Estos días han sido intensos en emociones y abrazos con los hermanos de Bolivia y las provincias del Norte Argentino.
Una convocatoria nacida del deseo profundo de aunar las voces de los creadores e intelectuales de la Región en la búsqueda de nuevos paradigmas que nos permitan superar los desencuentros y las fragmentaciones interesadas de quienes modelan las agendas culturales en nuestros países.
Muchos trabajadores de la Cultura Popular desde las más diversas actividades, juntamos nuestros rostros y nuestras voces desde la poesía, la literatura, la filosofía, la ecología, la música y tantas otras expresiones genuinas del Saber Arraigado en estas latitudes americanas.
Estos encuentros no han sido casuales, nacen de la profunda aspiración de darle rostro y corazón a los esfuerzos desperdigados de tantos hombres y mujeres que modelan trabajosamente la alfarería cotidiana de los sueños y las utopías incumplidas.
Un recorrido que se inició tempranamente en la Quebrada, entre las montañas y las huertas que Rodolfo Kusch amó silenciosamente y que hoy abrigan sus cenizas en el antigal maimareño donde quiso descansar de los trabajos y los días de cuidar el pensamiento americano.
Hermanos de Cochabamba, La Paz, Oruro, Tarija, Jujuy, Salta y Tucumán, hermanos de los toromonas, los pacahuaras, los calchaquíes , los aimaras y quechuas, los andinos y los selváticos juntamos en la Salta colonial y plebeya, las voces de una misma Región Americana, para cantar a los nuevos paradigmas de la Madre Naturaleza, que retornan siempre y obstinadamente al suelo de las antiguas resistencias a tanta globalidad y colonialidad que agobian a nuestros pueblos con nuevas máscaras de crecimiento económico y progreso infinito.
Desde el Grupo de Reflexión Rural alentamos las necesarias expresiones culturales que den cuenta de las sinrazones del poder y de las racionalidades del dominio planetario. Alentamos la poesía cotidiana de volver a la Tierra y cultivar nuestras semillas alimentarias, de arraigar nuevamente en el suelo fértil de las comunidades y propiciar los ritos sagrados que nos reencuentren con los dioses perdidos del amparo y el estar nomás.
Seguiremos las huellas de los antiguos, lenta y silenciosamente, hasta encontrar un rostro y un corazón para esta América Insurgente que como los grandes ríos, une todas las aguas desbordadas de una Cultura que todavía fluye desde la misma entraña de los Andes.
– Por Fernando Rovelli – Grupo de Reflexión Rural – Argentina.
(foto tomada de Fahrenheit Magazine)
