Las modas se imponen, eso sin lugar a dudas, y hay una que se está dando entre los políticos, que es el de viajar hasta al Vaticano a visitar y saludar a nuestro Papa Argentino “Francisco”.
Jorge Mario Bergoglio, de ascendencia italiana, de joven trabajó brevemente como técnico químico, luego a los 21 años, su vocación por el sacerdocio lo llamó a sus filas, con su ingreso al humilde seminario de Villa Devoto.
Larga, amplia y benéfica trayectoria en favor de los más humildes; Compartió misas con prostitutas, visitó las cárceles y dio libertad para que actuaran los sectores progresistas de la Iglesia.
Un estilo de vida sencillo ha contribuido a la reputación de su humildad: vivía en un apartamento pequeño en vez de la residencia palaciega episcopal, renunció a su limusina y a su chofer en favor del transporte público, y cocinaba su propia comida
Recorría las villas antes de ser nombrado arzobispo de Buenos Aires, caminaba por los pasillos de la 1-11-14, en el Bajo Flores. Apostó fuerte por el equipo de sacerdotes para las villas de emergencia y se involucró en el trabajo de los «curas villeros».
“Decía que en las villas había un cultura de una gran riqueza latinoamericana».
Sin dudas no alcanzarían las letras ni las hojas para mostrar el perfil de este excepcional ser humano.
El caso es que antes, en su derrotero en la vida, mucho le costó llegar a hablar con alguien del poder, es por todos sabido que muchas veces infructuosamente trato de lograr entrevistas que nunca se concretaron. Hoy, debido a su máximo cargo lo quieren ver todos.
Quisiera recordarles y a otros contarles que debido a su asunción, personalmente escribí un artículo que lo titulé “Francisco y la ecología”, la cual llegó a sus manos, y gracias a esto tuvimos el alto honor de recibir de parte de él una carta agradeciendo la publicación y dónde se nos otorgaba Su Bendición, debido a nuestro trabajo en favor de nuestro medio ambiente.
Con tanta alegría recibimos esta misiva, venida directamente del Vaticano que tuvimos el impulso de hacer partícipes a muchas personas de dichas felicitaciones, escribiendo notas, colocando las fotocopias de la carta y entregándolas en muchos lugares públicos, hasta en el Seminario local. Sin embargo para desilusión nuestra, nadie se hizo eco de esto que nos había sucedido, quizás porque las bendiciones las recibimos nosotros que somos como hormigas en la ropa interior de los funcionarios, por indicarles las cosas que no hacen bien en favor del medio ambiente, nos pusieron en la vereda del frente.
Después de dos meses de recibida la carta nos llegó otra, con lo que ellos llaman boletos para ir a visitarlo, pero nuestra situación económica no es la mejor, acá estamos.
Lo que nos llama poderosamente la atención es el hecho de que a muchos que le entregamos la participación de las bendiciones y nunca se inmutaron por ello, hoy viajan a visitarlo, seguramente, debido al perfil de nuestro Papa, son recibidos, en una de esas llevan nuestra carta.
Ojalá, y vaya esta crítica que no es para nada apresurada, que en sus visitas al Sumo Pontífice, sean imbuidos de la gracia y el poder de humildad de este sacerdote nuestro que dio y seguirá brindando ejemplos de vida. Es por ese motivo que titulé este artículo como “A Dios Rogando y con el mazo dando”.
– El autor pertenece al grupo Conciencia Ambiental Tucumán
concienciambientaltuc@hotmail.com