Francisco ya plantó nuevos fundamentos para los cristianos.
¿Por qué un Papa Argento?
En el derrotero histórico de los paisanos de esta tierra paradisíaca se esgrimen sucesos llenos de muerte, dolor, penas y frustraciones…nuestra historia está bañada de sangre, a pesar de que no somos un pueblo guerrero o expansionista como lo fueron por ejemplo en la época colonial y en los tiempo de las independencias los actuales países como EEUU, Brasil, Chile… por citar a unos cuantos de nuestra América. Las guerras contra las invasiones como las inglesas, la inserción yanqui en nuestros mares a principios del siglo XVII, por lo cual mucho tuvo mucho que ver la pérdida de nuestras Malvinas; el fratricidio en épocas de la formación de la Nación entre unitarios y federales. Las estériles luchas entre nuestros héroes: Artigas, Rosas, Sucre, Bolívar, Santa Cruz…entre otros, todos luchando por la independencia, la libertad y la unidad de estas tierras pero en algún momento enfrentados a muerte.
¿Un Papa Latino, un Papa Argentino, por qué con tremenda génesis de nuestro pueblo y como así también los sudamericanos en su mayoría?
Luego de la conformación de las Naciones se sucedieron los gobiernos de las partes en que se dividió una misma tierra. Gobiernos aliados con los intereses foráneos a los cuales cedieron las riquezas por dos mangos internando a las gentes en la miseria desde la injusticia. Gobiernos oligarcas, civiles o militares o mixturados , cagadores de los criollos, los aborígenes, los negros, los obreros y así a todo aquel que se lo pueda usar como una parte de la máquina desangradora de “las venas abiertas de esta Latinoamérica”.
En nuestros días gobiernos devenidos de las dialécticas ideológicas y que demonizan a los contrarios con la sola finalidad de exterminar una corriente de pensamiento distinta: la izquierda versus la derecha. Así continúa el fratricidio, la injusticia y la exclusión con el alto contenido de violencia que esto produce al gobernar desde un solo bando, desde una sola postura.
Realidades sociales colmadas de corrupción, violencia, vicio y en general múltiples condimentos que contribuyen al deterioro de la persona humana incluso desde la legislación y la justicia que fomentan no pocas veces la cultura de la muerte… ¿Un Papa Argento, por qué, para qué?
De hecho esta realidad desagradable engendrada por la mayoría de personas bautizadas en la mismita Iglesia Católica y otras confesiones cristianas se ve venteada por aires frescos y puros proponiendo una nueva manera de ser como personas, como profesantes y como seres en sociedad. Esta es una gran mano que tiende el Padre Dios a esta bendita tierra, en realidad a estas benditas gentes que habitan esta tierra casi divina: Las Américas. Esto implica una posibilidad inédita, única para vivir mejor y mostrar al mundo entero una manera distinta de encarar la existencia. ¿Cómo? Viendo y escuchando a Francisco, nuestro Papa, el Papa del mundo. Quizás no emita grandes documentos magisteriales o de cátedra petrina. Quizás ni siquiera lleguen los tan deseados cambios pretendidos a los gritos por la progresiva iglesia beata de Latinoamérica y el mundo. Quizás la universal derecha eclesial se vea amenazada y temblorosa ante la humildad, la pobreza, la fraternidad, el pedido de justicia para los pobres, la urgencia de unidad entre creyentes de Dios sean de la confesión que sean y termine refugiándose sectariamente o atentando contra el aliento Santo de Dios… Francisco ya plantó nuevos fundamentos para los cristianos, en realidad lo único que hizo fue actualizarlos como otrora el Santo de Asís: fundamentos evangélicos puros.
Mandatos del Señor para que creyendo en Él vivamos como Él lo propuso bajo el impulso de sus promesas de Bienaventuranza para esta y la otra vida.
A la misma vez que se nota esta manaza de Dios para enderezar los caminos, también es claro que una mano maternal y amorosa de la divinidad acaricia los esfuerzos de tantos que lucharon y luchan por el Bien de los que viven en estas tierras y que de hecho es un mensaje de prácticas santas para todo el mundo. No se pretende hacer una campaña de propaganda de las buenas obras y del bien vivir, estas se muestran solas y está en cada uno identificarlas para la construcción de la propia felicidad…quizás es un premio para tantos mártires que se quisieron sepultar en el olvido como por ejemplo Mñr Romero, Mñr Angeleli y sus curitas y catequistas, los padres palotinos, al padre Mujica, las monjas francesas, los desaparecidos de la dictadura que luchaban por una sociedad más justa, a las abuelas y madres de plaza de mayo por su lucha ejemplar y única por la justicia, a los funcionarios que llevaron hacia adelante los juicios contra la impunidad y esto solo por citar algunos ejemplos cercanos. Seguro que este Papa Argento, es un premio y una gran y especial seducción de Dios para todo este universo de personas que vivieron, lucharon y murieron por los mandatos del evangelio, “sea desde la trinchera que sea”.
– Por Hugo Luis Daher
