La marihuana son los brotes y las hojas de la planta Cannabis sativa. Esta planta contiene más de 400 compuestos químicos, incluyendo el delta-9-tetrahidrocannabinol (THC), el principio psicoactivo de la planta.
El THC es conocido por afectar a nuestra memoria a corto plazo. Además, la marihuana afecta a la coordinación motora, aumenta la frecuencia cardíaca, y eleva los niveles de ansiedad. Los estudios también muestran que la marihuana contiene productos químicos que causan el cáncer que normalmente se asocia a los cigarrillos.
En comparación con otras drogas psicoactivas, el THC es una sustancia química muy potente. Por vía intravenosa, una dosis de tan sólo 1 miligramo puede producir graves efectos mentales y psicológicos. Tras su inhalación, y una vez en el torrente sanguíneo, el THC llega al cerebro en cuestión de segundos.
Los consumidores de marihuana a menudo describen la experiencia de fumar marihuana como relajante y suave, creando una sensación de confusión y mareos. Las pupilas del consumidor se dilatan, lo que hace que perciban los colores como más intensos, pudiéndose potenciar otros sentidos. Más tarde, el consumidor comienza a sentir paranoia y pánico. La interacción del THC con el cerebro es lo que causa estos sentimientos. Para entender cómo la marihuana afecta el cerebro, lo que se necesita saber son las partes del cerebro que se ven afectados por el THC. Fundamentalmente son estas:
– Neuronas: son las células que procesan la información en el cerebro. Los neurotransmisores son unas sustancias químicas que permiten que las neuronas se comunican entre sí.
– Los neurotransmisores llenan el vacío, o sinapsis, que existe entre dos neuronas uniéndose a sus receptores, activando diferentes funciones del cerebro y permitiendo que el cuerpo realice tareas.
– Algunas neuronas tienen miles de receptores que son específicos de un neurotransmisor en particular.
– Los productos químicos externos, como THC, pueden imitar o bloquear acciones de los neurotransmisores e interferir con las funciones normales del cuerpo.
En el cerebro hay grupos de receptores de cannabinoides concentrados en diferentes lugares. Estos receptores cannabinoides afectan o ejercern su función sobre varias actividades mentales y físicas, incluyendo:
– La memoria a corto plazo
– Coordinación
– Aprendizaje
– La resolución de problemas
Los receptores cannabinoides se activan por un neurotransmisor llamado anandamida. La anandamida pertenece a un grupo de productos químicos llamados cannabinoides. El THC es también un producto químico cannabinoides, e imita las acciones de la anandamida, lo que significa que el THC se une a los receptores cannabinoides y activa las neuronas, lo que provoca efectos adversos en la mente y el cuerpo.
En el hipocampo, el cerebelo y los ganglios basales tenemos unas altas concentraciones de receptores cannabinoides. El hipocampo está ubicado en el lóbulo temporal y es importante para la memoria a corto plazo. Cuando el THC se une a los receptores cannabinoides en el interior del hipocampo, este interfiere con el recuerdo de los acontecimientos recientes. El THC también afecta a la coordinación, la cual es controlada por el cerebelo. Los ganglios basales controlan los movimientos musculares inconscientes, que es la otra razón por la que la coordinación motora se ve afectada cuando se encuentran bajo la influencia de la marihuana.
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