El último informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina (de la Universidad Católica Argentina), fue llamado «Heterogeneidades estructurales y desigualdades sociales persistentes».
Según un estudio hecho por la Universidad Católica Argentina, es el 25% de la población la que vive en la pobreza, no accede al empleo formal, a una educación de calidad ni a una vivienda digna en un país donde además, creció la desigualdad.
Alrededor de 3 millones de personas están mal nutridas, una de cada 10 viviendas no tiene agua corriente y tres de cada 10 no tiene cloacas.
Además, entre 2004 y 2012 aumentó la brecha social: la diferencia entre la calidad de vida del sector medio y la del más vulnerable.
Al mismo tiempo, el 37% de los jóvenes no termina la secundaria y el 20% no estudia ni trabaja.
El 12% de los niños de entre 5 y 17 años debe hacer alguna actividad laboral y dos de cada 10 hogares requieren asistencia pública, con un total de 23,5% que necesitan un programa de asistencia social permanente. A pesar del esfuerzo asistencial, uno de cada cuatro de estos 500.000 hogares no accede al valor real de la canasta básica alimentaria.
«La marginalidad estructural no mejoró en la Argentina a pesar de años en los que el país creció a un ritmo de 8% anual. Se cristalizó la pobreza estructural, la imposibilidad de alcanzar niveles elementales de bienestar e integración social», dice Agustín Salvia, investigador jefe del Observatorio.
«Está aumentando la pobreza por la inflación y el estancamiento del empleo formal. En 2013 subió por encima del 25%», dice Salvia.
A nivel nacional existen 2.700.340 hogares deficitarios. Entre ellos, 566.095 viviendas precarias irrecuperables y 1.579.129 que se pueden reconstituir. Había 2.640.871 hogares deficitarios en 2001.
Datos relevantes del informe
25% de la población. Vive en condiciones de pobreza urbana en la Argentina. Son más de 10 millones de personas.
37% de los jóvenes. No logran terminar la secundaria, un requisito fundamental para un empleo de calidad.
500.000 hogares. Se mantienen en situación de indigencia porque no acceden a la canasta básica alimentaria.
40,7% de empleo precario. Es la tasa en los sectores más desfavorecidos; en los sectores medios-altos alcanza el 23,8 por ciento.
– Fuente: La voz