculado a la independencia de nuestra patria. Notable homenaje al Día de la Tradición.