Hoy aprenderemos “Teoría de la comedia romántica”

Suena a eso, ¿verdad? A una especie de exposición sobre el romanticismo en la comedia. Sin embargo, la exquisita fragancia de esta obra no está dada de antemano en el título, sino en su contenido teatral y dramatúrgico.

Hace mucho tiempo, en lo personal, que no me sentaba a ver una obra de teatro salteña, y salía absolutamente complacida, deleitada y feliz con lo visto. Para mí, fue un hallazgo y una sorpresa gratificante, encontrarme con teatro de buen nivel. Asistí a la función del sábado 22 de marzo en La Fundación Salta, segundo día de presentación luego de su estreno por parte del Grupo Habemus Teatro.

El piano que se escuchaba acompañaba la apertura de la obra, y las siguientes escenas. Un piano bien elegido como punto número uno en la partitura sígnica de la puesta. En el programa de mano no figura quién maquinó este detalle, por lo tanto tendrá que ver con una selección musical acertada que realizó la directora, Laura Casco. Escenografía y vestuario de la mano de Andrea Di Salvo acorde a la poética del dramaturgo, Leonardo Pilili, un superrealismo (por esa sensación de ensueño) que encaja con el referente. Y las caracterizaciones de los personajes encarnados por Monserrat Llaó y Leonardo Pilili, subrayables desde todo punto de vista.

Él y Ella son los anversos de una célebre tragedia Shakespereana. Desde aquí, vamos anotando la complejidad dramatúgica. El ensamble que logra Pilili es formidable. Exquisito como la música del piano. Ellos son personajes absurdos y postmodernos, son esos seres cotidianos cuya rareza es creer en la teoría de que “el amor todo lo puede”. El título de la obra como la frase, connotan una simplicidad que se opone a la profundidad de lo que se muestra, porque es un teatro de acciones dramáticas que sintonizan con bellos parlamentos. Las situaciones, absurdas todas y del orden de “lo maravilloso” arrojan un sentido estético que permiten anclar la historia en un romanticismo poético: los detalles que hacen al amor, hacen a la obra; el cuidado que se pone en una relación, es el cuidado que se pone a esta realización. Hay una especie de paralelismo ficción-realidad que conduce a los protagonistas por un camino de esteticismo, logrado desde la sincrónica composición de sucesivos movimientos corporales. Dicho en otras palabras, los actores realizan un trabajo técnico excelente, muy bien coordinado por Laura Casco.

Hay un vértice dramatúrgico en la historia que se toca con otro, visto en la obra “Inverosímil”, más precisamente en el personaje de Irenio, el Hombre Deleble (ver http://www.salta21.com/Inverosimil-la-tragedia-del-Hombre.html). Y es lo de la falta de memoria de los personajes. El síndrome es común a Irenio y a Ellos, aunque son obras completamente diferentes. La fantasticidad lograda por Pilili en ese juego de pérdida-recuperación de la memoria de los personajes es el eje de la historia, que colorea una comedia de tono humorístico que aporta frescura a la escena local. Olvidarse y recordarse marca los cíclicos encuentros de los protagonistas por lo que el teatro se transforma en una experiencia lúdica en la que co-participa el espectador como cómplice de los personajes.

Lo maravilloso se vuelve posible. Pero estructuralmente, la obra es una cajita china: una obra dentro de otra ya que los personajes llevan a escena su historia para revivir la magia del amor.

El Publicista teatral y la Pronosticadora de finales de obras de teatro, Él y Ella, entrecruzan sus “trabajos” y nos muestran que la Teoría de la Comedia Romántica se puede representar de la mejor manera posible cuando hay verdadera pasión por el teatro.

Una obra altamente recomendada.