“EsparFlaco” es un clásico del humor argentino con acento cordobés. Fernando Pailos vuelve a romper taquilla en dos días de función a sala llena en el Teatro del Huerto. Anoche, después de 2 hs. de espectáculo, el público no tenía ganas de abandonar la sala.
En la apertura, “Fernandius” Pailos, un actor que cuenta chistes o un cómico que actúa, interpreta a un gladiador: “estoy harto de gladiarrrr”– replica desde el Bar la Toga Loca que ofrece un menú andino-romano: Costillar de Negrón a la llama…
El diálogo telefónico con Jesús es imperdible. Lo conoce desde chico porque jugaban juntos en la casa de José… Jesús lo llama para avisarle que ha resucitado y a lo criollo el flaco espartano le dice que se ha echao una siesta larga de tres días y que se venga pal Bar.. que todos los caminos conducen a Roma…El humor que destila la escena con cada parlamento contiene desde el arranque un juego conceptual que tematiza el espectáculo. El diálogo conserva la parodia de época en tono de desmitificación, exageración y absurdo con lo cual se logra un efecto humorístico sensacional.
No escatima en ironizar sobre el afamado caso del intendente salteño que estaba tomando cafecito y no se dio cuenta que era un prostíbulo… Y ello, por el contexto de situación, ritos báquicos de la cultura grecolatina, en el que se halla el protagonista junto a senadores políticos y algunas damas influyentes que lo acompañan. El chiste sobre el impresentable intendente obtuvo un gran aplauso de los espectadores y robó la carcajada deseada al atribuirle a los argumentos del funcionario el carácter de un verdadero sofisma.
El recurso de la comparación entre el Imperio Romano y la Argentina, en el que nos gobierna Urtubeius, también fue un gran acierto. La asociación Menem-Calígula o Nerón-De la Rúa elevó el show del chiste a un tono satírico para sacar a relucir los defectos de estos dos personajes políticos.
El espectáculo se completó con Carcamanes, Raúl Martínez y Germán Nager (músicos), el aporte coreográfico de Makumba (compañía de baile), y la presentación del Mago Willy, con excelentes actos de ilusionismo. Este último constituyó una sorpresa de gran espectacularidad y marcó química con el público.
Las agudas y graciosas ocurrencias continuaron con la segunda parte en que Pailos larga una tanda de cuentos verdes referidos a lo sexual, y recorre anécdotas de la vida cotidiana con personajes irrisorios de diferentes tipos sociales. La caracterización del borracho desde diversas situaciones es un personaje que el público disfruta y espera, sobre todo los que lo siguen desde sus comienzos. El borracho es un clásico en el repertorio, pero con nuevas historias. Imitaciones de cantantes de restó elegantes no faltan y tampoco las imágenes auditivas que acompañan a cada fragmento escénico.
Cierra con un cuadro esparflaqueano que sugiere una conexión entre el soldado romano que regresa a casa con Odiseo, y se encuentra con su esposa, en una cuasi alusión a Penélope. Sólo que este héroe vuelve luego de haber estado luchando durante 4 años y se da con la sorpresa que ha sido padre por segunda vez.
El espectáculo sale redondo. Este batallador, como los antiguos legionarios, fue premiado con «palmas», señal que salió victorioso de su último combate, cuerpo a cuerpo con la risa. Un verdadero gladiador del humor.
– Fotos tomadas por Salta 21
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