Con la remoción de Aráoz, piden recuperar la Escuela Agrícola

La remoción del director de la Escuela Agrícola, ingeniero Mario Aráoz, puede ser una oportunidad para recuperar una institución en crisis a través de prácticas democráticas, gestión transparente, convivencia armónica y respeto a la carrera docente.

El alejamiento de Aráoz -que muchos consideran ya un hecho- se produce tras la advertencia de la AMET -el sindicato de los educadores técnicos – al gobierno para que lo remueva de su cargo o enfrente un paro provincial con toma del establecimiento por parte de los delegados gremiales de toda la provincia.

Aráoz había enfrentado múltiples cuestionamientos a su gestión las últimas semanas, entre ellos un conflicto con padres y alumnos por la imposición de un uniforme estudiantil y la sanción a dos profesores que fueron voceros de reclamos de estudiantes por las malas condiciones edilicias del establecimiento y la necesidad de destinar recursos a su refacción.

El ingeniero Mario Antonio Aráoz se hizo cargo en 1981 de la dirección de la Escuela de Educación Técnica Agrícola Nº 5122
«General Martín Miguel de Güemes» de la ciudad de Salta.

Tras una serie de denuncias sobre presuntas irregularidades en su gestión se abrió un proceso administrativo y judicial en su contra que provocó su apartamiento del cargo.

La institución quedó en manos de un «director normalizador», el ingeniero Marcelo Cajaravilla. Pero Aráoz -incluso sumariado y con un proceso judicial abierto- se impuso en un concurso ordenado por la Justicia tras un recurso de amparo, volvió a colocarse al frente del establecimiento y retomó el cargo como director titular.

Pero a partir de la apelación del fiscal Julio Víctor Pancio se había revocado el sobreseimiento en lo penal que lo habría habilitado para concursar y Aráoz nunca debió haber asumido como director titular hasta no tener una sentencia firme de sobreseimiento.

Las denuncias contra Aráoz fueron iniciadas por los docentes Oscar Zaplana, Sergio Gigena y Hugo Mena Serrano en 1999 (expediente Nro 42-11106/00) quienes señalaban la comisión de presuntos delitos de peculado, defraudación, administración infiel y coacción.

En su dictamen Nro 118/07 la Sindicatura General de la Provincia recomendó la cesantía del director, la sanción de 20 y 15 días para los denunciantes (quienes también fueron trasladados y dejaron de prestar servicios en la Escuela), y recomienda a la fiscalía de la provincia que se constituya como querellante en contra de Aráoz, lo que hasta la fecha no se hizo.

Se espera ahora un dictamen final de la Junta de Calificaciones en lo que hace a la vía administrativa del sumario, que acumula ya seis cuerpos, el último paso para que luego el ministerio tome una decisión acerca de la cesantía recomendada por la Sindicatura.

En la vía judicial la causa fue reactivada tras una apelación que revocó el sobreseimiento de Aráoz que había dispuesto el ex juez Agüero Molina y se encamina hacia el juicio oral en lo penal.

La causa -que ya acumula 9 cuerpos de mil fojas cada uno y 5 anexos- se encuentra extraviada.

Situación de la Escuela Agrícola

El último conflicto que se vivió en la institución fue producido por lo que muchos docentes consideran una actitud autoritaria por parte de la dirección que violó garantías y derechos básicos como la libertad de expresión y la posibilidad de peticionar a las autoridades.

Los profesores Gustavo Resuche y Guillermo Flores fueron sancionados tras una jornada realizada el 19 de marzo en la que Flores pidió autorización -que le fue concedida- para leer una carta de los alumnos que solicitaron mejoras edilicias y Resuche cuestionó la negativa de la dirección a dejar participar al gremio activamente en el plan de mejoras y opinó sobre la prioridades que deberían orientar la inversión de los fondos nacionales que llegan a la escuela.

Estas sanciones provocaron malestar entre docentes que consideran que el autoritarismo y la persecusión no son formas válidas de manejo institucional. El reclamo de los profesores sancionados aún no obtuvo respuesta de la Dirección de Enseñanza Técnica, a cargo del ingeniero Félix Cardozo. Otro grupo de docentes apoyó al director y firmó una nota que incrimina a Flores y Resuche, cuyo contenido no fue revelado a los acusados (lo cual vulnera su derecho de defensa).

Tanto Flores como Resuche iniciaron acciones legales tendientes a restaurar el goce de sus derechos como docentes y como ciudadanos y a obtener el castigo penal a quienes consideran que habrían incurrido en los delitos de abuso de autoridad y calumnias.

La escuela que viene

Integrantes de la comunidad educativa de la Escuela Agrícola esperan que en esta nueva etapa que se abre con el apartamiento de Mario Aráoz de la dirección, se elabore en forma conjunta un proyecto de recuperación integral de la institución, ya que desde que fue transferida a la Provincia en 1993 ingresó en un largo periodo de decadencia y crisis permanente.

También se pide al gobierno de Juan Manuel Urtubey que respete la carrera docente y evite nombramientos irregulares como el del nuevo Coordinador de Actividades Prácticas (junto al regente es -de hecho- la segunda autoridad de la Escuela) cargo que se pretende cubrir por designación directa, sin concurso.

También se advierte la necesidad de recomponer la planta funcional que está desmantelada. Se requiere más personal para la atención de los 700 alumnos, y la revisión de los nombramientos políticos de las anteriores gestiones. El cargo de director debe ser concursado de acuerdo a la normativa vigente. Se espera de la nueva gestión una conducción que sea democrática, eficiente y transparente.

Otro problema radica en que la estructura edilicia es compartida con la Escuela de Cadetes del Servicio Penitenciario, situación que muchos consideran inconveniente y otros valoran como positiva en tanto -dicen- contribuye a brindar seguridad al predio.

La transparencia en el manejo del patrimonio de una institución educativa que es también un centro productivo es fundamental para aventar sospechas de corrupción y negociados. La Escuela recibe fondos todos los años. En 2007 recibió dinero para refacciones y equipamiento por 650 mil pesos provenientes del INET y se encuenta pendiente la licitación de un tractor y una sembradora.

Es evidente la conveniencia de realizar una auditoría integral tras la remoción de un director reiteradamente cuestionado, sumariado y denunciado, antes de que nuevas autoridades asuman la dirección.

En la Escuela se espera además que el nuevo director sea un defensor del patrimonio de la institución, que ha sufrido la amputación de varias hectáreas para erigir un Centro de Convenciones y para construir accesos a barrios colindantes y que se termine con el saqueo de recursos con sustracción de alambrados, postes, árboles, animales y herramientas.

– El autor de esta nota es profesor de la Escuela Agrícola y editor de Salta 21