A mis amigos, a los amigos de la música, de la Cultura…, y también a «los otros»… los apáticos, los individualistas, etc. :
Como algunos de Uds. saben, estoy tratando de tomar el mayor contacto con los cultores de la música y con los diseñadores (autoridades estatales y privadas) de la cultura de nuestro país. Hace un par de días me conecté con SADEM (Sindicato Argent.de Músicos), una de las agrupaciones gremiales que tal vez nos representa a todos, o a algunos de los músicos que sólo pretendemos brindar música a cambio del mínimo reconocimiento que nos permita …sobrevivir. Recibí de inmediato una respuesta de su Secretario, un músico de raíz popular que (inesperadamente para mí) me transfirió un panorama general, abarcador del universo musical en conjunto (tanto en nuestro país como en Alemania, Japón, Inglaterra, etc.) que creo oportuno compartir con Uds. Amigos míos: algo indebido, no sólo en nuestro país, está sucediendo en el mundo entero.
Cariños para todos.
– Elsa Púppulo
El texto de Ricardo Vernazza, Sec. de SADEM
Hace un tiempo leí tu “cara abierta” en un medio y me ocupé de conocerte.
Tengo una visión bastante amplia sobre la situación de la música y los músicos en argentina y en el mundo. El SADEM tiene una silla entre las 12 que están en el Consejo Directivo de la Federación Internacional de Músicos (FIM) y soy quien la ocupa; además, la FIM realiza un Congreso Internacional de Orquestas (en Febrero del 2014 se hace en Oslo) donde se trata las cuestiones de las orquestas de todo el mundo. También fuí quien representara a la Orquesta Sinfónica Nacional y a la Orquesta Juan de Dios Filiberto en las paritarias de carrera y equiparación. Actualmente tenemos un gran conflicto con la Orquesta de Canal 7, y te puedo contar lo que pasa en las orquestas de Salta, Córdoba, Entre Rios, Corrientes, Mendoza, etc. como también la de Berlín, la de Rio, el coro de Japón, la de la BBC, y otras, ya que por una cosas u otra estoy entrometido.
El músico “clásico” en su mayoría tiene la particularidad de que con un salario asegurado en un organismo, con dos o más puestos en otros organismos, los demás salarios son “changas” y no les interesa mucho su formalidad (o directamente se oponen a formalizarlas; nos pasó con las tanguerías de capital, que obligamos a los empresarios a poner en blanco a los músicos que tocan siete dias todas las noches desde hace años, y como había algunos de orquestas estables, no querían estar en blanco), pero cuando pasa algo ponen el grito en el cielo.
Los músicos del Colón tocan en los teatros de la calle Corrientes con una “donación” a la fundación del Teatro y ahi se reparten la plata, cuando hay un convenio colectivo de trabajo que obliga a tener contratos de trabajo, salarios etc, se usa la fundación para vulnerar los derechos del músico, y esa facilidad para el empresario le da una ventaja en la contratación, ya que trabajan por debajo del salario del convenio. Cosas como ésta, y lo que pasa con los gobiernos, es lo que yo le llamo “quiosco” y y veo que es algo que los músicos no quieren o temen perder, pero al final perjudican a los demás, al colectivo. Hace una semana estuve en Córdoba y pasa lo mismo, los músicos populares tenían un carnet que decia “Músico de arte menor”,… pero en las orquestas «de cuarteto» («cuartetazo») hoy hay músicos de la sinfónica que hacen cosas parecidas a las que te conté.
Lo que me ha dado la experiencia en mi actividad, es que en lo laboral los músicos somos todos iguales, hay eventuales y estables, las otras diferencias son artísticas. Tu instrumento, el piano, no permite que haya muchos puestos de trabajo, ya que en las organismos puede haber uno como máximo, y esto hace que tu actividad sea mayormente eventual y te pase lo que a mi con mi guitarra en el blues (perdoná mi caradurez de compararme, pero hablo de lo difícil de conseguir un trabajo con un salario digno). Hablé mucho de esto con Horacio Lavandera, y de cómo funciona la actividad de fomento en el mundo, también hablé bastante con Pía Sebastiani, aunque hace tiempo que no la veo.
Con la Ley de la Música tengo mis diferencias, Primero, no es una ley de la música, no es más que un fondo de fomento, una Ley de la Música es mucho más amplia, es principalmente un espacio para que los sectores de la música piensen en las políticas de Estado para la actividad, políticas estratégicas que fomentar, cómo, quiénes, etc. No estoy de acuerdo en fomentar cualquier cosas ni a cualquiera.
Castiñeira tenía un proyecto mucho más interesante, del que deberíamos haber partido. Segundo, es un fondo de fomento totalmente desfinanciado, tiene unos 10 millones anuales, que si haces la cuenta no va a ayudar a nadie, otros fondos como el BAMUSICA de la Ciudad de Buenos Aires tiene 5 millones sólo para esta ciudad y mas allá de que algún boliche hoy esté mejor equipado, no solucionó el problema de la música y mucho menos de los músicos, el Fondo Nacional de las artes supera ampliamente los 100 millones y qué hace?
Tercero, está pensado para seguir grabando discos (el 66 % de la ayuda es para esto, para grabar y para la difusión), el 33 % restante es para la música en vivo. El disco hoy ya no sirve para nada, salvo para un grupo de pícaros que quieren seguir haciéndole grabar a los chicos discos que quedan debajo de su cama. Tercero y para mi lo más ofensivo, los músicos recibimos “vales” y los empresarios $$$, como en la época de La Forestal.
La música académica es elitista cuando así queremos que sea, pero hoy, después de experiencias como las orquestas juveniles y otras, hemos visto cómo, si le damos las herramientas a la gente para que escuche ésta y cualquier otra música, puede hacerse algo maravilloso (la verdad yo estudié dirección Coral y fuí asistente del Maestro Jackson, un gran organista con el cual tuve la experiencia de ayudar a reconstruir algunos órganos). Hace unos meses fuí a Atenas, y como siempre en Europa me llevan a ver a las orquestas sinfónicas (la mayoría de los sindicatos son de músicos sinfónicos); allí mi amigo griego me explicó que, como llevaban al teatro a la gente, le informaban, ya que nunca había ido, lo que una persona debía decir, cómo era esa música, qué formato tenía esa música, los instrumentos, cuándo debían aplaudir, etc. Me pareció muy bueno que abrieran el teatro y de esa forma empezó…, etc.,etc.etc….
Me decís, Elsa, que hay una “Incapacidad de pensar en conjunto”. Es muy sabia esa frase tuya, la comparto totalmente.
Un gran abrazo
– Riky Vernazza
– Notas relacionadas:
El Arte bajo amenaza: Carta Abierta de Elsa Púppulo para los amantes de la Cultura toda
http://www.salta21.com/El-Arte-bajo-amenaza-Carta-Abierta.html
Elsa Púppulo: Alegato por la Cultura Argentina
http://www.salta21.com/Elsa-Puppulo-Alegato-por-la.html
La barbarización de la Cultura: qué propone Elsa Púppulo
http://www.salta21.com/La-barbarizacion-de-la-Cultura-que.html
