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domingo, noviembre 24, 2024

Diario del mobbing: el infierno laboral

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Estos infiernos suceden no sólo en la universidad, sino en los más diversos ámbitos laborales, que de verdad, estas cuestiones ocurren y que no son invento, exageración, etc., de alguien (que sería yo…) que está “loquito” o mal medicado.

A causa de que anduve ocupado en menesteres varios, no pude hasta hace un par de días, actualizar el blog con otro documento. De paso, sirve algo de “silencio” para no ser acusado de estar “pasado” y “pesado”, dejando que los acontecimientos alcancen como para que el texto sea algo sustancioso.

El hecho es que recibí desde fines de mayo a casi los primeros días de junio, unos correos de 6 (seis) colegas de diferentes facultades y con distintos cargos, planteándome contactarse para que los guiara en lo que ellos entienden que sufren como hostigamiento laboral.

Al final, de esos 6 (seis) primeros intercambios, logré reunirme con la mitad y sólo una de ellas, aceptó que subiera su e-mail a mi blog y lo hiciera llegar a Salta 21. Por ahora, no pude convencer a dos de los tres que continuaron en comunicación conmigo, de la necesidad de no sólo enviar por su cuenta, mensajes a periódicos como el citado, sino de lo adecuado de la estrategia de plantear lo que acontece en la universidad en lo que se refiere a mobbing, a la prensa en general. Únicamente una persona, a la que tendré que ubicar en los próximos días, aceptó hacer pública su situación ante los medios masivos.

En cuanto al resto que dejó de hablar conmigo y en lo que se vincula con los que siguen en comunicación, pero que entienden que no hay que “frentear” la situación con las “camarillas”, que son realmente, feroces, sino actuar con “astucia”, creo que lo idóneo es la denuncia pública, aun cuando el acoso se recrudezca un tiempo. Y será nomás un momento, hasta que la prensa se haga eco y comience a sospechar que si existen 7 (siete) profesionales de disímiles facultades que están con idéntico problema, es que el asunto no es de una persona individual sino que es algo institucional y que amerita una investigación y/o toma de posición ante lo que sucede.

Enlazado con lo que acabo de anticipar, por fin tengo los elementos concretos para acabar de demostrarles a todos los que todavía se niegan a aceptar que estos infiernos suceden no sólo en la universidad, sino en los más diversos ámbitos laborales, que de verdad, estas cuestiones ocurren y que no son invento, exageración, etc., de alguien (que sería yo…) que está “loquito” o mal medicado.

La colega con la que debo contactarme para arreglar una eventual conferencia de prensa y que cuando habló conmigo, estaba destruida, al punto de llorar frente a mí por lo espantoso de su situación, es la CPN Silvina Bravo. Es Auxiliar Docente de Primera en la Facultad de Ciencias Económicas y está sufriendo el atropello institucional y de un docente en particular (que no individualizaré), desde hace años. Le retacearon funciones, le exigieron otras que no correspondía y en medio de una licencia médica por largo tratamiento, le quieren sustanciar el concurso regular, cuando según los reglamentos internos y las leyes sindicales más básicas, se prohíbe que se modifique el estado de trabajo en que se encuentra el licenciado por largo tratamiento. De semejante calibre es la situación, que tuvo que recurrir a mi abogado Sebastián Cardó para que la asesorara, además de mis indicaciones de cómo actuar.

Aprovecho para recordar que cuando a mí las otrora Auxiliares de Sociología, Profs. Lucrecia Coscio e Iris Olarte, me acusaron sin pruebas, de no haberlas respetado, de haberles quitado funciones y de haberlas discriminado por ser mujeres, se me hizo un señor sumario, que está todavía en suspenso…, mientras que ante una situación parecida con la CPN Silvina Bravo en Ciencias Económicas, no se procede de idéntica forma. Id est, con algunos, todo el peso de los reglamentos disciplinarios; con otros, “consideraciones”, aún a costa de que una profesora se enferme porque se la hostiga.

Bien. Esta colega no tiene ningún inconveniente en que divulgue lo que le pasa, a causa de que está en tal estado emocional que no quiere saber nada de la universidad, a pesar que el trabajo en la institución representa un porcentaje del sostén de su familia. Y es que a este grado de desesperación, angustia y desasosiego conduce el mobbing, que es lo que sostuve que me ocurre a mí. Ahora, no dirán que es un “delirio” de mi “imaginativa” persona, como sostuvo el Prof. Eduardo Marcos Raspi en uno de sus últimos pareceres que estampó por escrito.

La CPN Silvina Bravo, también me informó que en ámbitos de la DGI en Salta, existe una abogada que está sufriendo los efectos del hostigamiento en su cuarta fase, que es cuando aparecen los síntomas que los que hablaron conmigo, tienen, al igual que yo.

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La otra profesional es una colega de la Facultad de Ciencias Naturales. Ella tampoco tuvo inconvenientes con que haga público el correo que me envió, con tal que suprimiera algunas expresiones del mismo. Entonces, va el e-mail:

“Hola:
Espero que seás el mismo Adrián López de las denuncias que leí por acoso laboral. Me encantaría contactarme contigo. Soy docente […] y también muchas veces, me sentí como vos, aunque me desgañito trabajando (en parte…, ése es el problema). Sucede que esto hace notar que los demás no laburan.

Con mucho esfuerzo, estoy a las puertas de rendir mi Tesis de Maestría y luego, si puedo, haré un Doctorado.

Un profesor me dijo una vez, que esta universidad era una madre que fagocitaba a sus propios hijos… Y […], ¿quién puede contra la figura de la madre…, no?

Más de una vez terminé con ribotril, lexotanil y todo lo “nil” que hay, cuando en realidad, soy tan sana que a lo sumo, tomo […] mate con azúcar. Esta universidad instaló en mi corazón un veneno que yo no tenía, y es verdad que aquí se implantó la “bota” y la “pica” contra el que piensa o es diferente…

Acá no te dicen si tal o cual sabe o no sabe, cuando quieren criticarlo; dicen… tal es gay, o tal es lesbi, y así se suceden los motes, la descalificación […]

Me entristecí profundamente con esto, y un día quizá […], si llego a mi doctorado, seré la gay o quién sabe qué, hasta que me saquen o renuncie…

Por suerte, soy asturiana de parte de mi padre y siciliana de parte de mi vieja, mezcla detonante que un día, si me voy de aquí, ocasionará que no quede […] piedra sobre piedra.

Adhiero a todo lo que leí y contá con mi apoyo. […]

– Firma: Ing. Marcela Eliana Calzon

A lo que acabo de decir, se suma que el pasado martes, el Directivo de la Facultad de Humanidades, aparentemente luego que la Lic. Catalina Buliubasich fuera dejada de lado en sus funciones gubernamentales por el Ejecutivo de la Pcia., decidió abrir un sumario para “investigar” si existe lo que planteo, esto es, mobbing. Bienvenido sea el nuevo sumario, pero no se me escapa que en el fondo, es porque como no pudieron sancionarme ni con la acusación de “falta de rectitud universitaria” para que no pueda concursar, ni con el expte. sobre mis opiniones en Salta Libre en torno a lo que creo que sucede en la universidad, están buscando ahora, con este sumario, otra alternativa de sanción. Habrá que esperar a cómo se despliegan los acontecimientos.

El tema es que el accionar de los “endogrupos” es tan terrible, que emplean diversos mecanismos de verdadera censura contra los hostigados. Por ejemplo, si se organizan un congreso o unas jornadas académicas, al que se le hizo fama de “monstruo”, se lo pone cerca del final de la comisión que le haya tocado. Ante cualquier eventualidad, que nunca falta, acontece que el que debía leer su ponencia a una hora determinada, termina leyendo dos horas después o menos, de lo que estaba programado. Y lo hacen a propósito, no por “dificultades” organizativas. Lo hacen para que las investigaciones del que es considerado “fuera de lugar”, no puedan ser compartidas con nadie. Lo que ese alguien descubre o escribe, queda en las sombras, reforzándose por el desconocimiento que se produce artificialmente, los prejuicios que circulan en torno a su persona, dado que nunca se da la alternativa de que ese alguien pueda masificar lo que estudia. Esto es, lo aíslan. Mientras, los que leen antes, se toman todo el tiempo del mundo, no respetan el orden del programa que se había impreso, no le advierten al “diablo” que se habían realizados “cambios” de “último” momento, etc., etc.

Y lo que describo, a mi me ocurrió no únicamente una vez, sino en varios congresos de la Facultad, en el marco del infierno laboral en que penosamente, desempeño mis funciones. Mi situación de exilio es tal, que ni siquiera tengo un box donde atender a mis estudiantes, a la par que otros, incluso Auxiliares, no sólo cuentan con un espacio físico, sino con computadora, teléfono para usar a discreción, impresora, Internet, etc., etc. Lo peor es que con todo esto, existen esos sometidos idiotas de los que hablaba Edgardo Castro, glosando a Michel Foucault, un pensador francés, que se niegan a creer que esto sea Real o que, por estar tan identificados con la institución, se ofenden porque la critico y pienso que en la universidad, luchan verdaderas “mafias” entre sí, por recursos escasos, por puro “prestigio”, etc.

Para cerrar, hace poco vi otra vez, Fenómeno, una película yankee en la que el protagonista, por un tumor cerebral maligno, se vuelve un súper genio. Allí, uno de los tantos asuntos que se plantean, según mi modesta mirada, es que los que eligen el poder, castrar a los otros, acorralarlos, destruirlos porque simplemente, son talentosos o distintos, son realmente “primitivos”, Australopithecus, dado que lo “evolucionado” es ser inteligente, abierto, no dogmático, con la capacidad como para vivir y dejar vivir, siendo amables con los otros, sin envidiarles nada, porque el devenir del mundo es generoso con todos, a su manera. Esta gente no se enteró siquiera por Hollywood de tales planteos.

Eso sí; hablan de los indígenas, de las misiones en el Chaco, de la alteridad, de la extensión universitaria, de Deleuze, de los derechos de género, de la ecología, de Derechos Humanos y de todo lo que se les pueda ocurrir, para mercadear con esos saberes y esos nombres, que debieran emplearse en pos de la lucha por la revolución y no para acumular dinero y “papelitos” (que les llaman “antecedentes”…), para cambiar de auto casi todos los años, acusando a los que los “escrachan” de ser “resentidos”.
Yendo a otro asunto, les comunico que abrí un blog para subir poesía y alguno que otro trabajo de corte académico que sea breve. Los que quieran, pueden hacer llegar sus cosas, que no se censurará a nadie, como se hace y se sigue haciendo conmigo, y no sólo en la universidad, sino en los círculos poéticos que operan como ghettos más espantosos que la Muerte.

La dirección es http://vitalosfera.blogspot.com

– Para ampliar en cuanto a la situación de acoso, ir a

http://blogadrianlopez.blogspot.com

– Adrían López es Doctor en historia

– Prof. de la UNSa.

– Columnista de Salta 21

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