Argentina es un país signado por la raíz colonial.
Inicialmente por su destino hispano y luego por la fuerza de su composición original de clases acomodadas que supieron ejercer una distribución territorial la que sostuvieron en los tiempos, a través de imponer en toda su radicalidad el modelo neoliberal, tratando de operar un cambio de mentalidades que las uniforme y con ello ejercer la hegemonía cultural mediante el control de las representaciones colectivas. Esa derecha local, con sus clases y grupos sociales que la componen, tienen un amplio bagaje en el ejercicio del poder y saben aprovecharlo con ductilidad, adaptándolo al tono que le marcan los tiempos. Han sufrido derrotas pero son fuertes y se perpetúan. Hoy, mantenidos en coordinación con la derecha mediática mayoritaria, cuyas estrategias discursivas fundamentales están en acción permanente.
La derecha aprende pronto, no se rinde. No se queda quieta cuando sufre algún revés, sino que encuentra la forma de volver a hacer lo mismo de siempre pero, ahora, acorde con el nuevo espíritu de los tiempos, rubricada por la hegemonía mediática que sabe acallar las voces discordantes hasta que se diluyan o se confundan en el silencio de los sordos. Han aprendido a utilizar otras herramientas estratégicas, como una agenda a la carta para cada situación: saben identificar las fisuras, las contradicciones y las debilidades, en tanto se insertan hábilmente con reivindicaciones y reclamos que levantan adhesiones y muchas veces dividen y enfrentan entre sí a los ciudadanos (por ej. El cepo al dólar). Tienen un programa claro en defensa de sus intereses. En efecto, conocen con precisión la hoja de ruta que deben (quieren) seguir y lo que desean conseguir: Se trata, incansablemente, de implementar el modelo neoliberal y profundizar sus reformas.
El pensamiento de derecha es canibalístico, reduce la realidad hasta hacerla para pocos. Es fragmentario /reduccionista, tiene repulsión por el otro. Es ombliguista, ya que empieza y termina en su grupo. Es repulsivo/explotador ya que ejerce la dominación a través de fórmulas étnicas/económicas y sociales. Es especulativo, usando a los otros grupos como elementos de choque (para sus mezquinos intereses, incluido el sabotaje mafioso). Especialmente se horroriza frente a una hipotética igualdad; pero curiosamente, ejerce sobre los otros grupos, un magnetismo nefasto de imitación, pero esto tiene que ver con el misterio oscuro del deseo humano y su escala de individualismo a ultranza. Lo peor de su estructura es que el pensamiento de derecha busca, inexorablemente, el fracaso de la Democracia.
Las estrategias discursivas
La derecha de la época está dirigida por gurúes del marketing político (foráneos como Durán Barba), que instrumentan todo un arsenal de simulación y mentiras planificadas, todas tendientes a la manipulación masiva (como por ej. Las mentiras de los subtes porteños) y que intentaré enumerar:
– 1) La creación y propagación de conceptos. Se exponen como verdades incuestionables pero su sentido y alcance nunca se explicitan, pues parecen lograr mayor eficacia práctico-política cuanto menor es su precisión semántica. Por ejemplo, “libertad” asume un significado muy cercano a “seguridad”. Muletillas como “no se puede gastar lo que no se tiene”; la sanidad “gratuita” es insostenible; solo nosotros tenemos “sentido común”.
– 2) La usurpación de la terminología del oponente. Al usurpar los términos de la izquierda, la derecha neutraliza y a la vez rentabiliza su sentido contestatario.
– 3) La estigmatización de determinados colectivos. Desprestigiando las políticas públicas se puede activar un malestar social basado en el rencor, la envidia y el miedo, y socavar la reputación de lo público para justificar su liquidación. La estigmatización es el paso previo a la expulsión.
– 4) Un método de argumentación basado en la simpleza y la comprensión inmediata. Se apela, permanentemente, al sentido común. Por ej. Los ferrocarriles son obsoletos/ la justificación de las privatizaciones.
– 5) La construcción de marcos de sentido. Una visión consensual indistinta de la lógica del sistema: no hay más que una realidad y ninguna opción para interpretarla. El sostenido pensamiento único de la única solución: “no queda otra”.
– 6) Una táctica de “orquestación». La reiteración machacona de una consigna (y no de un argumento, como sugiere la equívoca noción de “argumentario”. Como por ej. “los docentes trabajan poco”, “los empresarios trabajan a pérdida por la suba de los salarios”.
– 7) La fijación de estos mecanismos gracias al poder amplificador de los media. Los medios funcionan como laboratorios discursivos que difunden las nuevas expresiones y consignas, y los asesores preparan declaraciones inmediatamente traducibles a un titular:”la crisis es inminente” , “se viene el derrumbe”, “todo está mal”.
– 8) La moralización del discurso público. La política contemporánea se desvía hacia un registro moral. Pero el moralismo de la derecha desconoce las razones del otro: bueno o malo, normal o aberrante, son calificativos atribuidos de modo categórico y sin margen de discusión, apropiándose la universalidad de la noción en disputa.
La vigencia de la Democracia, mucho está en desarticular las modalidades formales, con que la derecha intenta imponer sus desigualdades y establecer un orden de cosas que atentan contra la convivencia colectiva. Imponer esa lógica “reduccionista” es el arte con que la derecha despliega sus fuerzas dominantes para hacer una sociedad solo posible para pocos y excluida para muchos.
La derecha al acecho (con la ayuda de Gonzalo Abril y otros)
Un poco tarde llego a comentar en este foro (espero que puedan leerme!). Pero me estaba dando vueltas esto de «la derecha» y sus nuevos rostros o estrategias. Pasé una mañana por plaza 9 de julio porque había una jornada de pintores en vivo.Muy lindo todo. pero al lado mismo de la libertad del arte, presencié algo muy curioso. Sobre la calle del Cabildo estaba una banda de música del servicio penitenciario tocando temas musicales internacionales. Un cantante interpretó «New York,new York» y otros temas en inglés. Eran lindas interpretaciones, aunque me sorprendieron. Después hubo un despliegue de la escuela de cadetes, vestidos de blanco. Con sus armas largas y el rigor militar. Ordenes y contra ordenes, revoleo de las armas,giro y contragiros. En la plaza habia otros uniformados que no pude identificar, aparte de la policía provincial. En un momento dado se escuchó un disparo. No se si se escapó o estaba previsto.Igual el susto (mio) fue mayúsculo. Los cadetes cantaron sus consignas militares y se retiraron ante los timidos aplausos de la gente que, al igual que yo, no termino de entender que pasó.
Yo me quedé pensando ¿qué es esto? ¿Un nuevo atractivo turístico? ¿Salta militarizada? Porqué tantos uniformes? ¿Qué perfil va tomando nuestra provincia? ¿Qué se esta exibiendo en realidad?
Puedo parecer exagerado, pero no me sentí cómodo en este gran despliegue de botones dorados.
De izquierdas y derechas.
Nunca llegué a entender esto de la dicotomía izquierda-derecha, si me atengo a lo que dice la teoría y a la observación de los comportamientos cotidianos de quienes estarían ubicados en uno y otro bando.
Según la teoría, y simplificando un poco la definición, la derecha está asociada a los intereses de los poderosos del mundo y la izquierda a las aspiraciones de los pobres y desposeídos. Toda persona o asociación de personas será catalogada políticamente según su opción frente a los intereses de uno y otro grupo. Por lo general la definición de quién es quién la hacen aquellos que se autotitulan “de izquierda” o, como mínimo, “progresistas”; el problema es que no siempre los actos de estos se corresponden con lo que declaman. Ernesto Guevara quería llevar la Revolución a todos los lugares del mundo y su militancia y su vida eran coherentes con ese sueño. Podremos discutir si el tipo estaba equivocado o no, si el Socialismo es realmente mejor para el género humano que la Democracia Capitalista como él pensaba, pero el Che era coherente con lo que proclamaba.
Los que no fueron coherentes fueron otros personajes de la historia que, titulándose de izquierda, tenían actitudes de derecha.
Leonid Brezhnev, el máximo jerarca del comunismo mundial por muchos años, predicaba el Socialismo pero, a la hora de vestirse, se hacía confeccionar los trajes y camisas con los sastres más famosos de París, adonde su mujer viajaba regularmente para visitar las mejores boutiques y nutrirse de los perfumes que usaba el jet-set internacional. ¿Era Brezhnev un hombre de izquierda, o tendría cosas de derechoso?.
El comandante Tomás Borges, máximo dirigente del Sandinismo nicaragüense era, en el exilio mexicano en la década del ochenta, asesor político y escriba de los discursos de Salinas de Gortari, el presidente mejicano que se robó todo lo que pudo del Estado de su país y hasta tuvo nexos con el narcotráfico. ¿Era, es, Tomás Borges, de izquierda o es de derecha?
Si la dicotomía que nos ocupa se aplicara a nuestra historia del Siglo XIX, y los jueces fueran nuestros historiadores revisionistas (por ejemplo los del flamante Instituto Dorrego), Sarmiento sería de derecha y Juan Manuel de Rosas de izquierda. Rosas, el estanciero millonario, el que mantuvo a rajatabla los colegios religiosos como únicos centros de instrucción del pueblo o de la parte del pueblo que podía acceder a la educación, y contaba además, en esto y otras cosas, con la bendición de la jerarquía de la Iglesia. Sarmiento, el impulsor de la educación laica, pública, gratuita y obligatoria; el fundador de la escuela donde los pobres de la Argentina pudieron estudiar en el Siglo XX y conseguir el tan ansiado progreso social.
Pero, si habláramos de algunos personajes del actual Gobierno autodefinido “nacional y popular”, podríamos mencionar, por ejemplo a estos.
Juan Manuel Abal Medina, un niño bien cuyos ancestros se formaron en el nacionalismo ultracatólico fascista, y cuyo papá es asesor de Carlos Slim, uno de los tres capitalistas más grandes del mundo de hoy. Obviamente el niño disfrutó y disfruta de las mieles del excelente trabajo de su progenitor ¿Juan Manuel hijo es, entonces, de izquierda?
Amado Boudou, formado políticamente en la UCEDE, el partido de Alvaro Alsogaray. Es el partido que apoyó decididamente las privatizaciones de Menem y el indulto a los milicos. Amado, el hombre que en sus orígenes vivía con el sueldo de un humilde empleado público en los municipios de la costa bonaerense, hoy convertido en un millonario que vive en Puerto Madero, ¿es de izquierda o de derecha? El día que le toque ser Presidente (y en este país todo es posible) ¿ se preocupará para que los pobres puedan estudiar y tener una vivienda digna?
Luis Gioja, el actual gobernador de San Juan, que proviene del ultranacionalismo católico, y hoy es uno de los principales lobbystas de las mineras y en especial de la Barrick Gold ¿es de izquierda o es de derecha?
Martín Sabatella, que creció en “la Fede” (la Federación Juvenil Comunista), que desde que es funcionario del gobierno se olvidó de que hay que denunciar la destrucción de los glaciares y que de tanto se saluda afectuosamente con el anterior Gioja ¿seguirá siendo de izquierda?
Y hablemos de los empresarios amigos que tiene el Gobierno nacional y popular, desde donde les facilitan sus negocios. Jorge Brito, el dueño del Grupo Macro; la Familia Eskenazi, dueños del Banco de Santa Cruz y exdueños de YPF; Cristóbal López, dueño de la petrolera OIL y de decenas de casinos; ¿son de izquierda, son de derecha, quién sabe, no?
Los aborígenes qom, que vuelta a vuelta se plantan frente a Gildo Insfrán y Jorge Capitanich, para defenderse y denunciar el exterminio a que pretenden someterlos estos con la vista gorda de Cristina Kirchner; digo, estos indios, ¿serán de derecha o, por lo menos, se levantarán cada mañana pensando en hacerle el juego a la derecha?
Qué cosa ¿no?
De izquierdas y derechas.
Tala, lo suyo puede llegar a impactar, pero es el reflejo del fenómeno entendido como mimetismo hegemónico, o sea aquellos estados de sugestion colectiva creados por las sostenidas repeticiones de los Medios hegemónicos (presión sugestiva mediática) , que cuando se los desarticula, resultan meras «operaciones de prensa» que apuntan descaradamente a desacreditar a los puntales políticos sin pruebas a la vista; algo así como acusaciones al garete. Son proyectos (modalidades) que se sustentan en campañas de sistemático descrédito y deslegitimación de las figuras públicas partidarias, en coordinación con la derecha mediática dominante. Son amplficaciones malintencionadas para despertar las consecuentes sospechas y desvalorización de un gobierno, que por primera vez en siglos de ignominia, cambio el rumbo de un País acostumbrado a la irregularidad. Los Medios dominantes, hurgan y esmerilan buscando, inutilmente, causas y razones que pongan al descubierto lo negativo de un proyecto, pero sólo consiguen poner a la luz sus propias bajezas y por rebote engrandecer la figura presidencial, a esta altura incuestinable. Puras y burdas chicanas. Aún así, respeto su opinión y lo invito a refrendar la Democracia.-
De izquierdas y derechas.
Nunca llegué a entender esto de la dicotomía izquierda-derecha, si me atengo a lo que dice la teoría y a la observación de los comportamientos cotidianos de quienes estarían ubicados en uno y otro bando.
Según la teoría, y simplificando un poco la definición, la derecha está asociada a los intereses de los poderosos del mundo y la izquierda a las aspiraciones de los pobres y desposeídos. Toda persona o asociación de personas será catalogada políticamente según su opción frente a los intereses de uno y otro grupo. Por lo general la definición de quién es quién la hacen aquellos que se autotitulan “de izquierda” o, como mínimo, “progresistas”; el problema es que no siempre los actos de estos se corresponden con lo que declaman. Ernesto Guevara quería llevar la Revolución a todos los lugares del mundo y su militancia y su vida eran coherentes con ese sueño. Podremos discutir si el tipo estaba equivocado o no, si el Socialismo es realmente mejor para el género humano que la Democracia Capitalista como él pensaba, pero el Che era coherente con lo que proclamaba.
Los que no fueron coherentes fueron otros personajes de la historia que, titulándose de izquierda, tenían actitudes de derecha.
Leonid Brezhnev, el máximo jerarca del comunismo mundial por muchos años, predicaba el Socialismo pero, a la hora de vestirse, se hacía confeccionar los trajes y camisas con los sastres más famosos de París, adonde su mujer viajaba regularmente para visitar las mejores boutiques y nutrirse de los perfumes que usaba el jet-set internacional. ¿Era Brezhnev un hombre de izquierda, o tendría cosas de derechoso?.
El comandante Tomás Borges, máximo dirigente del Sandinismo nicaragüense era, en el exilio mexicano en la década del ochenta, asesor político y escriba de los discursos de Salinas de Gortari, el presidente mejicano que se robó todo lo que pudo del Estado de su país y hasta tuvo nexos con el narcotráfico. ¿Era, es, Tomás Borges, de izquierda o es de derecha?
Si la dicotomía que nos ocupa se aplicara a nuestra historia del Siglo XIX, y los jueces fueran nuestros historiadores revisionistas (por ejemplo los del flamante Instituto Dorrego), Sarmiento sería de derecha y Juan Manuel de Rosas de izquierda. Rosas, el estanciero millonario, el que mantuvo a rajatabla los colegios religiosos como únicos centros de instrucción del pueblo o de la parte del pueblo que podía acceder a la educación, y contaba además, en esto y otras cosas, con la bendición de la jerarquía de la Iglesia. Sarmiento, el impulsor de la educación laica, pública, gratuita y obligatoria; el fundador de la escuela donde los pobres de la Argentina pudieron estudiar en el Siglo XX y conseguir el tan ansiado progreso social.
Pero, si habláramos de algunos personajes del actual Gobierno autodefinido “nacional y popular”, podríamos mencionar, por ejemplo a estos.
Juan Manuel Abal Medina, un niño bien cuyos ancestros se formaron en el nacionalismo ultracatólico fascista, y cuyo papá es asesor de Carlos Slim, uno de los tres capitalistas más grandes del mundo de hoy. Obviamente el niño disfrutó y disfruta de las mieles del excelente trabajo de su progenitor ¿Juan Manuel hijo es, entonces, de izquierda?
Amado Boudou, formado políticamente en la UCEDE, el partido de Alvaro Alsogaray. Es el partido que apoyó decididamente las privatizaciones de Menem y el indulto a los milicos. Amado, el hombre que en sus orígenes vivía con el sueldo de un humilde empleado público en los municipios de la costa bonaerense, hoy convertido en un millonario que vive en Puerto Madero, ¿es de izquierda o de derecha? El día que le toque ser Presidente (y en este país todo es posible) ¿ se preocupará para que los pobres puedan estudiar y tener una vivienda digna?
Luis Gioja, el actual gobernador de San Juan, que proviene del ultranacionalismo católico, y hoy es uno de los principales lobbystas de las mineras y en especial de la Barrick Gold ¿es de izquierda o es de derecha?
Martín Sabatella, que creció en “la Fede” (la Federación Juvenil Comunista), que desde que es funcionario del gobierno se olvidó de que hay que denunciar la destrucción de los glaciares y que de tanto se saluda afectuosamente con el anterior Gioja ¿seguirá siendo de izquierda?
Y hablemos de los empresarios amigos que tiene el Gobierno nacional y popular, desde donde les facilitan sus negocios. Jorge Brito, el dueño del Grupo Macro; la Familia Eskenazi, dueños del Banco de Santa Cruz y exdueños de YPF; Cristóbal López, dueño de la petrolera OIL y de decenas de casinos; ¿son de izquierda, son de derecha, quién sabe, no?
Los aborígenes qom, que vuelta a vuelta se plantan frente a Gildo Insfrán y Jorge Capitanich, para defenderse y denunciar el exterminio a que pretenden someterlos estos con la vista gorda de Cristina Kirchner; digo, estos indios, ¿serán de derecha o, por lo menos, se levantarán cada mañana pensando en hacerle el juego a la derecha?
Qué cosa ¿no?
La derecha al acecho… la izquierda tampoco duerme
“Enjuiciar el pasado es arduo. Para ello deberíamos haber vivido en él y no deberle nada” (Montalambert)
Ojo por ojo terminará haciendo que todo el mundo sea ciego. (Mahatma Gandhi)
¿Libertad? ¿Para qué? (Vladimir Ilich Lenin)
«El odio como factor de lucha, el odio intransigente al enemigo, que impulsa más allá de la limitaciones naturales del ser humano y lo convierte en una eficaz, violenta, selectiva y fría máquina de matar. Nuestros soldados tienen que ser así: un pueblo sin odio no puede triunfar sobre un enemigo brutal» (Ernesto «Che» Guevara)
Coincido con Videla. Fue una guerra. Habrá habido alguno que otro desaparecido que no tenía nada que ver pero la inmensa mayoría eran militantes y, de ellos, la mayoría eran montoneros. A mí me hubiera molestado muchísimo que mi muerte la utilizaran para decir que fui un pobrecito dirigente asesinado (Mario Firmenich)
Creo que para lograr la patria socialista vamos a tener que matar a no menos de un millón de personas (Roberto Santucho)
Sólo un pueblo virtuoso es capaz de vivir en libertad. A medida que las naciones se hacen corruptas y viciosas, aumenta su necesidad de amos. (Benjamín Franklin)
Queda claro también que la política de derechos humanos fue bastardeada para ser utilizada con fines políticos menores y que nunca estuvo dirigida a descubrir la verdad (Guillermo Cherashny)
«Ser de la izquierda es, como ser de la derecha, una de las infinitas maneras que el hombre puede elegir para ser un imbécil: ambas, en efecto, son formas de la hemiplejia moral» (Ortega y Gasset)
“El marxismo es el opio de los intelectuales, un humo que los embriaga y los confunde, y les impide ver y entender el mundo (Raymond Aron, en una de sus tantas polémicas con Sartre)
“Donde hay educación, no hay distinción de clases” (Confucio)
“El comunismo es la filosofía del fracaso, el credo de la ignorancia, la prédica de la envidia, y su virtud inherente es la distribución igualitaria de la miseria” (Winston Churchill)
Finalmente: El populismo no se basa en la mejora social de los pobres sino en la ruina de la clase media apoyada por los nuevos ricos. No se trata de justicia social sino de envidia institucionalizada. Eso, lamentablemente, es muy redituable a la hora de los escrutinios (Yo, Sacapuntas)
La derecha al acecho… la izquierda tampoco duerme
Sacapuntas. Festejo tener un lector preocupado por la realidad y si bien no comparto la totalidad de sus citas, me alegra compartir esa sesión. Lo relevante es participar, estar involucrado en esta experiencia democrática, ya que si nos preceden buenas intenciones, lo ideológico se lima en la conciliación de un proyecto nacional. Los «bien nacidos» tienen nervios pero no intereses oscuros en contra de la patria, como lo tuvieron las dictaduras pasadas, que lo que menos les dolía era el rumbo del País, y estoy convencido de que el verdadero enemigo se oculta en las fibras del pensamiento de derecha, por las razones que enuncio (globalmente) en la nota. Sinceramente Manghera
La derecha al acecho… la izquierda tampoco duerme
No creo que «… el verdadero enemigo se oculta en las fibras del pensamiento de derecha…» Insisto en la frase de Ortega y Gasset, porque sino nunca habrá concordia. No debemos ser «fachos». Ni de iderecha, ni de izquierda. Ahí están los verdaderos enemigos, a mi criterio.
En cuanto a nuestras raíces socio culturales hispano-criollas-indígenas-cristianas… me siento orgulloso, con todos sus más y con todos sus menos. Como se dice: «aca» y todo.
La derecha al acecho… la izquierda tampoco duerme
EN EL AMBITO DEL DISCURSO DE QUIENES PARTICIPARON DE UN MODO O DE OTRO EN LOS HECHOS QUE TIÑERON DE SANGRE LAS PAGINAS DE NUESTRA HISTORIA RECIENTE, EXISTEN QUIEREN HICIERON UN MEA CULPA Y ACEPTARON SUS ERRORES Y DESACIERTOS. Y EXISTEN OTROS QUE LEJOS DE ACEPTAR LO QUE PROTAGONIZARON, SOLO JUSTIFICAN SUS ACTOS Y EN MUCHOS CASOS SE ESCUDAN CON DISCURSOS ACERCA DE LA PATRIA, LA RELIGION Y LA MORAL Y LAS BUENAS COSTUMBRES, EN NOMBRE DE LO CUAL ACTUARON Y LLEVARON ADELANTE UNA METODOLOGIA QUE NOS SUMIO EN EL MIEDO Y EN LA SOSPECHA. HOY POCO A POCO SE HECHA LUZ SOBRE LO SUCEDIDO. COMO NO GOZO DE UNA BUENA MEMORIA, OBVIARE EL NOMBRE DEL AUTOR DE LA CITA QUE ESCRIBO: «LA MUERTE DE TODO SER HUMANO ME AFECTA» , ESPERO ME DISCULPEN POR ELLO.
La derecha al acecho… la izquierda tampoco duerme
Espero que acepte que no hay muertes buenas y muertes malas… Espero que también le afecte la muerte de las víctimas del terrorismo… Y si fuese así, espero que también le afecte que haya «justicia» para unos y no JUSTICIA PARA TODOS.
La derecha al acecho… la izquierda tampoco duerme
No, parece que no acepta. Ni tampoco que le afecta. Era, como me sospechaba, otro discurso unilateral: «La muerte de todo ser humano me afecta» (siempre que sean de mi misma ideología).