“Tutti Archi” aporta un espacio valioso.
Salta, 26 de enero y 2 de febrero de 2013. Sala de Pro Cultura Salta. Grupo “Tutti Archi”. Miguel Buchhalter y Maximiliano Villa (violines). Ana Soler (Viola). André Rebuffi (violonchelo). Ángel Lapadula (contrabajo). Obras de Lapadula, Mozart, Sibelius, Leguizamón.
Interesante concierto de este quinteto integrado por ejecutantes de buen nivel, dos de ellos pertenecientes a la Orquesta Sinfónica de Salta. Destaco este hecho para repetir lo dicho en otras oportunidades. Sin la creación de la Sinfónica local, la proliferación de grupos de música sería no se hubiera podido dar en nuestra ciudad.
El inicio fueron obras del contrabajista Lapadula, algunas de ellas inspiradas en pentagramas de su padre: presente en la sala, pianista de conservatorio que tuvo a la música como elemento de enriquecimiento espiritual mientras se dedicaba a tareas más rentables. La primera fue la titulada “Al verte otra vez” que intenta describir un diálogo entre individuos que hacía tiempo no se encontraban. De lento comienzo para, a partir de un vigoroso fraseo del violonchelo, ingresar en un ritmo vivaz de todo el grupo que, a su vez, contiene un atractivo fugado. Luego una suite “Dunas de la luna” en cuatro esquicios muy diferentes entre ellos. Una “Obertura” de típico aire flamenco, luego, el más inspirado, el más lírico “Dunas de la luna”, el tercero “El contrapunteao” un tango de carácter obsesivo para cerrar con “Jaraneando” una singular mezcla entre música barroca y algo parecido a expresiones sonoras populares del siglo XX. Llamativo trabajo de composición de Lapadula cuyo aspecto más destacado tal vez no fue lo melódico sino la búsqueda permanente de que la combinación tímbrica del quinteto, sea agradable auditivamente. Pienso que composiciones futuras darán una visión más completa de las calidades del compositor.
La segunda parte tuvo pentagramas en los que el grupo de cámara realmente se lució. La archiconocida “Eine kleine nacht music” (Una pequeña música nocturna) K. 525 de Mozart tuvo una muy buena versión que mostró el interesante grado de destreza técnica y reconocida musicalidad del primer violín Miguel Buchhalter, la duplicación de la cuerda grave (violonchelo y contrabajo) que da un sostén armónico de mayor presencia a la obra además de brindar un fraseo elocuente y flexible. Luego el “Andante Festivo” del finlandés Jean Sibelius, emotivo, pleno, casi épico para cerrar con la zamba “Si llega ser tucumana” de Gustavo Leguizamón en un elegante arreglo del contrabajista Lapadula que respetó absolutamente el particular decir musical del “Cuchi” explotando además los tonos sombríos de la página.
Es de esperar que el grupo, pueda tener la continuidad necesaria para perdurar en el tiempo, pues aporta un espacio valioso en lo referente a la música de cámara.
