En línea con los debates sobre el capitalismo argentino transcribimos un fragmento de la Entrevista a Jorge Beinstein del libro «Izquierda y Peronismo, Peronismo e Izquierda» del Prof. Leonardo Juárez.
«No era un fascista, tampoco era un socialista. Él era un burgués argentino ideológicamente, influido por la cultura emergente de la época. Así como en los 90 teníamos el neoliberalismo, la cultura emergente de los años 20 y 30 era el fascismo. Sus lecturas más importantes, sus citas seguras (viste que vos en la vida tenés tus citas seguras, aquellas cosas que has leído y que te van a enseñar toda tu vida, te queda en tu disco duro para siempre) eso era una matriz del viejo. Una cosa que a él lo definía es que él era un hombre del país burgués, para usar la palabra de Cooke. Para Cooke «el peronismo era el hecho maldito del país burgués», pero Perón era un hombre del país burgués. Por ejemplo Jauretche en la primera edición de «Los profetas del odio» explica por qué Perón, cuando nacionaliza los ferrocarriles al ferrocarril Mitre le pone Mitre, al que va al Sur le pone Roca, …todos liberales. ¿Y cómo es que pone nombres de liberales? Jauretche lo trató mucho a Perón antes del 17 de Octubre, se veían todos los días hasta que se pelearon y nunca más tuvieron relación. Perón odiaba a Jauretche por un lío personal que tuvo porque Jauretche se pasó de bromista con Perón y eso nunca se lo perdonó en la vida. Para decírtelo: él le hizo un comentario sobre cierta incapacidad que tenía Perón frente a otros hombres normales.
Jauretche en «Los profetas del odio» dice esto, pero ¿por qué? porque Perón era un admirador de la Generación del 80, Perón admiraba a Mitre, a «los que construyeron este país» como él decía, los que construyeron el Estado argentino. Perón era un hombre del Estado argentino y al Estado argentino lo construyeron los conservadores, Mitre, Roca. Él era culturalmente un hombre de la provincia de Buenos Aires, de la Patagonia, esa Argentina que «impuso la bandera a los indios».
Ese era el viejo Perón.»
– Fuente: El revés de la trama
